The Legend of Zelda Wiki

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¡Bienvenidos! En esta entrada haré un fanfic que trata de una extraña fusión de la obra de Shakespeare, Hamlet y la trama de juegos de Zelda. Espero que os guste, ya que me voy a esforzar en escribirlo. Disfruten de la lectura. Recuerdo que no voy a seguir la trama de historia de ninguna de las dos, solo cogí los personajes de Hamlet y la historia de cada uno y me ambienté en los escenarios de Zelda. Por eso el fic no se parece en nada a ninguna de las dos historias (ya que entonces no sería un fic, si no una copia barata xD) ¡Disfruten~!

Reparto de personajes[]

El espectro/Rey Hamlet= Xavi

Príncipe Hamlet= Brett

Rey Claudio/ Hermano del espectro= Cristg

Reina Gertrudis= Lulú

Polonio= Josex

Ofelia (Hija de Polonio)= Aura

Laertes (Hijo de Polonio)= Kenta

Renaldo (Criado de Polonio)= Rex

Horacio (Mejor amigo de Hamlet)= Raúl

Rosencratz (Amigo de Hamlet)= Javi

Guildestern (Amigo de Hamlet)= Karts

Voltemand (Cortesano) = Carlos

Cornelio (Cortesano)= Molón

Osric (Cortesano)= Resizel

Francisco (Soldado)= Stall

Bernardo (Soldado)= Arbi

Marcelo (Soldado)= Ricardo

Confidente de Palacio y amigo de la infancia de Aura= Marc

Fortínbras, príncipe de Lorule (Porque soy pro, voy a poner que es una chica y que está casada con Lukas Bonevik, ewe)= Lenna

Rey de Inglaterra= Fanist/Retro (Brah de Xavi :yaoming:)

Capítan del ejército de Termina= SP

Teniente del ejército= Bardock

Caballera Real= Alme

Acompañante de la Caballera= Aidi

Enterrador= Corlock

Acompañante de Enterrador= JM

Sacerdote= Link.U

Cura= Fenix

Bufón= Cris

Bufona= Sofy

Secuaz de Laertes= Ludwig

Amigo de la infancia de Aura= Dani

[]

Una monarquía gobernaba en la hermosa tierra de Termina. En esta tierra, prosperaba la paz, la armonía... Los Terminianos convivían los unos con los otros hasta que un día ocurrió una desgracia que inundó Termina y a sus habitantes de terror, miedo y tristeza. Carlos, un cortesano, hizo reunir a los habitantes en la plaza del pueblo, e intentar tranquilizarlos. Carlos se aclaró la voz y dijo, con un rostro facial muy triste se dirigió a todos. Los habitantes se callron se callaron y atendieron a Carlos.

-Carlos: Siento comunicarles que ayer, el Rey Xavi, a las 23:59 murió por causas aún no aclaradas. Se abrirá una investigación para saber como murió nuestro querido Rey. Será enterrado hoy mismo, a las 17:00 en el Cementerio de Termina. Pido que guardemos un minuto de silencio para que el alma de nuestro gran Rey Xavi descanse en paz y descienda a los cielos.

El silencio se acaparó de la Plaza y Brett, hijo del difunto Xavi se encontraba bastante tranquilo, aunque no hablaba, no mostraba gesto facial ninguno. Se encontraba en palacio, no quería saber nada sobre nadie. Se encerró en su habitación y se tumbo en la cama, sin decir absolutamente nada.

Capítulo 1: La tristeza de Brett[]

Brett estaba en su habitación, abrazado a su almohada y pensando en su difunto padre. Sin que Brett quisiera, unas lágrimas le recorrieron por las mejillas, hundió su cabeza en la almohada y comenzó a llorar. Minutos después, aporrearon la puerta docílmente, sin hacer demasiado ruido.

-Lulú: ¿Brett? ¿Estás ahí?

-Brett: Sí madre.

-Lulú: Voy a entrar.

-Brett: No lo hagas madre, no...

Antes de que Brett pudiese terminar, Lulú entro en su habitación y se sentó en la cama de su hijo. Acarició su pelo y este, se secó las lágrimas, ya que no quería que le viera llorar, ni tan siquiera su propia madre. Lulú, se acercó a la cara de Brett y le cogió del mentón, haciendo que le mirara. Este, bruscamente giró la cabeza y la volvió a hundir, para el, era una humillación.

-Lulú: Brett...

-Brett: ¡Madre váyase! ¡Dejéme en paz!

-Lulú: Brett, debo decirte algo...

Brett, harto, se levantó de la cama y la miró, aún con lágrimas en los ojos y la cara roja de haber llorado, enojado, le gritó como si le estuviesen matando y su vida valiera en ello.

-Brett: ¡MALDITA SEAS MADRE, QUE SE VAYA!

