Muy buenas señoritas y caballeros, niños y niñas, Brettcys y Brettios (?), okya. xD Bienvenidos a todos al blog sobre mi tercer fan-fiction, titulado Cruel Angel's Thesis. Como ya he anunciado en el blog previo, es un fic puramente basado en mi anime favorito Neon Génesis Evangelion. Espero que disfrutéis de la historia y comentéis las impresiones que os va dejando. ^_^ Como siempre digo, estoy dispuesto a escuchar sugerencias y críticas que nos ayuden a todos a mejorar como escritores. :3
Prólogo
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La historia que vais a presenciar transcurre en el año 2015, en un mundo donde la Historia ha recorrido las mismas pautas que la Historia del mundo real. No obstante, hubo un año que lo cambió todo, un año que fue un punto de inflexión para toda la humanidad, el año del 2000, más conocido por el “Segundo Impacto”. Pero, antes de hablar de ese año, antes de hablar del Segundo Impacto, tenemos que retroceder mucho más en la Historia. Todos pensamos que conocemos la Historia, que la Historia que nos enseñan es la verdad, pero es muy fácil ocultar una verdad a ojos de la Historia.
Como ya he dicho, vamos a retroceder mucho más allá del año 2000, sí, mucho más atrás, a cuando incluso los humanos no existían sobre la faz de la Tierra. Hablo del Jurásico, una época que transcurrió hace 200 millones de años. Todo el que conoce la Historia sabe que el dominio de los dinosaurios llegó a su fin cuando un meteoro de gigantescas proporciones colisionó contra el planeta, teniendo como consecuencia unos efectos secundarios que acabaron con gran parte de la vida que habitaba el planeta. Todo el mundo lo sabe, piensan que lo que colisionó contra la Tierra fue una gigantesca roca del espacio. No obstante, se equivocan, pues lo que colisionó contra la Tierra era algo más que una mera roca del espacio, era un ser vivo, un ser del espacio de gran tamaño, aquel que fue bautizado como Adán. El extraterrestre chocó en la parte de la Tierra que más tarde se convertiría en el actual Oriente Medio. Otra cosa que desconoce la verdadera Historia es el impacto de otro ser vivo en la Luna. Otro ser del espacio de gran tamaño, que recibió el nombre de Lilith. Ellos son los dos primeros Ángeles, los cuales llegaron en lo que los científicos han bautizado como “Primer Impacto”. Cuando impactaron, ambos Ángeles, Adán y Lilith, aún estaban vivos, pero sus vidas estaban llegando a su fin. Se desconoce por qué, pero eligieron al planeta Tierra y su satélite como lugar de descanso. Cuando sus vidas se extinguieron, los restos de sus cuerpos quedaron ligados a la Tierra y a la Luna, creando así nuevas formas de vida. ¿Qué formas de vida? Bueno, es fácil de deducir, los humanos, nuestra raza proviene del primer Ángel, de Adán. ¿Evolución? Sí, es verdad que esos monos se parecen mucho a nosotros, pero no son más que un intento fallido de nuestra raza. Solo piénsenlo, las primeras civilizaciones fueron Mesopotamia, Babilonia, Siria, Egipto, todas ellas en Oriente Medio, lugar donde se estrelló el primer Ángel, el padre de la humanidad, Adán. Como Lilith descansaba en la Luna, fue imposible que detrás de sí dejara alguna forma de vida. No obstante, Lilith tuvo un legado. Tanto Lilith como Adán dejaron detrás de sí un objeto, el cual representaba su divinidad y poder, una esfera. La esfera de Lilith quedó escondida junto a su cuerpo en la cara oculta de la Luna, mientras que la esfera de Adán llegó a manos de sus hijos, a manos de la raza humana. ¿Quién no ha oído hablar de las grandes estructuras de las antiguas civilizaciones? De las pirámides de Egipto, de los grandes templos o de las capacidades de dichas civilizaciones en tan temprana era. Todo se debe al poder de la esfera, al poder que dejó Adán a sus hijos. La esfera pasó por manos de muchas generaciones de humanos hasta quedar en poder del pueblo egipcio. En buenas manos la esfera llevaría a los humanos al esplendor y la prosperidad. Pero los corazones humanos son fáciles de corromper, y la esfera también refleja esto. Cuando mayor era el esplendor de Egipto, estallaron las guerras y las trifulcas, dando lugar al “primer periodo intermedio de Egipto”, tiempo en el que el poder quedó descentralizado. Todo fue por una razón, por la esfera. La dinastía del pueblo egipcio entendió el peligro que la esfera conlleva consigo y tras ver a su país en el caos, decidieron sellarla en la oscuridad, donde la humanidad nunca más podría encontrarla... O eso intentaban. Pasaron los siglos y poco a poco la existencia de la esfera pasó a ser una vieja leyenda. La historia de Adán y la proveniencia de los humanos cayeron en el olvido, pero la esfera se negaba a ser olvidada. Las escrituras del pueblo egipcio sobre la esfera fueron traducidas por los Griegos, de quienes más tarde fueron traducidos por los Romanos, quedando así la historia archivada. Siguieron pasando los siglos y con el colapso del Imperio Romano, primero en el 476. D.C. y luego la caída definitiva en Constantinopla durante 1.453 D.C., el mundo cambió de manos y fue a parar al de dos religiones en particular, la cristiana y la musulmana. Todos sabemos sobre las luchas de ambas religiones desde el siglo XI hasta el siglo XIII, con las famosas cruzadas en Oriente Medio. Tal vez los musulmanes lucharan 100% por su fe, pero los cristianos tenían un segundo objetivo aparte de imponer su fe, la esfera. Los escritos latinos de los Romanos llegaron a la Iglesia, que pronto movilizó sus medios en afán de encontrar la esfera a la que llamaron, la “Luna Blanca”. Muchos fueron los intentos de los cristianos de obtenerla, pero, resultó imposible, pues los medios de la época no eran suficientes para dar con la Luna Blanca. Al final los cristianos se dieron por vencidos y calificaron a aquellos escritos como leyendas de los antiguos, a pesar de lo creíbles que resultaban los documentos transmitidos por los Romanos. Así siguió pasando el tiempo hasta llegar a los primeros años del siglo XX. Por aquel entonces, la historia de la esfera era algo que incluso se daba en las bibliotecas de Europa como una leyenda. Entre los años 1903 y 1913, un voraz lector residente entre Linz y Viena, Austria, llamado Adolf Hitler, leyó numerosos libros sobre la esfera e indagó en busca de información. En un principio no le parecía real que tal poder existiera en el mundo, pero su curiosidad lo empujaba a investigar más y más. Sea o no por un capricho del destino, la crisis económica de 1929 empujaron a ese hombre, Adolf Hitler, por medio del Partido Nazi, a llegar al poder de Alemania en 1933. El fascismo se alzó en Europa, y el nazismo de Hitler era su máximo impulsor. Así llegó el 1 de septiembre de 1939, estalla la Segunda Guerra Mundial. En poco tiempo Hitler invadió toda Europa, sometiéndola al nazismo. Esto también fue posible gracias a algunas alianzas, como la realizada con los fascistas italianos dirigidos por Mussolini. El pacto con los italianos dio a Hitler acceso a los escritos de la Iglesia que le confirmaron la existencia de la Luna Blanca. Al conocer que el poder de cambiar el mundo era real, Hitler no dudó en dejar de presionar al Reino Unido y cambiar su estrategia para avanzar por el norte de África y apuntar hacia la Unión Soviética. A ojos de la historia, lo que Hitler buscaba en Oriente Medio era el petróleo, pero en realidad había un segundo motivo. Entre 1941 y 1942, con la lucha en Stalingrado resonando, los nazis comenzaron a acercarse a la Luna Blanca. Era el arma que les haría invencibles, o eso pensaba Hitler. No obstante, los errores militares y la derrota en Stalingrado, así como la llegada de los Estados Unidos a la lucha y el desembarco de Normandía en la primavera de 1944, puso en retroceso a los nazis, que poco a poco comenzaron a ver cómo eran derrotados por los Aliados. A pesar de que Hitler fue derrotado y se suicidó el 30 de abril de 1945, su equipo en Oriente Medio había conseguido la proeza, dieron con la Luna Blanca. Después de más de 20 siglos desaparecida, fue encontrada. No obstante, como los nazis fueron derrotados, la esfera y los informes fueron a parar a un grupo de militares de los Estados Unidos de América. El general al cargo de la división que encontró la esfera y sus informes, Keel Lorenz, decidió guardarlo todo en secreto e incluso llegó a asesinar a algunos de los miembros de su pelotón que fueron testigos de cómo tomaba la esfera y los informes. Cuando la Segunda Guerra Mundial terminó, y los Estados Unidos se colocaron a la cabeza del mundo, Keel Lorenz dejó el ejército con las máximas condecoraciones y al ser una persona acaudalada, fundó la empresa SEELE. A ojos públicos, SEELE era una empresa dedicada al desarrollo e investigación tecnológica, teniendo una gran participación con la NASA. No obstante, en la oscuridad, Keel Lorenz y sus socios utilizaban sus ingresos y medios para investigar a la Luna Blanca. A pesar de que habían dado con ella, ninguno de los escritos que tenían o alguna información hablaban sobre su verdadero uso. Por ello, durante el resto del siglo XX, SEELE continuó investigando a la esfera. Keel Lorenz quería ser el hombre más poderoso de la Tierra, trataba de rozar la divinidad del creador de la humanidad, Adán. A mediados del siglo, un satélite estadounidense, casualmente regulado por SEELE, descubrió al otro lado de la Luna los restos de Lilith y la otra esfera aún junto a sus restos. Cuando SEELE supo de la existencia de una segunda esfera, de inmediato invirtió todo los ingresos que pudieron a la NASA, para enviar al hombre a la Luna. Así, el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna. Bajo un plan secreto de cinco minutos donde se cortó la conexión con la Tierra, el equipo en la Luna llegó donde los restos de Lilith, el segundo Ángel y se hicieron con la segunda esfera, a la que llamaron la “Luna Negra”. Luna Blanca, una esfera de tonalidad pura, y Luna Negra, una esfera de tonalidad oscura. La primera perteneció a Adán, el primer Ángel; la segunda a Lilith, el segundo Ángel. SEELE, evadiendo al gobierno de los Estados Unidos, consiguió las dos esferas. A partir de entonces, las inversiones a la NASA y otros cuerpos del Estado cayeron en picado, levantando ciertas sospechas dentro del gobierno. Aun así, SEELE continuó con sus planes clandestinos e investigó a fondo las dos esferas. Finalmente, en 1999, la investigación de SEELE llegó a su parte final cuando consiguieron despertar a las dos esferas, aunque no fue lo único que despertaron... Keel Lorenz ya era anciano, pero sus ambiciones se habían