Lulú, asustada, se levantó y miró a Brett aterrorizada, nunca había visto a su hijo comportarse de esa manera ni mucho menos que le haya gritado de aquella forma. Lentamente se dirigó a la puerta y cuando llegó apoyó su mano izquierda en el marco de esta y miró a Brett apenada, suspiró y cerró la puerta despacio y flojo, para que Brett no se molestará más. Justo cuando cerró la puerta, Brett, muy furioso tiró con todas sus fuerzas la almohada, acto seguido se sentó en su silla y se arrimó a la mesa. Cogió su pluma y empezó a escribir, hablando en voz alta pero no demasiado clara, ya que las lágrimas le corrompían. Era un manuscrito para su padre.

-Brett: A partir de hoy despertaré sin ganas de otro día... Te mataron... Pero daré venganza... Lo juro de corazón, advierte mi alma muerta... Tan sólo busco estar solo ahora... Esto es un laberinto sin salida... Siento si alguna vez te fallé, he notado la vergüenza al mirarme al espejo. Papá, perdóname, te lo suplico... Estoy harto... Me rendí más de una vez, ya ni lucho... Sé que... La venganza es un acto impuro... Y que tintaré páginas en blanco de sangre y que no mereceré ni una lágrima... Me siento... Como si ya estuviera muerto... Esto es un mundo de ciegos y yo el príncipe tuerto... Es cierto... Yo... No tengo nada que dar ni recibir... Ahora vivo boquiabierto y apenas escribo, algo está jodido en mi mente... Demasiado impulsivo me dicen... Soy cautivo de lo negativo y si volar es el fin que alas se deslicen... Yo creo que calo mejor las mentiras tras esta desgracia...  Ejercutaré la venganza... Y si muero... Espero que escupen en mi tumba sin apuro, ya que... Es un acto que solo lo comenten los más infieles...  Estoy ahora mismo solo, en un silencio que molesta y quiero gritar, padre, préstame atención, allá donde estes, solo pido eso, lo necesito. Siento no poder decir más... Pero no habrá nada que me frene, no hay testigos ni tampoco amigos. Puede ser que tu recuerdo me mantenga vivo si el exilio no quiere mandarme directo al olvido...

En ese momento, aporrearon bruscamente la puerta , Brett soltó su pluma y fue a abrir la puerta. Abrió la puerta con un chirrido muy agudo, lentamente y sin ganas. Allí estaba su tío Cristg, mirandole serio, sin mostrar algún gesto facial y con una voz grave, le dijo...

-Cristg: Ven. Tenemos que hablar.

-Brett: No quiero hablar con nadie.

-Cristg: Me da igual, ven.

Cristg lo cogió de la mano y lo jaló bruscamente, arrastrando a Brett fuera de su habitación, en contra de su voluntad. Brett, en ese momento, apenas tenía fuerzas por lo que Cristg se lo llevó al Salón Principal, dónde se reunió con su madre, Lulú. Lo hicieron sentar en una cómoda amarilla, bien acolchada y que era bastante cómoda. Cristg y Lulú se sentaron en la otra cómoda y se miraron mutuamente.

-Cristg: Hay algo que te tenemos que decir...

Capítulo 2: Ocupando el trono[]

Cristg miró a Brett con una mirada serena, confiada, fría y sin dudar apenas de lo que iba a decir. Inspiró y respiró seguidamente y cogiendole la mano a Lulú, le dijo, sin cortarse de manera alguna, le dijo fríamente a Brett...

-Cristg: Tu madre y yo nos vamos a casar. La boda será este sábado

A Brett se le paró por un momento el pulso, como si una bala le hubiese atravesado. Miró a Cristg como su fuese un traidor, ya que a Brett nunca se le pasó por la cabeza que su tío, hermano de su difunto padre Xavi, se casase con la mujer que es su madre. Luego miró a su madre, enojado y avergonzado a la vez, como si se hubieran compenetrado para hundirle más. Se levantó de aquella cómoda amarilla muy enojado, con la mirada perdida se dirigió a su madre, clavó sus ojos rojos en los de ella y empezó a gritarle como un loco.

-Brett: ¡Mala esposa, mala madre! ¿Cómo se ocurre casarte con tío Cristg, hermano de mi difunto padre, el cuál era tu marido? ¡No tienes corazón alguno, solo te importa el trono, ya que no quieres a tío Cristg! ¡Infiel de mierda!

-Cristg: Te prohibo que le hables a si a mi amada, es decir, a tu madre, la que te dió la vida.

-Brett: Me da igual lo que tu me digas, nunca serás mi padre, maldito.

Lulú miró a Brett con los ojos llorosos, desde la muerte de su padre estaba desatado, muy agresivo y demasiado frío. Se refugió detrás de Cristg y este, furioso, le dió un guatazo muy fuerte a Brett. Después de ese guantazo, cogió a Brett por su mentón y miró muy enojado le miró, con ganas de darle una paliza. Brett lo miró con ira, con ganas de matarle en ese momento pero los dos sabian que tenían que mantener la compostura, ya que pertenecían a la monarquía de la tierra de Hyrule.

-Cristg: No se te ocurra volver hablarme tanto a tu madre como a mí de esa manera. ¿Entendido?