cumplido, las esferas le otorgarían un poder y una tecnología con la que podría adueñarse del mundo. Sus investigaciones le dieron un conocimiento superior al de los antiguos, llegando tan lejos como para crear una tercera esfera. De la Luna Blanca y la Luna Negra surgió una tercera en la que fusionaron esencias de las anteriores, surgiendo la Luna Gris. Con cualquiera de esas esferas, la fuente de energía era ilimitada. Su energía era tal que podría incluso sustituir a los combustibles fósiles, el petróleo o el carbón. Mientras Keel Lorenz y el resto de SEELE preparaba su “asalto” al mundo, en el año 2000, sucedió un evento que cambió la historia de la humanidad, el “Segundo Impacto”. El 22 de marzo del 2000, al sureste del globo, en el país de Chile, concretamente al sur del mismo, colisionó un meteoro que provocó unos daños a gran escala. Al principio el mundo entero pensó que lo que había chocado en el sur de Chile era una roca del espacio, pero estaban equivocados. De entre el fuego y el caos surgió una figura gigantesca, humanoide, que claramente era alienígena. Con sus poderes sobrenaturales, el extraño ser comenzó a avanzar hacia el norte de Chile, arrasando todo a su paso. Aunque el gobierno chileno y algunos ejércitos aliados trataban de detener al monstruo, las armas convencionales no servían contra este nuevo ser. Pronto SEELE identificó al ser como el tercer Ángel, que recibió el nombre de Vehuhia. Al igual que los humanos, el Ángel era hijo de Adán, y había llegado a la Tierra con un motivo desconocido para los humanos. Vehuhia avanzaba hacia el norte, más allá de Chile, pasando por Bolivia, Perú y Colombia, arrasando con todo a su paso, sin poder ser frenado por las armas humanas. El problema se convirtió en mundial, pero ningún gobierno del mundo tenía la respuesta a como detener al tercer Ángel. Vehuhia siguió avanzando, hacia el norte, arrasando centro América y pronto llegando a México. En el invierno del año 2000, el tercer Ángel estaba arrasando México en dirección a Estados Unidos. Curiosamente, parecía dirigirse hacia Washington, donde también estaba la sede de SEELE. Por seguridad, algunos de los miembros de SEELE, entre ellos Keel Lorenz, volaron a Europa, llevándose consigo dos de las tres esferas. SEELE se dio cuenta de que lo que el Ángel perseguía era las esferas. Al parecer el Ángel quería recuperar lo que fue de su padre, de su estirpe. A pesar de esto, SEELE no estaba dispuesto a dar sus esferas, y al menos pensó en salvar dos volando hacia Europa, concretamente a Londres. A principios del 2001, en el norte de África, en el Sahara, se produce un nuevo impacto. Un nuevo Ángel llegó a la Tierra, el cuarto Ángel, llamado Jeliel. Al principio no causó muchos muertos, pues cayó en mitad del desierto, pero en su avance puso en alarma a toda Europa. En poco tiempo el Ángel se movió hacia Marruecos y cruzó por el estrecho de Gibraltar, como si supiera el camino más adecuado para evitar el mar. Jeliel llegó a España y arrasó con el país. El mundo y sus poderes se sumían en el caos, en Estados Unidos avanzaba Vehuhia, mientras que por España avanzaba Jeliel. Por si fuera poco, hubo un tercer impacto, esta vez en el frío noreste de Rusia. Así es, era el quinto Ángel, que recibió el nombre de Sitael. Keel Lorenz decidió volar hacia China, Pekín, con una de las esferas, mientras que las otras dos se quedaron en Estados Unidos y Londres. El plan de SEELE era moverse para ganar tiempo hasta que la humanidad encontrara la forma de neutralizar a los Ángeles, aunque parecía imposible. En el verano de 2001, Vehuhia estaba cerca de Whashington, por lo que los miembros de SEELE se movieron hacia California. Inmediatamente, Vehuhia cambió su rumbo hacia California, siguiendo los pasos de SEELE. Lo mismo pasó en Europa, en cuanto SEELE dejó Londres por Berlín, Jeliel cambió su rumbo, siguiendo a la esfera. Keel Lorenz también se vio obligado a volar a Japón, Tokyo, cuando Sitael bajó de Rusia y comenzó a destrozar China. La situación en el mundo era grave. Los grandes gobiernos del mundo colapsaron, y la mayoría de sistemas desaparecieron. Surgieron guerras y disputas, no por poder o economía, solo por víveres, por lo necesario para sobrevivir a las catástrofes causadas por los Ángeles. Al desaparecer los grandes gobiernos del mundo y tratando de recuperar el control sobre la humanidad alocada y confundida, las Naciones Unidas tomaron el control. Todos los gobiernos supervivientes se fundieron en las Naciones Unidas, las cuales se convirtieron en la máxima autoridad en el mundo, todo por el bien de la raza humana. Su mayor prioridad, acabar con los Ángeles. Pero, ¿cómo acabar con un ser al que no le afectan las armas humanas? Ante esta cuestión los americanos propusieron una medida desesperada, usar el arma más poderosa que ha conocido el hombre, la bomba atómica. Tras intensos debates, se llegó a la conclusión de lanzar algunas bombas atómicas sobre Vehuhia, el tercer ángel, a pesar de condenar a parte de la población estadounidense. En enero del 2002 se lanzaron varias bombas nucleares sobre el Ángel, y aunque fue persistente hasta el final, el tercer ángel finalmente fue neutralizado. El sacrificio fue significativo, pero el fin justifica los medios, o eso quería pensar la ONU. Pero aún quedaban dos Ángeles. Jeliel seguía arrasando Europa, siguiendo al esquivo SEELE, mientras que Sitael había nadado hasta Japón y estaba destrozando al país del Sol naciente. El debate volvió a la mesa de la ONU, usar o no usar las bombas atómicas. Era lo único que podía vencerlos, pero su radiación perjudicaría a la población incluso si era evacuada, como sucedió en Estados Unidos. Fue entonces cuando en la primavera del 2002 surgió la figura de Keel Lorenz, que tratando de engañar una vez más a la humanidad “disfrazó” a SEELE y colaborando con la ONU desarrolló un nuevo tipo de arma, la Bomba N2. Se trataba de una bomba con el potencial de una nuclear, pero sin usar la tan perjudicante radiación. ¿Cómo pudo desarrollar SEELE semejante arma en tan poco tiempo? La respuesta son las esferas y su poder. Gracias a ellas SEELE había desarrollado el arma que buscaba la ONU. Tras tomar las suficientes precauciones, la ONU decidió usar la Bomba N2. En julio de 2002, por medio del invento de SEELE, los Ángeles cuarto y quinto, llamados Jeliel y Sitael, fueron neutralizados. En agosto del 2002 por fin concluyó lo pasaría a la historia como el “Segundo Impacto”. Todo parecía haber terminado, pero la humanidad había cobrado un precio muy alto. La población mundial descendió a la mitad y el mundo tal como lo conocíamos desapareció. El impacto de los Ángeles inclinó ligeramente el globo y se produjo un cambio climático. La ONU siguió ejerciendo el poder en el mundo y puso todos sus esfuerzos en reconstruirlo. Numerosos proyectos y nuevas formas de gobierno fueron pensadas, aunque se necesitaba una cosa para llevarlo a cabo con rigurosidad, dinero. La ONU pidió un esfuerzo económico a todas las empresas supervivientes al Segundo Impacto, principalmente a SEELE, que había salido prácticamente intacta. Para sorpresa de la ONU, Keel Lorenz se negó rotundamente, alegando que SEELE ya había invertido bastante por la humanidad. Este comportamiento tan raro, así como la coincidencia de que los movimientos de los Ángeles seguían a los agentes de SEELE, despertaron sospechas y la ONU comenzó a investigar a SEELE en secreto. En abril del 2003, los equipos secretos de la ONU desmantelaron por completo la conspiración de SEELE y de Keel Lorenz. Todo el personal fue detenido, y Keel Lorenz fue condenado a muerte por haber provocado el Segundo Impacto por su codicia, así como por sus traiciones a los Estados Unidos de América. SEELE desapareció y la ONU requisó a la Luna Blanca, la Luna Negra y la Luna Gris. Siendo conscientes de que habían provocado la mayor catástrofe de la humanidad, decidieron destruirlas. Dicha misión fue concedida al mejor equipo de científicos reunidos bajo el colectivo de Gehirn. No obstante, cuando los científicos adquirieron los conocimientos sobre las esferas, se opusieron a su destrucción y realizaron un informe para la ONU. El informe describía que las esferas tenían un poder más a favor de la humanidad que en su contra. Con la ilimitable fuente de energía de cada esfera se ahorrarían millones y millones de dólares y la reparación, así como recuperación y desarrollo del mundo sería como un juego. Con una fuente de energía ilimitada hasta las guerras terminarían. Ante el informe presentado, la ONU abrió un nuevo debate. ¿Mantener las esferas y arriesgarnos a otro Segundo Impacto, o destruirlas y dificultar el progreso de la humanidad? Fue una decisión arriesgada, pero las esferas se quedaron en poder de la humanidad, las cuales serían utilizadas para reconstruir y desarrollar el mundo. A sabiendas de que un nuevo ataque de Ángeles era posible, la ONU convirtió a Gehirn en la organización paramilitar llamada NERV. La ONU cedió a esta nueva organización las tres esferas, así como la misión de protegerlas a ellas y a la humanidad de los posibles ataques futuros. NERV, bajo las indicaciones de su comandante, Gendo Ikari, colocó tres sedes en el mundo: una en la nueva capital de Japón, Tokyo-3; otra en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos; y por último una en Berlín, Alemania. A cada sede se destinó una esfera, actuando como núcleo de energía mundial. NERV continuó desarrollándose tecnológicamente, obteniendo armas eficaces para combatir a los Ángeles y también formó a los humanos que portarían dichas armas. Esa fue la prioridad de NERV desde el año 2004, hasta finalmente el año donde transcurre nuestra historia, en el año 2015... |
Tokyo-3 Saga[]
Capítulo 1: Angel’s Attack
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El ataque del Ángel |
Bienvenidos al año 2015. Bienvenidos a un mundo que ha cambiado por los ecos de un acontecimiento, un mundo que ha cambiado debido al Segundo Impacto. Ya han transcurrido casi quince años desde que se inició el Segundo Impacto, y sus efectos siguen muy presentes en las mentes de las personas que nos ha tocado vivir en esta nueva era. Desde el 2005 al 2015 han transcurrido diez años que ya empiezan a conocerse como “la década post-Segundo Impacto”. Tras el Segundo Impacto la población mundial se redujo a la mitad, pasó de 6.000 millones a 3.000 millones de personas. A partir del 2005 el mundo recuperó la estabilidad y el crecimiento de la población mundial se ha reanudado, ahora anda sobre los 3.500 millones de personas.
Toda esta estabilidad se ha dado gracias a las Naciones Unidas. Entre el caos del Segundo Impacto la ONU se alzó como la máxima autoridad política del mundo. Por fin la ONU tiene el poder que se merece, ahora no importa si eres Estados Unidos o Pakistán, ante los ojos de la ONU tienes el mismo peso. Gracias a esa firmeza la ONU ha permitido una estabilidad política en el mundo. Se acabaron las guerras en Oriente Medio, no más disputas entre Estados Unidos y Rusia. Aunque claro, los conflictos siempre estarán ahí, pero de momento la ONU parece manejarlos. Muchos de los países que conocíamos y sus formas de gobierno han desaparecido. Ha sido como un borrón y cuenta nueva en la historia de muchos países. El nivel de vida vuelve a ser bastante bueno, al menos en las zonas desarrolladas del planeta. La reconstrucción del mundo ha sido como un juego de niños gracias a las esferas tricolores. No solo nos hemos recuperado, yo diría incluso que hemos avanzado bastante, las esferas nos permiten alcanzar una tecnología muy bárbara. No estamos como en las películas con eso de los coches voladores y demás, eso sigue siendo de la ciencia ficción, pero la tecnología si ha avanzado. ¿Qué más decir de este nuevo mundo? Bueno, el clima ya no es el mismo. Las múltiples colisiones de los Ángeles durante el Segundo Impacto han inclinado ligeramente el eje del globo y ha provocado un cambio climático. La temperatura media del planeta ha subido, aunque los expertos dicen que en la próxima década el clima empezará a volver a ser como era antes del Segundo Impacto. Para que os hagáis una idea, en Japón ahora mismo siempre hace un clima de verano. Poco importa la estación del año, la sensación siempre es veraniega. Seré sincero, yo no soy de Japón, pero como me voy a tener que vivir allí hasta Dios sabe cuándo, pues más me vale estar informado. A todo esto, ¿dónde están mis modales? ¡No me he presentado! Mi nombre es Xavi, Xavi Muñoz. Soy un chico de veinte años, un superviviente del más que mencionado Segundo Impacto. Soy un chico alto, 1,83 metros, de pelo negro, ojos entre marrones y verdes, así como de complexión delgada. Estoy delgado, pero en forma. Pertenezco a la generación que le tocó sufrir ese acontecimiento. Nací en España, donde viví como un niño normal hasta los cinco años. Cuando el cuarto Ángel, de nombre Jeliel, decidió visitar España lo perdí todo. Aquel gigantesco monstruo del espacio me lo arrebató todo, tanto mi familia como mi hogar o mis amigos. No recuerdo mucho sobre el Segundo Impacto, y como comprenderéis lo poco que recuerdo no me agrada mucho recordarlo. He olvidado la mayor parte de lo que sucedió, posiblemente mi mente bloqueó aquellos recuerdos para protegerme a mí mismo. Tras el paso del quinto Ángel fui acogido en un campo de refugiados, uno de los muchos que había por todo el continente. En el 2005, cuando yo tenía diez años, mi vida volvió a cambiar cuando dos agentes de la agencia paramilitar NERV llegaron al campamento donde yo vivía. Dos hombres, vestidos de negro, como de una película, me sometieron a un test y sin darme cuenta de cómo, aquellos agentes de NERV tomaron mi custodia y me llevaron lejos de España, lejos de mi hogar. Llegué a Estados Unidos, done me colocaron el título de “niño elegido”. “¿Qué mierda es eso?”, pensaréis. Bueno, para ser humilde yo también lo pensé en su momento. Os explicaré: NERV es una organización dedicada a la protección de las tres esferas y la humanidad. ¿De qué los protege? De los futuros Ángeles que llegarán a la Tierra, tal y como predican los Manuscritos del Mar Muerto. Para llevar a cabo esta protección NERV ha desarrollado unas nuevas armas, llamadas “Evangelion”. Los Evangelion no son pistolas ni nada por el estilo, son seres biomecánicos de gran tamaño. A ojos de una persona normal parecen robots, pero realmente no lo son. Para que lo entendáis, son como Ángeles creados para ser pilotados por el hombre. Pero claro, no cualquier humano puede pilotar estos seres biomecánicos. Para poder pilotarlo el humano debe tener unos patrones cerebrales lo más parecidos posibles a los de un Ángel, consiguiendo así una sincronización armoniosa con el Evangelion. ¿Qué humanos son los que tienen estas características? Aquellos que sobrevivieron al paso de un Ángel durante el Segundo Impacto. El mero hecho de tener cerca un Ángel es suficiente como para alterar los parámetros cerebrales de una persona, y el cambio es más fuerte a las edades de cinco, seis y siete años. Por ello NERV emprendió una búsqueda por todo el mundo, en busca de niños o niñas que hubieran nacido entre los años 1993, 1994 y 1995, con la intención de encontrar a los futuros pilotos de Evangelion. Yo soy de 1994, por eso me hicieron los test, y al parecer mis resultados eran todo lo que NERV buscaba. Así pasé a convertirme en un futuro piloto de Evangelion y pasé a vivir en Estados Unidos, en Cambridge, Massachusetts. Bajo la custodia de un sensei, mis días pasaron a estar dedicados puramente a entrenamiento, a prepararme para el día en el que tuviera que subirme a un Evangelion. Reforzar mi resistencia psicológica, enriquecer mi ética, fortalecer mi cuerpo y aprender japonés e inglés; eso era básicamente mi entrenamiento. Hasta la semana pasada mi vida estuvo dedicada a ese entrenamiento, hasta hace una semana. Así llego hasta el presente. Hace unos días recibí la llamada por la que el comandante de NERV, Gendo Ikari, me concede la actividad de piloto y pide mi presencia en la sede de Japón, en Tokyo-3. Y después de contaros de forma resumida mi vida y los cambios de este nuevo mundo, va siendo hora de que abordemos el presente... Acabo de llegar a Yugawara, una ciudad en la prefectura de Kanagawa, al suroeste de Tokyo-3, mi verdadero destino. El avión de NERV América me ha dejado en esta ciudad, pero me parece que no he llegado en muy buen momento, pues se ha declarado el “estado especial de emergencia”. Pues ahí estoy yo ahora mismo, en mitad de Yugarawa, la cual se ve desierta debido al estado de emergencia. Ahora mismo estoy en la acera de un bulevar, mirando la carretera desierta. Si miro hacia a la derecha o a la izquierda no veo ni una sola alma. Detrás de mí hay numerosas tiendas, pero todas están cerradas. En la acera de enfrente hay un parque y un espacio verde, pero está igual de desierto. Hay algunos coches aparcados en mitad de la carretera, con las puertas abiertas. La mayor actividad que se aprecia es el paso de los semáforos de rojo a verde y viceversa. Lo único que me acompaña es una ligera brisa y el calor del Sol. También escucho sonidos a lo lejos, aunque no termino de descifrar de qué provienen. De vez en cuando suena el mismo mensaje por los megáfonos de la ciudad:
Después de eso vuelven a repetir el mismo mensaje. Ahora que lo pienso esto parece una película de zombies, me recuerda a una que vi hace poco titulada “Interland”. Mierda, ya empiezo a preocuparme... ¿A qué vendrá el estado de emergencia? Y para colmo la capitana Misato Katsuragi no llega a aparecer. Oh, cierto, no lo he explicado. Si estoy parado en mitad de Yugawara es porque he quedado en ser recogido por la capitana Misato Katsuragi. Por eso espero pacientemente junto a la carretera desierta, bostezando y rascando mi cabeza por el aburrimiento, mirando de vez en cuando a mí bolsa con mis pertenencias, así como la foto que tengo de Katsuragi para reconocerla. La verdad es que Misato Katsuragi es una chica bastante guapa. No me sé su edad, pero diría que está entre los 25 y 30 años. Es una mujer esbelta, de pelo oscuro largo, casi de una tonalidad morada. Piel blanca, ojos oscuros, y un cuerpo más que excitante para cualquier hombre. De hecho en la foto que ahora mismo estoy sujetando tiene una postura bastante insinuante, inclinada hacia delante, luciendo escote... Y pensar que esa belleza es mi jefa. Sin previo aviso, sacándome de mis pensamientos, los distintos pájaros que hay en los árboles de la zona verde de enfrente emprenden el vuelo, como huyendo. Esto me deja extrañado, y justo un instante después se produce un golpe sordo, provocando que eche manos a mis oídos. Unos segundos después siento como una onda expansiva choca contra mí, empujándome al suelo. La onda lo golpea todo, produciendo el sonido metálico del acero que cubre las tiendas cerradas, el mover de los árboles o el de los cables de los postes de luz. Cuando la onda expansiva cesa, confundido me levanto, agarrando mi bolsa. De repente escucho explosiones, cerca de mí, pero estoy seguro de que no es dentro de la ciudad. Entonces, de entre los montes que rodean la ciudad, aparecen un gran número de aviones del gobierno, todos ellos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (JSDF). Los motores de los aviones acaban con todo el silencio que había en la ciudad. Es raro, pero los aviones sobrevuelan la ciudad a un ritmo bastante lento, y de espaldas, como si tuvieran bajo el punto de mira a algo. Siguen apareciendo aviones y segundos después, rodeado por todos esos aviones, aparece un gigantesco monstruo de forma humanoide que se cuela entre los montes y llega a la ciudad. Forma humanoide, de piel entre negra y azul oscuro. Sus hombros están cubiertos por una especie de hombreras de color blanco, y algunos de sus huesos son visibles en el torso y las piernas. En el centro del pecho tiene un gran núcleo rojo y su cara es como de una máscara. (1) No hay duda, ¡es un Ángel! Un escalofrío recorre mi cuerpo y de inmediato mi mente queda bloqueada, bloqueando también cualquier movimiento de mi cuerpo. Han pasado quince años, pero me transmite la misma sensación. Miedo, eso es lo único que procesa mi cuerpo, miedo. Solo puedo tragar saliva y mirar perplejo a la perdición de la humanidad. Por mi mente se vienen numerosas imágenes del Segundo Impacto, imágenes del Ángel que me lo arrebató todo, Jeliel. Veo todo tipo de imágenes, algunas incluso las había olvidado. Me he vuelto a encontrar con la mayor de mis pesadillas y como respuesta solo hago una cosa... Sentir miedo... El Ángel avanza sin inmutarse por la ciudad, entre los edificios. Finalmente los aviones de alrededor rompen su inactividad y atacan al Ángel. Desde todas las direcciones, cada uno de los aviones suelta una carga de misiles y disparos que alcanzan al Ángel. Pero claro, es un Ángel, las armas convencionales no le hacen ni cosquillas. Los aviones de las JSDF no se rinden, siguen disparando con todo lo que tienen. Como molesto, el Ángel responde y de su brazo aparece una especie de lanza de luz, que actuando como cuchilla atraviesa a dos aviones que estaban alineados. A continuación el Ángel retira la lanza de luz, que vuelve a esconderse en su brazo, y como consecuencia los aviones caen sobre las calles de la ciudad. No satisfecho, por encima del Ángel aparece una aureola, y después éste se eleva en el aire, levitando. Luego se deja caer con fuerza sobre los restos de los aviones, pisándolos y aplastándolos, provocando una explosión y un temblor en toda la ciudad. El temblor me tira al suelo, sacándome de mi estado de shock. Doliéndome del trasero me reincorporo, quedando de rodillas en el suelo, sin perder de vista al Ángel y tomando mi bolsa. En un gesto de rabia aprieto con mis manos mi bolsa y cierro los ojos, apretando los dientes.