Brett se apartó de el con un empujón, se dió media vuelta enojado y se fue, dando un fuerte portazo, haciendo que retumbara la sala. Lulú terminó llorando, abrazada a Cristg mientras este sonreía, pensando en la fortuna que iba a tener a partir de ese momento, seria rey, y más ni menos que de Hyrule. Brett, se volvió a encerrar en su cuarto, maldiciendo a su tío y padrastro.

-Brett: Mal nacido tío Cristg... ¡¿Cómo se atrevió ha hacerle eso a la sangre de su sangre?! ¡Y a mí santo padre! Y para colmo, madre quiere casarse con el... Todo esto es una mierda....

En el salón estaba Lulú acurrucada en los brazos de Cristg, hundiendo la cabeza en su pectoral y sollozando. Cristg para calmarla acariciaba con dulzura su pelo y le daba besitos pequeños en la cabeza o en la frente, apegandola mucho más a ella.

-Lulú: A lo mejor no deberíamos casarnos... Por Brett...

-Cristg: ¡¿Qué?! ¿Que es más importante para ti, tu hijo o tu futuro esposo y encima rey?

-Lulú: Pero...

-Cristg: Pero nada. Aquí se hará lo que yo diga que para eso soy el hombre y el sucesor ¿Entendido

Capítulo 3: El día de la boda[]

Llegó el famoso sábado. Eran las 11:00 pero la boda estaba prevista para las 12:00 de la mañana, Lulú se estaba arreglando mucho, poniendose guapísima con su traje blanco y largo, con algunos decorados en azul celeste muy clarito, ajustandose el velo largo y transparente que portaba encima de su cabeza, con un maquillaje muy natural. Cristg estaba en otra habitación, poniendose un esmoquin negro azabache y muy brillante, peinandose su cabello rubio ceniza hacía atras. En ese momento, Resizel entró en la habitación y observó detenidamente a Cristg, su traje y todo sus complementos.

-Resizel: ¡Señor! ¡Está muy elegante!

-Cristg: Muchas gracias. ¿Sabes algo de Brett?

-Resizel: Molón me comentó que el señorito Brett sigue en la cama.

-Cristg: Ve y haz que se arregle.

-Resizel: Señor... Yo no puedo mandar sobre Brett...

-Cristg: Pero yo sí, es una orden ¿qué prefieres? ¿Recibir un castigo de Brett o mío? -Resizel: Le llamaré...

-Cristg: Retírate.

Después de una leve reverencia a regañadientes, Resizel se fue de la habitación donde estaba Cristg a la de Brett. Cogió aire, aporreo levemente la puerta y entró, observando como Brett estaba tumbado en su cama, medio dormido, abrazado a su almohada y con una expresión pasota.

-Resizel: Señorito Brett... ¿Puedo pasar?

-Brett: Adelante Resizel...

-Resizel: Su tío me mandó a que le ayude a arreglarse.

-Brett: No lo pienso hacer. Y no es mi tío.

-Resizel: Compréndalo... Hazlo por su madre...

-Brett: Yo no tengo madre. Esa puta barata de mercadillo solamente es una conocida para mí. No asistiré a la boda. Comunicaselo a ella y a Cristg.

-Resizel: Como usted quiera.

Resizel salió de la habitación de Brett con una revenrencia, al igual que lo hacía con Cristg. En el pasillo vió a Raúl, el amigo de la infancia de Brett. Para Brett, Raúl era su mejor amigo, su confidente, el fruto de una amistad durante años, su hermano. Raúl se acercó a Resizel, preguntadole por Brett. Resizel no dudó en contarle lo ocurido a Raúl y este le miró con una expresión algo entristecida, quería ver a Brett.

-Raúl: ¿Puedo pasar a verle?

-Resizel: Claro que sí.

Raúl cogió aire, se apoyó en el marco de la puerta mirando a Brett, estaba hecho polvo. Primero se muere su padre y después... ¡Su madre se casa con su tío! Raúl pensó que eso debe ser muy duro, por lo que sabía que no debía obligarle a ir a la boda de Lulú y Cristg.

-Raúl: Buenos días señor Brett.

-Brett: ¡Raúl! ¡Cuanto tiempo!

-Raúl: Majestad, estoy preocupado por usted.

-Brett: Raúl, no me hables de usted. Somos amigos, aunque yo permanezca a la monarquía tu no me hables de usted, me molesta...

-Raúl: Como prefieras.

-Brett: No iré a la boda.

-Raúl: ¿Cómo se la saltará?

-Brett: Tengo un plan.

Capítulo 4: Una boda con plan de escape[]

Brett tenóa un plan en mente y Raúl se quedó muy impresionado ya que era casi imposible escaparse de allí. Un recinto cerrado, con muchos invitados, toda la realeza y para colmo él como príncipe. ¿Cómo librarse de ello? Brett era una persona muy inteligente, astuta y pícara.

-Raúl: Cuéntame tu plan.

-Brett: Me escaparé con la ayuda de una bella dama.

-Raúl: ¿Qué dama?