Patético, así me siento ahora mismo. Mi determinación no puede venirse tan pronto abajo, ¡no me lo puedo permitir! Es entonces cuando un nuevo sonido me saca de mis pensamientos y rabia. La frenada de un coche. Para cuando levanto la cabeza, al lado mío, en la carretera, hay un deportivo de color azul. La puerta de este se abre, apareciendo en el interior del coche una mujer.
No me hace falta mirar la foto, no hay duda, es la capitana Misato Katsuragi. No hay tiempo que perder, y apurado me subo al coche, en la parte izquierda. Cabe destacar que los autos en Japón tienen el asiento del piloto en el lado derecho en vez del izquierdo. En cuanto subo, con mucha habilidad, la capitana Misato Katsuragi maniobra con el coche y salimos por la carretera, disparados, pues el Ángel nos pisa los talones. Con el sonido de los inofensivos misiles que chocan contra el Ángel de fondo, yo y la capitana Katsuragi nos alejamos de Yugawara, todo gracias a la velocidad de su auto, aunque la habilidad de Katsuragi al volante también es un importante factor. Katsuragi está totalmente concentrada en conducir y alejarse lo más posible de Yugarawa y del Ángel, así que no me dice nada. Obviamente yo tampoco voy a decirle algo, no quiero romper su concentración. Además, bastante tengo con lo mío, dejando que me controle el miedo al ver un Ángel. Vaya mierda de determinación que tengo. Pasan los minutos y cada vez nos alejamos más de Yugarawa. El silencio dentro del coche ya empieza a ser incómodo. Ya algo cansado de divagar en mis pensamientos mientras miro por la ventana, decido volver mi mirada sobre Katsuragi. Ella no se percata de esto, y sigue centrada en su conducción, seria. Llevaba unas gafas de sol y un vestido de color rojo oscuro, sin mangas, ajustado y que termina en una falda corta, mostrando piernas. Seré sincero, me quedé embobado observando sus bonitas piernas y su más que excitante pecho. En cuanto me di cuenta de donde estaba poniendo mi mirada, la desvié de nuevo hacia la ventana, avergonzado. A partir de ahí rara vez apartaba la mirada de la ventana. En un momento dado, Katsuragi saca el auto de la carretera y lo introduce por un camino más deteriorado, de hecho tras unos metros el camino dejó de ser de asfalto para ser de tierra. El camino llevaba a una explanada de tierra, donde no había nada, pero desde la explanaba se podía ver a lo lejos la ciudad de Yugarawa y al Ángel en ella. Katsuragi aparca el coche en la explanada. El coche queda aparcado de modo que solo se ve la ciudad de Yuragawa desde la ventana del copiloto, es decir, desde mi ventana. Sin decir nada, Katsuragi se quita las gafas de Sol, y luego saca unos binoculares de la guantera del asiento del copiloto, ignorando que yo estaba allí. No le di mucha importancia, pues estaba más pendiente de la vista del Ángel, rodeado aún por un montón de aviones de las JSDF. ¿Todavía no se dan cuenta de qué sus misiles no le hacen nada? Vaya unos idiotas. Sin previo aviso, Katsuragi se desabrocha el cinturón y con los binoculares en mano, se echa encima de mí, con la intención de mirar por mi ventana. Bueno, un movimiento lógico, solo desde la ventana de mi asiento se veía la ciudad de Yugarawa. No obstante, me pilló desprevenido. Parte del cuerpo de Katsuragi se apoya en el mío. Su brazo izquierdo queda rodeando mi cuello, apoyándolo en mis hombros. Sus pechos chocan contra mi cara, mientras que ella levantando el brazo derecho usa los binoculares, mirando por la ventana, sin inmutarse. Aquella postura era tan incómoda como gratificante. Yo me quedé totalmente quieto, temía de hacer algún gesto que molestara a la capitana. Para no excitarme por tener sus pechos en la cara, decidí centrarme en la vista de la ventana. Es entonces cuando veo como los distintos aviones de las JSDF se alejan del Ángel, a la par que un avión más grande se acerca, sobrevolando al objetivo. Esto alarma a Katsuragi, que cuando reconoce el avión que se dirigía al Ángel grita:
Con aquel grito, Katsuragi me desabrocha el cinturón, y acto seguido se tumba encima de mí, provocando que yo también me tumbe mientras grita: “¡Al suelo!”. La capitana me agarra con fuerza, protegiéndome mientras yo no me entero de nada de nada. Todo trascurre muy rápido y acaba con el sonido de una explosión. Así es, habían usado una “Bomba N2” sobre el Ángel, aquella arma de fuerza de una Bomba Nuclear, solo que sin usar radiación. Como consecuencia, aunque la explosión no nos afectaba, una onda expansiva sacude el coche, provocando que este salga disparado dando vueltas de campana, conmigo y Katsuragi dentro, sufriendo el choque. Tras dar varias vueltas, el coche se detiene, quedando bocabajo en mitad de la explanada de tierra. Dentro estábamos los dos, respirando con fuerza por el susto mientras Katsuragi aún no me soltaba. Segundos después, Katsuragi me pregunta: “¿Estás bien?”, a lo que respondo de forma afirmativa. A continuación los dos nos arrastramos dentro del auto, y acabamos saliendo fuera por medio de la ventana. Nada más salir y levantarme veo a lo lejos el humo de la explosión y los aviones de las JSDF aun sobrevolando el lugar.
En eso Katsuragi saca un móvil del auto, con el que realiza una llamada. Mientras yo seguía mirando la ciudad de Yugawara envuelta en humo y llamas, Katsuragi habla por el móvil. No quise poner mucha atención a la conversación por teléfono, pues era una falta de respeto, pero por lo poco que escuché una cosa me quedó clara: el Ángel estaba vivo. Tampoco me sorprendió mucho, necesitaron bastante Bombas N2 para acabar con Jeliel, el cuarto Ángel. La capitana Katsuragi termina su llamada, y tras suspirar me mira. Sonriente me dice:
La capitana me sorprende cuando empieza a reírse. Que confuso, después de no decir ni una palabra y tanta tensión por el Ángel, ahora se mostraba demasiado alegre. Luego la capitana prosigue hablando:
Vale, eso sí que ha sido incómodo y a la vez gratificante. Ante las palabras de Katsuragi, no, de Misato, lo único que puedo hacer es sonrojarme mientras ella vuelve a reírse. Segundos después me pide que le ayude a levantar el auto, ya que entre los dos podremos. Acepto y de inmediato nos ponemos a ello. El auto no estaba del todo tumbado, estaba ligeramente inclinado, así que haciendo fuerza a modo de palanca podemos ponerlo de nuevo de pie. Cuesta, pero entre los dos lo conseguimos. Una vez de pie, el coche muestra algunos daños por la sacudida, como el faro izquierdo roto o un retrovisor descolgado, pero lo importante es que el auto aún funciona. Con el auto listo para volver a ser usado, Misato me da las gracias por la ayuda y luego procedemos a subirnos a él de nuevo. A bordo del deportivo azul de Misato, nos marchamos de aquella explanada de tierra, ahora sí, hacia Tokyo-3. En el camino, ya de vuelta a la carretera, Misato se muestra muy carente de toda tensión y empieza a conversar conmigo. Todo el peso de la conversación lo lleva ella, aunque la verdad, la conversación es bastante pobre. Es comprensible, yo no paro de pensar en el Ángel, y ella está pendiente a la conducción, solo decimos tonterías. Para mi sorpresa, Misato no entra a Tokyo-3 y toma otra ruta. En lugar de ir directamente a la ciudad, vamos a una ruta restringida, la cual solo parece poder ser usada por los agentes de NERV. La carretera nos lleva a una boca metro. Parece raro, pero así era, el coche se introduce en una boca de metro, llegando por ella a unos railes por los cuales está más que claro lo que circula. Hay que destacar que los raíles estaban en un nivel de suelo mucho más bajo que nosotros. Tras unos minutos pasa un tren que parece llevar mercancía, y Misato, sin dudarlo, acelera montando al coche encima del tren. Ella me explica que ese tren desciende hacia el Geo-Front, es decir, los cuarteles de NERV, que por seguridad están bajo tierra. Eso explica porque el recorrido del tren era descendente. Al parecer esa era la manera más rápida de llegar a los cuarteles y Misato la usaba en ocasiones como ésta. Solo teníamos que esperar a que el tren recorriera su camino. Como Misato ya no tiene que atender a la conducción, la conversación se intensifica. En un momento dado, captando toda mi atención, ella me pregunta:
Ante mis palabras, Misato se ríe y sacándome la lengua me dice: “Ya había olvidado con quien estoy tratando”. Una vez más me hizo sentir una mezcla de confusión y buenas sensaciones. Maldita Misato, me hace sentir inseguro. Tras un pequeño silencio, Misato puso su mirada en mí, una mirada serena, y me preguntó:
Vaya, esa pregunta sí que me ha descolocado. ¿Tanto se me nota que estoy preocupado por el Ángel? Maldita sea, seguro que ella espera alguna respuesta valiente por mi parte, no puedo defraudar pues soy un piloto de Evangelion. Aunque claro, tampoco puedo mentir... Mientras sigo debatiendo en mi interior que decir, con la mirada perdida, Misato se me queda mirando. Al ver mi duda, se ríe levemente, haciendo que yo la mire. Cuando yo la miro, ella pasa a mirar al infinito y me dice:
Las palabras tan convincentes de Misato por alguna razón me hacen sentirme más tranquilo, quitándome presión de encima. Al fin y al cabo ella tiene razón. Luego vuelve a mirarme, transmitiendo con sus ojos tranquilidad y dibujando una leve sonrisa para continuar hablando:
Con un nuevo suspiro me apoyo sobre el asiento del coche a la par que pongo mis manos sobre mi nuca, tomando una postura bastante relajada. Con los ojos entre cerrados y tras analizar las frases de Misato, le pregunto:
Misato se sorprende ante la pregunta, no creía que fuese capaz de deducir lo que era evidente para los altos cargos de NERV. Sorprendida guarda silencio, mirándome, sin saber que decir. Como no dice nada prosigo con mi análisis.