En ese momento la puerta de la habitación de Brett estaba abierta, y pasó por ella una joven de pelo azul cobalto, confundido normalmente con azul pavo, como las plumas de un pavo real, sus ojos son de color lavanda, piel clara y delicada, expresión algo aniñada. Aportaba un vestido rojo coral ajustado que le llegaba por las rodillas, con unas medias y su pelo largo estaba suelto y planchado, cogido por dos orquillas de color celeste claro que despejaban su rostro.

-Brett: La que acaba de pasar.

-Raúl: Esa... ¡Es la hija de Josex!

-Brett: Exacto. Es Aura.

-Raúl: Se dice que ella es Medium, es decir, ella tiene poderes psíquicos. Puede hablar con los espirítus del más allá, comunicarse con ellos y hacer pactos. Además, ella me confesó que tiene visiones que ocurrieron o van a ocurrir y lo más impresionante es que ella escucha voces en su cabeza. ¡Está completamente loca!

-Brett: Ya sé todo eso, y no me importa.

-Raúl: ¿Qué haras con ella?

-Brett: Le ordenaré que permanezca a mi lado y tendremos una cita.

-Raúl: ¿La ordenaras?

-Brett: Sí, es la hija de un servidor, puedo hacerlo.

En ese momento Brett se levantó de la cama y siguió a Aura, aunque esta no se daba cuenta. Aura entró en su habitación a ponerse los pendientes de oro que su padre Josex le regaló para su cumpleaños. Cuando se dió la vuelta no se esperaba a Brett, por lo que dió un pequeño grito y lo miró.

-Aura: Señor Brett... ¿Qué hace usted aquí? ¿Le mandó a por mí mi padre o mi hermano?

-Brett: No. Quiero que permanezcas todo el tiempo a mí lado en la boda, bueno, yo... Quiero que nos la saltemos

y nos vayamos tu y yo por ahí.

-Aura: Señor Brett... Mi padre Josex se enfadará muchísimo...

-Brett: Yo tengo más poder que tu padre, a sí que me debes obedecer.

-Aura: Como quiera, señor Brett.

-Brett: Perfecto, me arreglaré. Permanece en esta habitación hasta que llegue.

-Aura: Sí...

Brett se fue sonriendo de la habitación y muy alegre. Cuando Aura vió que Brett salió, saltó de la felicidad y casi lloró de la alegría, para ella era todo un honor tener una cita y más ni menos con el príncipe, de quién estuvo enamorada desde pequeña. Se sentó en la cama, esperando impaciente a que Brett vienera a por ella. Diez minutos después apareció Brett con un esmoquín azul marino, con el pelo planchado y muy arreglado, quería impresionar a Aura. Se acercó a ella y le dió la mano, ayudandola a levantarse como el caballero que era.

-Aura: Señor, ¡está guapísimo!

-Brett: N-No. C-Cállate y vámonos.

Aura asintió, sin dejar de mirar a sus bellos ojos que resplandecía por la luz del Sol. Brett devolvió la mirada a Aura, mordiendose levemente el labio y acariciando su pelo. Aura se puso algo nerviosa sobre todo cuando acto seguido, Brett le cogió la mano y empezó a caminar hacía fuera. Caminando, llegaron hasta la puerta principal, donde deberían salir pero allí estaba Arbi, quién paró en un momento a Brett.

-Arbi: Señorito Brett ¿donde va?

-Brett: Voy a adelantarme hacía la iglesia junto a Aura.

-Arbi: Disculpeme pero su madre quiere que vayas junto a ella.

-Brett: Comunícale que esto no será así. Déjame pasar.

-Arbi: No puedo, son órdenes de la señora Lulú.

-Brett: ¡Argh! ¡Estúpido soldado! Aparta de ahí.

Brett de un empujón, apartó a Arbi de la puerta. Fue tan brusco el empujón que tiró directamente a Arbi en el suelo de un fuerte golpe, tanto, que cayó mal y se rompió el tobillo. Aura, conmovida, fue a ayudar al soldado que estaba en el suelo pero Brett le cogió fuerte de la muñeca, haciéndole algo de daño.

-Brett: No le ayudes.

-Aura: P-Pero... Arbi... ¡Está herido!

-Brett: Déjale y vámonos.

-Aura: ¡No puede dejarle así! Arbi necesi...

Antes de que Aura pudiera acabar la frase, Brett la zarandeó sin hacerle daño, no quería parecer un bruto delante de ella. La miró a los ojos mientras ella temblaba de miedo, pensando en que Brett le haría algo malo.

-Brett: No pierdas el tiempo. Recuerda que esto es un escape y es mejor que él esté así.

-Aura: Como prefiera...

Brett sonrió y caminó hacía el exterior acompañado de Aura, que le miraba intimidada por la actitud tan fría y posesa que tenía. Lo que no sabía es que él se comportaba así porque quería estar de una vez por todas solo con Aura, para demostrarle su lado tierno y cariñoso, que ella no se esperaba en una persona así. Salieron de aquel palacio y se dirigieron hacía unos jardínes muy bien cuidados, las flores con colores muy llamativos con un olor muy bueno, daba gusto respirar allí. Allí vieron una mesa blanca adornada con bordes azules cristalinos y las patas negras en forma cursiva. Las sillas parecían muy cómodas y se dirigieron hacía allí. Antes de que Aura pudiera sentarse, Brett le retrocedió la silla para que se sentara. Aura le miró y se sentó, acto seguido Brett empujó la silla, arrimándola hacía la mesa. Luego, se sentó el, mirandola fijamente, aunque a esto ella le incomodaba, preferia no decir nada, no quería estropear aquel momento tan bonito. Brett vio que Aura tenía las manos encima de la mesa, entonces, se arrimó más y con sus manos, cogió las de Aura. Al instante, ella se sonrojó muchísimo y bajó la cabeza, mirando cabizbaja sus zapatos. Al ver aquel gesto, Brett empezó a reir.

Capítulo 5: Alteraciones[]

Cristg llegó a la Iglesia donde todos los habitantes se habían reunido para ver la ceremonia y el enlace entre Cristg y Lulú, era muy esperado por todos, excepto para Brett. Cristg se subió al altar para esperar con impaciencia a Lulú mientras esta, acababa de salir de su habitación, buscando a Brett por todo palacio, habitación por habitación, preguntando a todo el que veía. En ese momento, vió a Stall con Ricardo y se acercó, mostrando que estaba enojada y de mal humor, cuando estos dos se percataron de aquello, se pusieron firmes y le miraron.

-Lulú: ¿Habeís visto a mi hijo Brett?

-Stall: Por mí parte yo no lo he visto, lo siento mucho señora.

-Lulú: ¿Y tú?

-Ricardo: Tampoco...

-Lulú: De verdad, este niño... ¡Me trae loca! Tanta rebeldía... ¡No sé que hacer con él!

-Stall: Podría preguntarle a sus amigos, quizás sepan donde estan.

-Lulú: Buena idea Stall.

Lulú se dió media vuelta y a paso ligero, fue a buscar si veía a alguno de los amigos de Brett que andaban por palacio, ellos pensaban que él estaba allí todos, menos Raúl, que era el único que sabía la verdad. En el pasillo dónde se alojaban Lulú, Cristg y Brett, estaban Javi y Kartz, cruzados de brazos y con una expresión de aburrimiento en su cara. Lulú se acercó a ellos, entonces ellos dos se pusieron firmes y rectos y Kartz cambió expresión de aburrimiento por una seria mientras Javi, esbozaba una sonrisa al ver a la reina.

-Javi: Buenos días su majestad~.

-Kartz: Holaz majeztad.

-Lulú: ¿Habeís visto a mi queridisimo hijito Brett?

-Javi: Estamos aquí por eso, le estamos buscando.

-Lulú: Ahora que me doy cuenta... ¿Dónde está Raúl?

-Kartz: No sabemoz, yo solo sé que él entró esta mañanaz con Brett en su cuartoz.

-Lulú: Es una pista... ¡Gracias!

Mientras, el capitán del ejército de Termina llamado SP o SePe, estaba junto al teniente Bardock. Tenían que prepararse por si en la boda había algun tipo de contracción, debían estar preparados. SePe se dirigió hacía Bardock, a pasos lentos y cruzando los brazos, mirandolo fijamente. Por la mirada, Bardock sabía que iba a encargarle algun tipo de misión, se puso recto y firme, muy seguro de sí mismo.

-SePe: Prepara al ejército, deben estar preparados. Avisale de que se lleven varias armas blancas. Sinceramente, no creo que pase nada pero...

-Bardock: Hay que estar preparado. No se preocupe, yo me encargo de ello.

-SePe: Bien, por cierto, ¿no te distes cuenta del enojo que traía Josex hoy?

-Bardock: Hoy no ví a Josex, estuve en el cuartel.

-SePe: Yo sí. Fui a beber un poco de agua y cuando lo ví me sorprendí, Josex, tan furioso y enojado, daba hasta un poco de miedo.

-Bardock: Capitán, ¿tuvistes miedo?

Bardock empieza a reir, no se creía las palabras de SePe. No conocía mucho a Josex pero por lo que le contaron, él era gracioso, amable, leal y pocas veces se enfadaba, siempre prestaba su servicio a los demás y sobre todo, con una sonrisa. Al escuchar la risa de Bardock, SePe frunce el ceño, enojandose, no quería que alguien que era inferior a él se riera y encima, en su casa. Empuño las manos, aguantandose las ganas de darle una hostia, no habia cosa que más le molestara que eso. Al ver la expresión de SePe, el teniente se calló, agachando un poco la cabeza culpabilizandose.

-SePe: Que sea la última vez que haces eso.

Sin que se diera cuenta, Anima estaba espiando detrás de la puerta. Anima era el único de todo Palacio que sabía todo los secretos de cada uno de los residentes, no solo de Palacio, si no de toda Termina. Estaba al tanto de todo y por supuesto, si alguien quería saber algo, debía pagar a Anima para que se lo confesara. De repente, la sed de la curiosidad entró dentro de Anima ¿que le ocurria a Josex para que se comportara de esa manera? Debía investigarlo, y no parará hasta conseguirlo.