Lo que me temía, voy a tener que pilotar un Evangelion así de improvisto. Si me paro a pensarlo esto es de locos, por mucho que me hayan preparado en mi vida he visto un Evangelion. Es más, ni siquiera sé cuál es la unidad que me han asignado. También tengo entendido que para sincronizarse y poder moverse con un Evangelion primero tienes que hacer algunas pruebas de activación. Cuanto más lo pienso es peor. Sin que yo me diera cuenta, el tren comienza a llegar al final del camino subterráneo, viéndose la luz del final. Misato se da cuenta antes que yo y me pregunta:
Después de las palabras de Misato, el tren sale del túnel y llega al mencionado Geo-Front. Solo tengo una palabra para describir lo que mis ojos ven: increíble. Mientras el tren desciende por unos raíles suspendidos en el aire, se puede admirar toda la majestuosidad del Geo-Front, una de las maravillas de la tecnología humana. Se trata de una masiva cavidad subterránea de forma esférica, ubicada debajo de Tokyo-3. El Geo-Front es una esfera de 13.75 Km de diámetro con su interior casi totalmente bajo tierra. En su interior están los cuarteles de NERV, así como túneles de acceso, carreteras y monorraíles hacia la superficie. También se hallan extensos bosques y un gran lago, que simulan las condiciones exteriores; esto es permitido gracias a enormes espejos que canalizan la luz solar a través de grandes ventanas en la superficie de la caverna. La caverna mide 6 km de altura en su punto más alto. En su techo cuelgan los edificios retractables de Tokyo-3. Entre la superficie y el techo de la caverna se hallan 22 placas blindadas para defender la base inferior de ataques de Ángeles. Impresionante construcción, ¿no creen? Una muestra más de lo que la humanidad es capaz de hacer gracias al poder de las esferas. Finalmente, entre tanta expectación de mi parte, el tren desciende por el rail, llegando hasta el interior de uno de los edificios del cuartel de NERV. Cuando el tren se detiene en el interior de la estación de NERV, unos operarios usan una grúa para bajar el auto de encima del tren. Misato y yo bajamos del coche y tras que Misato les de las llaves a un operario para que lleve a su auto a saber dónde, empezamos a movernos por los cuarteles de NERV. Solo hay un adjetivo para esos cuarteles: gigantesco. Una red de salas y pasillos, casi laberíntica, de aspecto muy futurista, con paredes, suelos y techos metálicos, alumbrados por luces fluorescentes. Casi todas las puertas son automáticas o se abren con algún código o tarjeta. En algunas habitaciones el suelo se mueve de forma mecánica por medio de una cinta, sin tener que movernos nosotros. También se puede ver mucha seguridad a lo largo de los pasillos, hombres armados con metralletas. Yo, al igual que Misato, tenemos nuestra respectiva tarjeta que nos identifica como miembros de NERV. Esta tarjeta también se ha de usar para algunas puertas como ya he dicho. Para que vean la inmensidad de la base, hasta Misato tiene que sacar un mapa, mostrándose perdida. Yo lo único que puedo hacer es seguirla mientras observo todo, sorprendido. Con Misato perdida y por extensión, yo, ambos llegamos a un pasillo cuyo final cuenta con un ascensor. Misato llama al ascensor pulsando el botón, y a los segundos, el ascensor llega a nuestra planta, abriéndose sus dos puertas. Al abrirse las dos puertas aparece una mujer que sorprende a Misato.
La mujer es de pelo rubio corto, su cabello no baja más de su cuello. Tiene los ojos marrones, cejas de color negro indicando que llevaba un tiñe de pelo, una peca debajo del ojo izquierdo y los labios pintados de rojo. Va vestida con una bata blanca, y debajo de ella lleva una camisa de botones azul claro, una falda negra y medias oscuras. No sé cuántos años tendrá, pero parece mayor que Misato. Además, Misato es mucho más bella que esa mujer.
La científica Ritsuko Akagi... Recuerdo que mi sensei me habló sobre una famosa científica de NERV, pero no estoy seguro si ella es la doctora Akagi. Bueno, eso poco importa ahora mismo. Misato y yo comenzamos a seguir a aquella mujer, la cual claramente se sabía las instalaciones de NERV, al menos mejor que Misato. Así empezamos a movernos una vez más por los pasillos y ascensores del cuartel. Por el camino la doctora Akagi y Misato hablaban sobre cuestiones tácticas, cosa que yo no terminaba de entender mucho. Aun así me bastó para entender lo más importante, el monstruo que habíamos visto en Yugawara había sobrevivido a la bomba y sin rasguños ya había encontrado Tokyo-3, atraído por la Luna Blanca. Estaba confirmado como el séptimo Ángel, de nombre Sachiel. Por la llegada del Ángel se escuchaba un mensaje por los retransmisores de la base:
Después de eso el mensaje volvía a repetirse. Como es lógico, debido al mensaje había mucho movimiento a lo largo del cuartel. Finalmente tomamos un último ascensor, este nos llevó a una extraña sala, inundada por un líquido extraño. No sé qué líquido era, pero de seguro que no era agua. En mitad de la habitación había una pared que ocultaba a la otra mitad. Por medio de una lancha llegamos a esta pared intermedia, y allí, ya otra vez sobre superficie, pasamos por medio de una puerta. Llegamos a una sala oscura, y cuando encienden las luces, vi a la esperanza de la humanidad, un Evangelion. Al parecer estaba dentro de una habitación que actuaba como caja, encerrado al Evangelion en el líquido extraño así como entre varios soportes. Yo estaba en una especie de puente al nivel del pecho del Evangelion, por ello lo que tenía delante era sus hombros, cuello y cara. Una unidad de color morado, con algunas marcas verdes o naranjas y una especie de cuerno en la frente. (2)
La nueva voz que había entrado en escena venía desde el lado izquierdo, el contrario por el que yo había entrado. La voz pertenecía a nada más y nada menos que Gendo Ikari, comandante supremo de NERV. Era un hombre más o menos de mi estatura, pelo castaño y piel un poco morena. Ojos oscuros, con unas gafas de cristal ovalado, así como una barba, pero sin bigote. Vestía con una camisa roja y una chaqueta azul oscura por encima de ella, con guantes blancos y pantalones que también eran azules oscuros. Ya conocía al comandante de algunas visitas que me hizo durante mi entrenamiento. De todas formas, lo saludé de forma respetuosa:
No llevo más de 12 horas en Japón. Es la primera vez que veo un Geo-Front o piso unas instalaciones de NERV. Es la primera vez que veo un Evangelion. Por lo que me dicen las posibilidades de que se active son nulas, pues no he hecho una sola prueba. Realmente suena complicado, pero:
En un último vistazo antes de irse, el comandante pone su mano derecha en mi hombro y me desea suerte. Tras ello se marcha, al parecer a la sala principal del cuartel, desde donde seguirán la batalla. La doctora Akagi y Misato también se marchan detrás del comandante. Así comienzan a preparar a la Unidad 01, mi unidad Evangelion. En primer lugar vacían la sala del líquido extraño, o como dicen ellos a esa sala, “la jaula”. Diferentes mensajes se oyen por a través de los monitores del cuartel: “Proceso de enfriamiento finalizado”; “Posición de acoplamiento en la jaula confirmada”. A mí por otra parte me llevan a otro lado de la sala, y tras darme unos sensores que tengo que colocar en mi cabeza llamados “clips nerviosos 10”, necesarios para sincronizarme con el EVA, me introduzco en una cápsula cilíndrica con extremos de acabado redondeado que contiene la cabina de mando del Evangelion, llamada “Entry plug”. Mientras tanto, en la sala principal del cuartel todos están ya en sus puestos. Se trata de una sala muy espaciosa, que cuenta con una gran pantalla en la pared que retransmite lo que sucede fuera de los cuarteles. Ahora mismo tiene fijado como el séptimo Ángel, Sachiel, está atacando Tokyo-3. En la sala están los tres potentes ordenadores conocidos como MAGI. Un nivel por encima se encuentra la cadena de mando. Allí están la doctora Akagi y Misato, asesorando a dos chicos y una chica que manejan unos ordenadores que muestran datos a tiempo real y desde los que pueden ejecutar algunas acciones. Detrás de ellos está el comandante Gendo Ikari, sentado y apoyando los codos en una mesa, de forma que sus brazos quedan hacia arriba y puede apoyar la cara en sus manos cruzadas, es su pose característica. Al lado del comandante está el sub-comandante, Kozo Fuyutsuki, un hombre ya algo mayor, de pelo canoso y cara serena. De entre los tres a los ordenadores, la chica, llamada Maya, informa a Misato y Akagi:
Sin que yo lo vea, pero notando el movimiento, pues estoy dentro del Entry plug, lo insertan en la Unidad Evangelion 01. Para insertarlo abren un espacio en la parte de trasera del cuello del Evangelion, por el que entra el Enrty plug. La cabina del Entry plug se resume en un asiento para el piloto, sobre el que estoy, y delante del asiento unos controles para manejar los brazos del Evangelion. El resto de movimientos deben realizarse mediante el pensamiento del piloto. Al menos eso he estudiado. Una vez dentro del Evangelion, escucho una comunicación que dice: “Inyecten el LCL en la cabina del Entry plug”. Antes de que me dé cuenta, un líquido de tonalidad naranja empieza a llenar la cabina, inundándola. Al ver el líquido que me cubre, por instinto, retengo mi respiración. Al verme por el monitor, la doctora Akagi me informa:
Cuando no puedo mantener más la respiración acabo tragando aquel extraño líquido anaranjado, y para mi sorpresa podía respirar con normalidad. Los procesos de liberación del EVA continúan. “Conecten la fuente principal de energía”, de esta forma se conecta a la espalda del EVA el “cable umbilical”, un cable necesario para dar energía a la unidad. Sin este cable el Evangelion cuenta con una batería, que solo dura unos cinco minutos. Con el Evangelion suministrado de energía se escucha: “Comienzo del segundo contacto”, “Funcionamiento del nervio A10 sin problemas”. Entonces el interior de la cabina pasa a tener varios colores, desde los colores del arcoíris hasta el blanco y negro. “Configuren el japonés como idioma de comando”. Finalmente la cabina se vuelve en los ojos del Evangelion, es decir, yo veo desde ella lo que ve el EVA. “Todos los contactos funcionan bien. Conecten las líneas mutuas”. Así se va procediendo en la conexión entre yo y el Evangelion, aunque yo realmente no me entero de nada. En la sala de mando, Akagi y Misato siguen con mucha expectación el proceso. La chica de los ordenadores, Maya, informa a la doctora Akagi:
En la parte de atrás de la sala, el profesor Fuyutsuki, de pie, le habla al comandante Ikari, el cual aún está sentado y manteniendo la postura anterior.
Con la orden de Misato comienza la liberación de la Unidad 01, que estaba anclada dentro de lo que llaman jaula. “Liberen el primer seguro”, y así la espalda del EVA deja de estar anclada. “Muevan el puente umbilical”, y de esta forma la superficie a la altura del pecho, donde yo había estado, es retirada. “Liberen el segundo seguro”, y como consecuencia comienzan a retirar las paredes que rodean a las extremidades del EVA. Se sigue oyendo: “Liberen desde el primero hasta al decimoquinto anclaje de seguridad”. De vuelta a la sala de mando, todos están nerviosos por el riesgo de la misión, pero confían en que todo salga bien.
Antes de que la doctora Akagi pueda dar una orden, una puerta de la sala se abre, entrando por ella una nueva voz femenina que da la orden por anticipado:
Al oír la voz todos se vuelven hacia la puerta, solo para ver a Yui Ikari, esposa del comandante Gendo Ikari y jefa del departamento de investigación y desarrollo de NERV. Una mujer de estatura mediana, pelo castaño, ojos oscuros y una sonrisa por característica. Viste con una bata blanca de la que debajo lleva una camisa rosa y una falda azul marino, sin medias.
Así era, el Evangelion 01 había sido movido por una plataforma móvil hasta el lugar de lanzamiento. La plataforma de lanzamiento consiste en anclar el EVA a una pared, y estos anclajes tiran del EVA, llevándolo por medio de una red de túneles que llevan hasta la superficie de Tokyo-3. Una vez que el EVA está anclado y la ruta de lanzamiento seleccionada, en la sala de mando se informa:
Así los anclajes tiran de la Unidad 01, provocando que salga disparada siguiendo el camino designado por los túneles, hacia la superficie. Dentro del Evangelion la sensación es de pura velocidad y presión, sintiendo las vibraciones mientras la fuerza de la subida me empuja contra el asiento. Por encima del Geo-Front, en Tokyo-3, ya ha caído la noche. Por la ciudad iluminada por las luces artificiales, el séptimo Ángel de nombre Sachiel, avanza entre los edificios. Ningún tipo de actividad humana parece frenar su avance, es más, todos los aviones y fuerzas de las JSDF se han retirado. Al parecer son más que conscientes de que NERV se prepara para actuar e interceptar al Ángel. Los civiles de la ciudad no corren peligro, pues todos han sido evacuados a su albergue. También cabe recordar que los edificios de actividad humana ahora mismo están ocultos, colgando del techo del Geo-Front. Los edificios que quedan visibles son lanzaderas o cajas de armas de NERV, todo en favor de los Evangelion. En un momento dado, caminando casi por el centro de la ciudad, Sachiel por medio de un destello de sus ojos provoca una explosión sobre el suelo de la ciudad, haciendo un agujero hacia el Geo-Front. El agujero no es lo suficientemente profundo como para superar las 22 placas blindadas, pero si causa daños visibles. Antes de que Sachiel lance un nuevo ataque, en la misma calle por la que está pasando, en la propia carretera aparece un cuadrado de luz roja, con un sonido que avisa sobre su inminente apertura. También aparecen unas letras rojas en las que pone “Danger Elevator”. Como era de esperar, la carretera se separa a modo de apertura y por ella asciende la Unidad Evangelion 01, aún sujetada por unos anclajes, llamando la atención de Sachiel. Esa era una de las múltiples salidas que tiene el Geo-Front para lanzar a los Evangelion. En la noche de Tokyo-3, en una de sus carreteras principales, a un lado Sachiel, el séptimo Ángel, al otro lado el arma creada por la humanidad, la Unidad Evangelion 01, pilotada por un inexperto, yo. Una vez más tenía delante a una de mis peores pesadillas, y aunque ahora pilotaba un Evangelion, la sensación de miedo y duda no desaparecía de mí ser, aunque ya no era tan fuerte. La imagen del inminente enfrentamiento entre el séptimo Ángel y el EVA 01 era retransmitida por el gran monitor de la sala de mando en los cuarteles de NERV. Bajo la mirada de todos, el comandante, sub-comandante, científicos y demás, destaca la mirada decidida, pero a la par preocupada de la capitana Misato Katsugari.
To be continued... |
Capítulo 2: A place what call home
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Un lugar que llamamos hogar. |
En la nueva era dictada por el enfrentamiento de los Ángeles y los humanos, comienza una nueva batalla. Año 2015, Japón, en la nueva prefectura de Kanagawa, Tokyo-3. Últimas horas del día cinco de marzo. Hace horas que la noche ha llegado a Tokyo-3, y en la ciudad iluminada por la luz artificial surgen dos figuras. A lo largo de una de las calles principales de Tokyo-3, sobre su carretera, el séptimo Ángel de nombre Sachiel, observa con atención al que ha captado como su rival, la Unidad Evangelion 01. ¿Recordáis quien está al mando de dicha unidad, verdad? En efecto, yo, el inexperto piloto de nombre Xavi.
Frente a frente, una vez más, la peor pesadilla de la humanidad, y por supuesto la mía propia, un Ángel. Aunque estoy subido al Evangelion, no sé yo si puedo permitirme el lujo de sentirme seguro. Sachiel no se mueve, solo me mira, como esperando a mi primer movimiento. Es entonces cuando desde los cuarteles de NERV, en la sala de mando, donde están siguiendo la batalla y a la par tratan de ayudarme, la capitana Misato Katsuragi me habla:
Con mi respuesta positiva Misato da una nueva orden: “Remuevan la última protección de seguridad”. Así, los anclajes a la espalda de la Unidad 01, aquellos que habían usado para lanzarla por los túneles del Geo-Front, son retirados. La Unidad Evangelion 01, mi unidad, queda totalmente liberada. Como mi sincronía con el Evangelion funciona, siento como liberan mi espalda, aunque en realidad es la del Evangelion. De inmediato la doctora Ritsuko Akagi me habla:
Y así lo hago, pienso en caminar, y de inmediato el EVA 01 comienza a moverse, caminando. Tal y como me decía mi sensei, se mueve con mis pensamientos. Gracias a mis pensamientos el EVA da un par de pasos. Su mera pisada sirve para hacer temblar el suelo. El simple hecho de caminar es celebrado por la doctora Akagi, pues en sus cálculos ni entraba esa posibilidad. De nuevo doy otro par de pasos con la unidad, tambaleándome. Cuando por fin tomo algo de confianza, Misato me grita:
Estaba tan centrado en poder caminar que había olvidado a mi enemigo. Para cuando pongo mi vista en él, ya lo tengo en frente. Sin dudar, Sachiel agarra con una mano la cabeza de mi unidad, y con la otra el brazo izquierdo. Soy demasiado lento, no puedo evitarlo. Sachiel hace fuerza y tira del brazo izquierdo, tratando de quebrarlo. En cuanto Sachiel tira del brazo de la Unidad 01, siento como si tirara de mi propio brazo, e incluso las marcas de fuerza aparecen sobre él. Es normal, estoy conectado al EVA por medio de unos clips nerviosos, siento lo que él.
De poco sirven las palabras, aunque no es realmente mi brazo el dolor si es real. No puedo reaccionar de ninguna forma, Sachiel me tiene atrapado. La doctora Akagi habla con los de la sala de mando, buscando una solución.
Sachiel sigue tirando del brazo de la Unidad 01, cada vez con más fuerza, y al final consigue su propósito, lo quiebra. Por supuesto el dolor pasa inmediatamente a mi brazo, que se siente como si se hubiera partido, un dolor agudo que recorre mi cuerpo. El dolor es tal que suelto los controles del EVA para agarrar mi propio brazo. No contento con haber quebrado el brazo de la unidad, aun agarrando la cabeza, Sachiel eleva al EVA 01. El Ángel saca del mismo brazo con el que me sujeta una lanza de luz, que comienza a golpear de forma directa la cara del EVA 01, concretamente sobre el ojo derecho de la unidad.
Los golpes se suceden sobre la cara de mi unidad, y por supuesto el dolor pasa a mi cuerpo. No puedo hacer nada, solo echar mano a mi ojo derecho y sentir el dolor de mi unidad. La situación cada vez pinta peor, y por ello en la sala de mando comienzan a perder los nervios, todos menos tres personajes: comandante Gendo Ikari, sub-comandante Kozo Fuyutsuki, y jefa de investigación Yui Ikari.
Los golpes a mi ojo y al del EVA se suceden hasta que finalmente la lanza de luz atraviesa la cabeza de la Unidad Evangelion 01. Al atravesarla, empalándolo, manda a la unidad contra uno de los falsos edificios de Tokyo-3. Tras el violento choque, el EVA se escurre por el destrozado edificio, deslizándose hasta el suelo, quedando sentado y apoyando la espalda sobre el edificio. De la herida creada por el Ángel se escapa un chorro de sangre, empapando tanto lo que hay detrás de la cabeza del EVA como lo que hay delante. La Unidad Evangelion 01 ha sido abatida, y de inmediato las alarmas saltan en la sala de mando.
Apoyada en el falso edificio, la Unidad 01 sigue sin moverse, vencida. No es muy lógico que en esas condiciones el EVA rechace los patrones de control. Sorprendentemente, Sachiel sigue mirando a la unidad, como si presintiera que la lucha no ha terminado. Tras unos segundos, los ordenadores en la sala de mando indican una nueva reacción.
Sobre el suelo de Tokyo-3 la Unidad Evangelion se reactiva. Su ojo que se mantenía oscuro tras el ataque del Ángel, vuelve a iluminarse y como si no hubiera recibido ningún daño, la unidad se levanta. Nada más volver a erguirse, el Evangelion suelta un poderoso grito, como si se tratara de un animal, adoptando una naturaleza más propia de un Ángel. Con una movilidad espectacular, el EVA se arrodilla para tomar impulso y luego da un grandioso salto para caer encima de Sachiel. Sobre él, el EVA agarra la cara de Sachiel, aunque el Ángel consigue golpear la cabeza del Evangelion con sus manos libres, haciendo que la unidad retroceda. El comportamiento y fuerza tan repentina que muestra el Evangelion sorprende en la sala de mando, donde todos miran el combate sin decir nada. El Evangelion queda unos metros alejado del Ángel, y antes de que vuelva a cargar, el profesor Kozo Fuyutsuki, de pie al lado del comandante Gendo Ikari, comenta:
En eso el EVA 01 carga contra Sachiel, lanzando otro grito ensordecedor, como cual animal desembocado. Tras recorrer unos largos metros, bueno, largos para los humanos, el Evangelion llega donde Sachiel, pero no puede llegar a tocarlo. La carrera de la Unidad 01 se ve frenada por una barrera creada por el Ángel, a modo de campo de fuerza. Esta barrera detiene por completo el ímpetu del EVA 01.
Sachiel mantiene el campo AT, mientras que el Evangelion permanece estático unos segundos, viéndose limitado al no poder superar la barrera. En eso el EVA levanta su partido brazo izquierdo, y como si por arte de magia se tratara, hace uso de unas increíbles dotes de auto-sanación. Después de un brillo en el brazo este mismo se auto-recupera, volviendo a estar utilizable.
Con el brazo recuperado, el EVA usa sus dos brazos para agarrar el campo AT del enemigo. Haciendo fuerza, como si tirara de un plástico al que se intenta romper. El EVA comienza a fisurar el campo AT, separándolo poco a poco, creando un agujero en el centro.