-Anima: Así que Josex...

Se rascó la barbilla, maquinando un plan para sonsacarle la información, realmente era bueno en eso. Precavido, antes de que se dieran cuenta de su presencia, se fue de allí a pasos lentos, intentando que no se le escuchara.

Capítulo 6: La llamada de Josex[]

Josex, el fiel noble e íntimo amigo del difunto Xavi, se paseaba por palacio, buscando desesperadamente a su hija Aura. Últimamente, Aura y Kenta estuvieron muy rebeldes y eso a Josex le molestaba bastante ¿la razón? Podría ser el fallecimiento de Xavi, o tal vez no. Jóvenes ¿quién sabe? El caso es que Josex no aguantaba tanta rebeldía sobre todo, por parte de Aura, esa chica tan noble y fiel, desobedeciendo tanto. Enojado y harto de buscar, fue hacia el pasillo principal, donde se encontraba una gran puerta de madera e hierro. Cuando puso un pie ahí, no pudo evitar ver a Arbi en ese estado, su tobillo estaba sangrando y no podía levantarse. Se dirigió con pasos lentos hacía él, apoyó una rodilla en el suelo y lo miró.

-Josex: Joven Arbi ¿qué te pasó?

-Arbi: ... Brett...

-Josex: ¿Brett? ¿Qué ocurre con él?

-Arbi: Me hizo esto...

Josex se levantó más enfurecido de lo que estaba, empuñando las manos y mostrando una mueca de enojo, frunciendo el ceño. Él era muy amigo de Brett, no podía pensar que él hiciera una animalada así, pensaba que Arbi mentía solamente para darle pena, lo miró fijamente y con seriedad.

-Josex: ¡Mientes!

-Arbi: S-Su hija... E-Esta... De testigo...

-Josex: ¿Dónde está Aura?

-Arbi: A... A-Aur...

Josex lo cogió por el cuello de su camisa con algo de brusquedad, levantandolo. Josex no solía tener ese comportamiento pero estaba verdaderamente alterado, incluso daba miedo. Arbi arqueó una ceja, sabía que tenía que decirle donde estaba su hija si no quería ser aniquilado allí mismo.

-Josex: ¿Dónde está mi hija?

-Arbi: Junto... A-A... Brett...

-Josex: ¿Y dónde está él?

-Arbi: N-No lo sé... Sueltame por favor...

Josex sabía que de alguna manera, Arbi decía la verdad pero no quería aceptarlo. Lo sabía por la expresión de sus ojos y por la manera de hablar. Compadeciendose, lo bajó dejandolo en el suelo con sutileza, bastante herido estaba ya.

-Josex: No te preocupes, buscaré ayuda.

Fueron esas las palabras de Josex para tranquilizar a Arbi. Minutos después se llevaron a Arbi, pudiendo en cierta manera despejar el camino de Josex. Mientras tanto, Aura alzó la mirada hacia Brett, sin dejar de estar sonrojada, no podía apenas ni hablar. De repente, la personalidad fiera, salvaje, violenta y grosera de Brett desapareció.   Esbozó una sonrisa de amabilidad, ladeando la cabeza hacia un lado.

-Brett: Aura, realmente eres hermosa.

Aura enmudeció,  no le salían las palabras, intentaba darle un 'gracias' pero tartamudeaba, eso hizo que Brett empezara a reir, sin dejar de mirar al rostro enrojecido de la joven. Brett se acercó a la cara de Aura, juntandose más y más. Cuando ambas narices estaban juntas, se escuchó una voz muy característica y familiar que interrumpió la escena. Se acercaba corriendo un chico, alzando la mano y sin dejar de gritar el nombre de la chica. ¿Cómo no deducirlo? Era el hermano de Aura, Kenta.

-Kenta: ¡Auraaaaaaaaaa!

Brett cambió su mueca, frunciendo un poco el ceño y borrando lentamente la sonrisa, solamente quería que Kenta se fuera de allí, era su momento romántico con Aura. Aura giró la cabeza, observando de arriba a abajo a su hermano, suspiró y se llevó la mano a la frente.

-Aura: No grites, es vulgar.

-Brett: ¿Qué quieres Kenta?

-Kenta: Padre te busca. Está realmente enojado.

-Aura: ¿Para qué?

-Kenta: Hermana, a veces pareces tonta. ¡La boda!

-Brett: Aura no va a ir. Aura se queda conmigo.

Kenta echó a reir burlonamente, no podía contenerse por la seriedad que lo había dicho Brett y encima, sabiendo como está Josex, para rematarlo, el rostro de Aura, arqueando una ceja algo confusa. Dirigió su mirada a Brett y directamente paró, sabía que no debía reirse así delante del príncipe de Termina, sobre todo, con la actitud actual que tenía.

-Kenta: Padre quiere que Aura vaya a la boda.

-Brett: Pero Aur...

Antes de que pudiese terminar la frase, Aura se levantó de la silla, poniendo su manos en la mesa  mirando fijamente a Kenta, se enojó mucho. Kenta retrocedió un paso, arqueando la ceja izquierda, intrigado por lo que Aura iba a decir.

-Aura: Padre, padre... ¡Siempre hay que hacer lo que padre diga! ¿Sabes? No me da la gana.

Esas palabras dejaron a los dos sin decir nada. ninguno se esperaba esa respuesta, con lo obediente que es Aura y sobre todo, con Brett y Josex. Kenta, tragando saliva, empuñó las manos y se dirigió hacía Aura.

-Kenta: ¿Vas a incumplir la orden?

-Aura: Francamente, sí,

Brett la miró sorprendido, nunca habia visto desobedecer a Aura y menos, decirlo tan seria y segura de sí misma. Esbozó una sonrisa mientras veía la escena, Kenta retrocedió mirando a la joven.

-Kenta: Se lo comunicaré.

Aura asintió mientras veía que su hermano se alejaba a pasos lentos, sin dejar de estar anonadado, con la boca abierta por las cortas pero tajantes palabras de Aura, ni Brett ni él la había visto así. Cuando se fue, Brett la miró y no pudo evitar formular una pregunta.

-Brett: ¿Porqué hicistes eso?

-Aura: No se lo he dicho a nadie... Pero.. Esa boda.. ¡Por el honor de Xavi! Que el pobre acaba de fallecer... No se merece que a los pocos días, su esposa esté con ese ingrato de Cristg, encima, Cristg ocupará el trono. Nos someterá... Él es malo...

-Brett: Totalmente de acuerdo.

-Aura: Xavi...

Aura miró a los cielos, pensando en todo lo que Xavi había echo por ella, la había cuidado y la había tratado como a su hermana pequeña, para Aura, era una persona muy importante. Recordando los momentos tan felices, en los que Aura jugaba con Brett y Raúl en su habitación, mientras Xavi los observaba detrás de la puerta, sonriendo con felicidad y satisfecho, Xavi les decía sus niños y siempre buscaba un hueco para poder estar con ellos. Momentos en los que Aura lloraba y Xavi le daba juguetes o llamaba a los bufones Cris y Sofi para que la hiciera reír. Momentos cuando Josex y Xavi se reunían para que los pequeños pudiesen estar juntos y ellos poderlos ver, sonriendo felizmente, tantos momentos... A Aura se le llenaron los ojos de lágrimas, sin dejar de mirar al cielo. Brett la miraba preocupado y conmovido, agachando un poquito la cabeza.

-Brett: Aura...

-Aura: Fue alguien tan bueno...

-Brett: Estoy como tú... Pero él ya no está con nosotros, lo único que podemos hacer es vengar su muerte... Y vengarnos, pero bien.

-Aura: ¿V-Vengarnos?

-Brett: ¿Porqué no?

Dijo Brett, mientras se acercaba a Aura y le limpiaba las lágrimas a Aura con el dedo índice de su mano derecha, mientras esbozaba esa sonrisa que a Aura siempre le calmaba.

-Aura: Pero... Eso no es de buena persona.

-Brett: No en este caso. Mi padre estaba perfectamente de salud, el no se ha muerto ni de viejo, ni por salud, ni por accidente. Tú y yo sabemos que lo han asesinado, si lo hacemos, hacemos un favor al mundo~.

-Aura: Brett.. Cuenta con mi poquita ayuda.

Capítulo 7: Alianza[]

Los dos se miraron fijamente a los ojos, Brett notaba que los ojos de Aura estaban congelados por el miedo, a pesar de que le dijo que iba a ayudarle no podía evitar ser invadida por el miedo. Se le pasaban muchas preguntas por la cabeza ¿y sí les pillan?, ¿y sí no hubo asesino?, ¿qué imagen tendría el príncipe?. Demasiadas preguntas se hacía. Brett ladeó la cabeza hacía el lado derecho y rió levemente, poniendo a Aura un poco más nerviosa.

-Brett: Aura, no tengas miedo, estoy junto a tí. Soy el príncipe de Termina ¿crees que nos pasará algo?

En ese momento, Brett estrechó la mano, en señal del pacto, estaba muy seguro de sí mismo, probablemente más que nunca y tener de aliada a Aura le serviría de mucho, sus poderes podían serle úti, quizás... Demasiado útil. Aura tragó saliva y temblando, le estrechó su mano, pactando la alianza.  Aura se quedó pensativa por un momento, pero decidió ayudar a su amigo, tan solamente quería la felicidad de él y si la venganza le hacía feliz, ella no era nadie para impedirle esa felicidad. Brett sonrió, volteando su cuerpo. La joven se quedó extrañada ante este acto.

-Brett: Debo irme.

-Aura: Pero Bre-...

-Brett: No trates de seguirme.

El príncipe se fue entre risas algo aterradoras, dejando a la médium sola, pensativa y confusa ¿Habría echo bien? Quién sabe. El príncipe tenía fama de que estaba algo chalado, eso le producía inseguridad. Ya caía la noche y la niebla cada vez era mayor, así que decidió ir al palacio, y hacerse pasar por una invitada más, aunque evitaría a toda costa a la familia real. Tan solo iba allí para encontrarse con un ser querido.