El EVA continúa forzando el campo AT del enemigo, tirando con sus manos, haciendo cada vez más grande el agujero en el centro del campo AT. Tras unos segundos y con un nuevo grito de fuerza, el EVA consigue romper el campo AT de Sachiel, desvaneciéndolo al instante. Ahora el séptimo Ángel vuelve a estar a merced de los ataques del Evangelion. No obstante, Sachiel tiene un as en la manga. Con un brillo de sus ojos, lanza una poderosa onda de energía de color morado que da de lleno al Evangelion. La potencia del ataque es tal que la onda arrasa toda la calle detrás de la Unidad 01. A pesar de la fuerza destructiva del ataque, el Evangelion 01 no muestra ni un solo rasguño, y de inmediato reanuda su ataque. El EVA trata de llegar hasta el núcleo del Ángel, es decir, la especie de esfera roja en el pecho del mismo. Sachiel trata de detenerlo con sus manos, pero el resultado es otro; el Evangelion 01 agarra los dos brazos de Sachiel con una sola mano, la izquierda, y con una fuerza y facilidad descomunal, retuerce los brazos del Ángel, quebrándolos y produciendo que la sangre azul del Ángel salga disparada. No contento, el EVA eleva los brazos de Sachiel quebrados, exponiendo el pecho y por lo tanto el núcleo del Ángel, y a continuación propina una patada en el pecho. Como resultado de la patada, Sachiel sale volando contra uno de los falsos edificios. Sachiel se queda recostado sobre el edificio, mientras que la Unidad 01 no pierde el tiempo y vuelve a cargar contra su enemigo. El golpe que le propina el Evangelion contra Sachiel, provoca que el Ángel y el edificio sobre el que se apoyaba salgan arrastrados por el suelo de Tokyo-3. Tras recorrer parte de la ciudad por el golpe, Sachiel queda tumbado en el suelo. La Unidad 01 aprovecha esto para colocarse encima de él. Sachiel está totalmente indefenso ante el EVA 01, el cual comienza a golpear el pecho del Ángel. El objetivo del EVA es golpear el núcleo de su oponente, y tras unos golpes, se percata de que las costillas del Ángel le impiden alcanzar el núcleo de forma plena. Por ello el Evangelion agarra las costillas de Sachiel y tira de ellas hacia fuera, partiéndolas Como consecuencia, la piel del Ángel queda desgarrada y el núcleo expuesto. Con la sangre azul del Ángel recorriendo su pecho, el EVA 01 toma un fragmento de la propia costilla del Ángel que había roto y la utiliza para golpear el núcleo. Al parecer el núcleo es el punto débil de los Ángeles y la forma más efectiva de matarlos. La Unidad 01 golpea repetidas veces el núcleo con el pedazo de costilla, hasta el punto de conseguir que se resquebraje como un cristal. Viendo su muerte inminente, Sachiel reacciona con un grito y abraza al Evangelion 01, que deja de lanzar golpes. En cuanto lo abraza, el cuerpo de Sachiel se infla y el núcleo se ilumina.
Tras unos segundos, el séptimo Ángel detona como una bomba de relojería, provocando una gran explosión en el centro de Tokyo-3. La explosión queda en una gran columna de luz verde, a forma de cruz, que ilumina toda la noche de Tokyo-3. En la sala de control todos guardan silencio y esperan a que el destello de la explosión les deje ver el resultado por el gran monitor. Todos temen por el estado del Evangelion y su piloto. La expectación se ve calmada cuando de entre la atmósfera flameante de la explosión aparece la caminante figura del Evangelion 01. El EVA no estaba ileso, pero si había sobrevivido a la explosión con mucha facilidad. Las reacciones al ver la unidad son muy diferentes; la mayoría sienten una mezcla de temor y admiración, destacando la doctora Akagi:
Por su parte, los altos cargos de NERV, se muestran mucho más relajados que el resto. El comandante Gendo Ikari, sin abandonar su característica postura por la que apoya la cara en sus manos entrecruzadas, sonríe al ver que sus predicciones se han cumplido. A su lado, el profesor Kozo Fuyutsuki rompe el hielo:
Así, en la madrugada del 6 de marzo de 2015, finaliza la segunda batalla de esta nueva era de lucha entre humanos y Ángeles. El invento de la humanidad, el Evangelion, había sido eficaz ante el séptimo Ángel, pero la lucha acaba de empezar... Siete de marzo del 2015. Japón, nueva prefectura de Kanagawa, Tokyo-3. Han pasado más de veinticuatro horas desde que el séptimo Ángel, Sachiel, fue neutralizado por la Unidad Evangelion 01. Cuando el EVA abandonó el modo “fuera de control” y la unidad quedó silenciada, se pudo proceder al rescate del piloto de dicha unidad. La situación del piloto era estable, pero por precaución y que tuviera un descanso adecuado, fue llevado al Hospital General de Tokyo-3. En el hospital, en la tercera planta, habitación 27, descansa el piloto de la Unidad Evangelion 01. Sí, ahí estoy yo, hace unas pocas horas que me he despertado. Por lo que me han dicho los médicos he estado inconsciente desde la batalla con Sachiel, es decir, llevo durmiendo más de 24 horas. La habitación en la que estoy es la típica habitación de hospital: una sala cuadrada con una cama en la que estoy recostado, una mesita al lado con algunas medicinas, unos dos asientos para las visitas al lado de la cama y una cortina por si quieres intimidad. En frente, incrustada en la pared, hay una televisión. Al lado derecho de mí está la puerta y a la izquierda en la otra pared están las grandes ventanas de la habitación. Son las 18:19 PM, ya empieza a estar atardeciendo y la luz anaranjada del Sol invade la habitación. Para estar hospitalizado me siento realmente bien, aunque me incomoda llevar el típico camisón de los hospitalizados, pues no llevas nada debajo. Te sientes prácticamente desnudo. De vez en cuando me quedo mirando a la puerta, viendo cómo pasan personas, la mayoría doctores u otros pacientes. En una de esas veces en las que estoy mirando la puerta veo pasar a una chica. Pelo de color azul claro, unos ojos rojos penetrantes y expresión facial entre tímida y seria. Piel cristalina e iba vestida con el mismo camisón que yo, parece ser que también está hospitalizada. Me quedo mirando fijamente como la chica pasa por el pasillo, y lo más raro es que ella me mantiene la mirada. Son dos segundos de cruzar miradas, pero muy intensos. Mierda, juraría que yo he visto a esa chica antes. En fin, serán imaginaciones mías. Tengo la tele encendida, con un noticiario en el que hablan sobre el incidente del Ángel. La verdad, no le hago mucho caso, no merece la pena, yo lo viví en primera persona. Aunque si soy sincero cada vez que trato de recordar lo sucedido se me escapa un suspiro. No lo recuerdo del todo bien, solo algunas imágenes, es más, me he sorprendido cuando me han dicho que había derrotado al Ángel. No sé muy bien que pasó, solo recuerdo que conseguí que la Unidad 01 caminara. Luego Sachiel me atacó y neutralizó mi unidad. A partir de ahí lo empecé a ver todo negro, mezclado con algunas imágenes del Ángel siendo golpeado por el Evangelion, aunque no tenía la sensación de que yo le golpeara. También juraría que escuché una voz... ¡A la mierda! ¡Cada vez que pienso más en ello más me duele la cabeza! Vaya una primera experiencia con el Evangelion. Con un nuevo suspiro miro de nuevo a la puerta, para ver otra vez como la chica vuelve a pasar, ahora hacia el otro lado. Otra vez esos ojos rojos me mantienen la mirada durante unos segundos. Umm... Estoy seguro de que yo he visto a esa chica antes. ¡Pero soy incapaz de recordar donde! Creo que si la vuelvo a ver pasar le preguntaré. Aunque claro, lo mismo me estoy volviendo loco. Escucho voces en el Evangelion, mi locura es más que probable. “No tengas miedo”. Creo que eso me decía la voz que escuché en el Evangelion. Ven, estoy como una regadera. Puede que haya confundido esa voz con las transmisiones desde el cuartel de general. Probablemente fuese la voz de Misato o la doctora Akagi. Mis pensamientos son interrumpidos cuando llega el doctor a la habitación. El doctor me dice que estoy perfecto, y que me darán el alta. Luego me da un teléfono, al que estaba la capitana Misato Katsuragi. No era un teléfono normal que pueda usar cualquier persona del hospital, era una línea exclusiva de NERV. Comienzo a hablar con Misato; lo típico, pregunta por cómo me encuentro y luego me felicita por mi actuación ante el Ángel. Después me informa de que en unos minutos llegará al hospital para recogerme. Cierto, no lo he mencionado, voy a vivir con la capitana. ¿Por qué? Bueno, es un proyecto del mismísimo comandante Ikari. Quiere que los pilotos vivamos juntos, para estrechar lazos y movernos mejor en el campo de batalla. Yo no soy el único piloto, hay otros ocho. Hay tres pilotos destinados Estados Unidos, otros tres a Alemania y otros tres a Japón. Yo soy uno de los tres de Japón, y no tengo ni idea quienes son los otros dos. Pero voy a tener que vivir con ellos. Para tenernos mejor controlados, los pilotos también tenemos que vivir con nuestro capitán, por ello voy a vivir en la misma casa que Misato. No me desagrada la idea de vivir con esa belleza. Finalmente me despido de Misato y finaliza la llamada. Ahora solo me queda esperar a que ella llegue al hospital. Otra vez suspiro por el aburrimiento y decido apagar la tele, me raya tanto hablar del Ángel. Luego vuelvo a mirar a la puerta y... ¡Otra vez! ¡La chica! No lo dudo un segundo más y antes de que pase totalmente de la puerta la llamo:
La chica sin embargo pasa de largo y me quedo como un idiota esperando una respuesta. Luego bajo la cabeza mientras suspiro. Al parecer solo eran tonterías mías, esa chica no me conoce. Mientras sigo teniendo la cabeza agachada escucho desde la puerta: “Esto... ¿me has llamado?”. Era una voz muy dulce y tímida, la cual me hace levantar la cabeza bruscamente. En efecto, era la chica misteriosa. La chica estaba apoyada en el marco de la puerta, como escondida, asomando solo una parte de su cuerpo y sin mirarme directamente. Primero libero una ligera risa para soltar presión y luego me vuelvo a dirigir a ella:
Tras decir aquello me quedo callado, esperando una respuesta de la chica. Ella, con gestos tímidos, abandona su escondite en el marco y pasa a dentro de la habitación. Dentro, al lado de la puerta, se apoya sobre la pared, y mirando al suelo contesta:
¡Hostia! ¡Seré idiota! ¡La piloto de la Unidad Evangelion 00! ¿Cómo no he caído? Mi sensei me habló de ella, incluso me mostró fotos. Dios, odio mi memoria de pez. Rei Ayanami, la primera chica en recibir la licencia de piloto del comandante Ikari. Según tengo entendido, ella luchó en la Unidad 00 contra el primer Ángel de esta nueva generación. Venció al sexto Ángel, pero como quedó herida, pasaron a llamarme a mí. Después de este pequeño parón mental, le respondo a la chica.