El tiempo transcurría y toda Termina estaba con los ojos puestos en el enlace entre Lulú y Cristg, el futuro rey de la bella tierra de Termina. Lulú iba hermosa, su pelo estaba recogido por un alto moño cubierto por un largo velo y un traje blanco como la seda, en sus hombreras llevaba lazos y por el abdomen, tenía rayas, haciendo el vestido un poco voleado. Josex había llegado muy apurado tras la busqueda de su hija, entró en la Iglesia y todos se le quedaron mirando. Josex tragó saliva y pasó al interior, echandose a un lado para poder contemplar mejor en enlace. Al darse el si quiero, todo los habitantes aplaudieron entusiasmados.

La noche llegó, todos los habitantes se encontraban en el gran salón del palacio de la casa real, todos bailaban al compás de la música, mientras se divertían y esperaban a los bufones Cris y Sofi, los mejores bufones de toda la casa, la gente se reía mucho con ellos y eran los favoritos. En un determinado momento, la puerta se abrió de par en par y se presentó una joven y bella dama de ojos verdes como las esmeraldas, transparentes, parecían que te miraban al alma; sus cabellos eran color madera, un castaño bastante peculiar y ¿para qué hablar de su rostro? Era maravilloso, todos se quedaron perplejos al verlas. ¿Quién iba a ser si no? La princesa Lenna, príncesa de Lorule.

-Lenna: Oh, cuanto tiempo sin venir...

Todos los cortesanos, soldados y caballeros hicieron una leve reverencia y Lenna comenzó a caminar hacia donde estaban los nuevos reyes. Miró de reojo hacía sus lados, en busca de Brett, ellos siempre habían sido rivales pero aún así, ellos tenían una relación de amistad bastante grande, aunque la princesa no quería admitir eso. Era una persona muy dura de carácter que mostraba sus sentimientos con dificultad.

-Lenna: Buenas, os doy la enhorabuena por vuestro enlace.

-Lulú: Os lo agradecemos, señorita Lenna.

-Lenna: ¿Y Brett? ¿No está aquí?

-Cristg: No.

-Lenna: Qué extraño... ¿Sabeís donde puede estar?

-Lulú: Verás, es una historia larga... Más tarde se lo diré. Y no, ninguno sabemos donde está.

Al pronunciar aquellas palabras, una sombra se acercó a ellos, lentamente, con pasos cortos pero sonoros. La sombra levantó la cabeza, dejando ver el reflejo de sus gafas, y una sonrisa algo pícara. Los tres se quedaron mirando, algo extrañados. El supuesto desconocido dio un paso hacia delante, dejando ver su rostro, y no dudó en aclararse la voz.

-???: ¿Quereís saber dónde está el príncipe?

-Cristg: Identifícate.

-???: Antes, su majestad, responda a mi pregunta.

-Cristg: No lo volveré a repetir.

-???: Encima que ofrezco mi ayuda.

En palacio seguía la fiesta, como todo el mundo esperó, los bufones Cris y Sofi llegaron, formando un dúo. Iban vestido como arlequines; un gorro lila y amarillo con varios picos simulando una palmera, con un cascabel en cada una, llevaban la nariz en rojo, el ojo izquierdo tenía dibujado un sol y en el derecho una pica, se habian pintado los labios de color rojo, iban también con un traje de rombos muy colorido, diferentes colores se fusionaban para crear otros, era bastante extravagante. Todos aplauden y hacen su entrada. Cris aparentaba ser un borracho, por lo que producía bastante risa.

-Cris: ¡S-Sofi! ¡No te vas a creer lo que me ha pasado! Mira, vengo oliendo a colonia, con estas ropas tan raras, con lapiz labial por toda la cara y puff... Tengo una resaca...

-Sofi: ¿Pero qué ha pasado?

-Cris: ¡Que me he peleado con un arlequín!

-Sofi: Ve al oculista.

-Cris: Pues debería, me ha dejado cinco cartas...

-Sofi: El de ver te llama.*

(*Nota: No me culpen, no se me ocurrían otros ;//; )

La actuación siguió con más chistes y espéctatulos de malabares, globos y acciones, todos comenzaron a reír intensamente y a pasarselo bien al ver a ese dúo haciendo aquellas cosas. A cada actuación terminada, el público aplaudía con entusiasmo, con algunos silbidos. Entre la multitud, se podía divisar a un chico de pelo corto castaño, de ojos castaños igual, parecía bastante normal y corriente ¿Su nombre? Dani, un antiguo amigo de la infancia de Aura, la buscaba por todo el salón pero parecía que no tenía suerte.

Capítulo 8: ¿Una aparición?[]

Antes de nada quisiera disculparme por la tardanza en este fanfic. Espero que todos los usuarios me perdoneís pero no he podido continuarlo por motivos personales, pero bueno, lo importante es no dejar las cosas por acabar y seguirlas, hasta el final :'3  Comentad y decidme en que debo mejoras y vuestras opiniones nwn Os estaré agradecida

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