Bueno, para los que no estáis muy familiarizados con la cultura japonesa. Para ellos llamar por el nombre a una persona se considera una gran falta de respeto. De hecho solo se llaman por el nombre cuando hay un parentesco o una relación muy fuerte. En otras palabras, por educación siempre se utiliza el apellido. Mi sensei me dijo sobre eso.
Así consigo que Ayanami comience a llamarme por mi nombre. Si me llamara por mi apellido sería un dolor de oídos, no soporto que lo destrocen. Tras la pequeña escena invito a Ayanami a pasar y tomar asiento en una de las sillas al lado de mi cama. Ella en un principio rechaza la oferta, por cortesía y timidez. Aun así yo le insisto, hasta que finalmente me salgo con la mía. Ella, sin llegar a mirarme directamente, se acerca a la cama y se sienta en una de las sillas. Sus movimientos son bruscos, demostrando nerviosismo. No entiendo a esta chica, ¿por qué está tan nerviosa? Una vez se ha sentado, pone su mirada en el suelo, huyendo de la mía. Durante unos segundos los dos guardamos silencio, sin decir nada. Voy a tener que romper el hielo, porque ella es incapaz de comenzar la conversación...
Genial, vaya respuesta llena de posibilidades. Nótese la ironía. ¿Y ahora que le pregunto yo? Maldita sea, odio estas situaciones. Aunque bueno, no puedo culparla, está bastante nerviosa. Lo único que hace es no mirarme y jugar con sus manos. Mientras que pienso en alguna otra cosa que decirle, ahora que la tengo más de cerca, la examino con la mirada. La verdad es que es una chica guapa... Si se pusiera a contraluz con ese camisón seguro que se le vería... ¿¡Pero en que mierda estoy pensando!? Seré degenerado. Mis pensamientos impropios se traducen en mi cuerpo con gestos de nerviosismo, y de inmediato retiro la mirada de Ayanami, de forma muy brusca. Ella se da cuenta de mi nerviosismo y por una vez levanta la mirada para colocarla en la mía. Tras unos segundos, mientras yo me tranquilizo, Ayanami vuelve a desviar la mirada y rompe el silencio:
Ayanami se sorprende ante mi respuesta y fijando su mirada en mí, suelta una leve risa, cosa que me sorprende bastante. La chica de repente había abandonado todo nerviosismo. Que chica más rara. Prosigo diciendo:
Que sonrisa más agradable. Era una chica extraña a la que no termino de entender, pero su sonrisa me pareció muy agradable. Aunque eso no quita su comportamiento desconcertante, ha pasado de nerviosa e insegura a cálida. ¿Será bipolar? No creo... Seguramente todo sea producto de los nervios. Antes de que pueda proseguir la conversación con Ayanami, una tercera persona irrumpe en la habitación del hospital.
Una vez más la hermosa capitana Misato Katsuragi, vestida con un vestido corto de color oscuro, muy ajustado. En esta ocasión lleva una chaqueta roja por encima, con algunas insignias de NERV en ella. Al parecer solía vestir así, podría considerarse su uniforme. La verdad, me parece demasiado provocativo para ser un uniforme de trabajo. Esta vez también llevaba un colgante con una cruz.
¡Un momento! ¡Quieto, para! ¡No había caído en ello! Ayanami es la otra piloto, también tiene que vivir conmigo. Voy a vivir con una preciosa capitana y mi compañera que tampoco está nada mal. Joder, no sé si sentirme con suerte o presionado... Volviendo a la conversación, Misato prosigue:
No se hable más, toca dejar aquel hospital. Por el peligro de mi trabajo algo me dice que no será la última vez que lo visite. Tras coger mi ropa y alguna que otra pertenencia, las cuales estaban guardadas en un armario de la habitación, me cambio tal como me había pedido Misato. Una vez cambiado y listo para marcharme, Misato y yo esperamos a Ayanami. La capitana me explica que mi bolsa con mis pertenencias ya están en mi futura casa. Era lógico, mi bolsa se quedó en su coche. Después de unos minutos llega Ayanami, y así los tres salimos del hospital. El Sol casi desaparecía en el horizonte. Todos subimos al deportivo azul de Misato. Yo le ofrezco el asiento de copiloto a Ayanami, pero ella lo rechaza por cortesía. Con el auto en marcha, Misato nos anuncia que parará en alguna tienda para comprar algo para la noche. Según ella la cena de esta noche es muy importante, porque hay que celebrar mi incorporación a la vivienda. Cabe destacar que Ayanami y Misato ya llevaban 6 meses viviendo juntas. Durante el transcurso del viaje Ayanami y yo no hablamos mucho, todo el peso de la conversación recae en Misato. La capitana habla sobre nuestro buen trabajo, nos felicita por acabar con los Ángeles, sobre todo a mí, supongo que porque soy el nuevo. En ocasiones Misato se ve algo limitada en la conversación, pobrecilla. Yo no me atrevo a hablar mucho, pues no termino de tener mucha confianza, y Ayanami... Bueno, ya lo han visto, es tímida. De todas formas es agradable hablar con Misato, es muy simpática. Tal y como nos había anunciado la capitana, paramos en las bulliciosas calles de Tokyo-3, para entrar a un supermercado y comprar comida. También comprar bebida, sobre todo cerveza, al parecer a Misato le pierde esa bebida. A mí personalmente no me gusta mucho, está amarga. Otro detalle es que casi toda la comida que compra es pre-cocinada. Pero lo que más me sorprendió de todo fue la actitud de Ayanami. Ella empezaba a discutir con Misato sobre que debían comprar o no, como si realmente Ayanami fuera la responsable y Misato la niña. Que curioso, una chica de mi edad regañando a una mujer más que adulta. Ayanami realmente parece ser otra persona cuando toma confianza. Fuera de esos detalles, realmente quedé sorprendido por la actividad de Tokyo-3. Cuando no estaba bajo ataque la ciudad-fortaleza parecía muy animada. Pasaré a explicarles un poco sobre la ciudad donde ahora resido. Tokyo-3 está situada en la prefectura de Kanagawa, donde en el pasado se alzaba Hakone, al sureste de la antigua Tokyo. Es una ciudad muy avanzada, con el estilo de la típica ciudad japonesa; edificios altos y modernos, bullicioso tráfico, metro y una amplia gama de servicios. Todos ellos se mezclan en el ruido que caracteriza a una gran ciudad. Como toda ciudad japonesa también cuenta con muchos parques y espacios verdes. Cerca de la ciudad hay un lago llamado “Lago Ashi”, el cual es bastante famoso. Es una ciudad que ha sido diseñada para interceptar a los Ángeles, y está construida por encima de los cuarteles de NERV y el Geo-Front. Los edificios de Tokyo-3 tienen la capacidad de retraerse hacia la parte subterránea del nivel del suelo por motivos de seguridad. En otras palabras, los edificios pasan al hueco del Geo-Front cuando se declara un estado de emergencia. Algunos de los edificios no son para uso humano, sino que en realidad contienen pistas de lanzamiento o contenedores de armas para los Evangelion. Aunque la población de Tokyo-3 es bastante amplia, la mayoría de los residentes en ella son empleados de NERV. Con la compra finalizada, volvemos al auto. Ya había caído la noche en Tokyo-3. Rumbo a mi nuevo hogar, aquel al que llamaré casa durante mi estancia en Tokyo-3. Realmente no sé cuanto viviré aquí, pero no parece ser una estancia corta. Después de movernos por Tokyo-3, alternando entre sus calles, pues las principales estaban siendo reparadas después de la batalla con Sachiel, llegamos a las residencias de NERV. Los agentes de NERV tenían su propia zona de la ciudad, su propio barrio. Todos los edificios eran similares, aunque al que fuimos a parar, donde está mi nueva vivienda, era un tanto diferente. Un edificio muy ancho, de forma rectangular y el techo acababa en forma puntiaguda. Parecía un edificio muy moderno desde afuera. Alrededor del edificio había algunos claros con césped y árboles, algunos caminos y las farolas que iluminaban la noche de Tokyo-3. Muy bonito, la verdad. Entramos al edificio. Era un complejo de viviendas o pisos. Curiosamente en él vivían los cargos más importantes de NERV, incluido el comandante y su familia. Moviéndonos por los pasillos, los cuales ya me resultaban agradables, llegamos hasta el tercer piso, donde estaba el apartamento de Misato. Normalmente cuando se dice la palabra piso o apartamento, se entiende por una vivienda algo pequeña y simple. Pues esta vez no era la ocasión, o eso me dio a entender Misato. Según me dijo eran unos 110 metros cuadrados de piso. ¡Una barbaridad! Aunque era de suponer que fuese grande, vamos a vivir tres personas, y el futuro puede que incluso cuatro. Antes de pasar al apartamento, Misato me comenta:
Ayanami suspira al escuchar la conversación, como viendo venir un desastre. Nada más entrar al apartamento llegas al recibidor, el cual está orientado hacia la izquierda. Al final de él hay un mueble para dejar los zapatos. Claro, en la cultura japonesa cuando entras a una casa debes descalzarte. Así lo hacemos y luego Misato me muestra el apartamento. Después de llegar al final del recibidor siguiendo la izquierda, queda enfrente el pasillo principal de la casa. Un pasillo amplio, de paredes de color amarillo, pero una tonalidad de amarillo muy leve. El suelo era de color rojo fresa. En el pasillo se observan hasta cinco puertas. Empezamos por la pared de la derecha. La primera puerta es la cocina, de forma cuadrada, con una mesa de madera en el centro y equipada con todo tipo de comodidades y tecnología. En un principio entramos en la cocina para dejar la compra. Nada más poner un pie en ella veo un desastre. ¿Un poco desordenado? Parece que han removido todo en un robo. Que cosa más exagerada. Platos de comida sucios por la mesa, el fregadero o incluso el suelo, envoltorios de algunos productos por el suelo, periódicos, papeles con información de NERV. ¡Un completo caos! Ayanami se queda en la cocina recogiendo un poco, mientras que Misato me sigue enseñando el apartamento. Pobre Ayanami, ahora entiendo su actitud antes de entrar. De vuelta al pasillo principal. La segunda puerta de la derecha es el cuarto de baño, con su previa sala de aseo y luego una segunda donde está la bañera y la ducha. En la pared de la izquierda del pasillo hay otras dos puertas. La primera es la que da a mi habitación. Una habitación muy amplia, cuadrada, con una cama, un armario empotrado, una estantería y un escritorio, así como una ventana al lado de la cama. Era una habitación tan grande que incluso podías poner otro escritorio más.
Me parece sospechoso el tono con el que me lo dice... Oculta algo. Pero bueno, como se dice: “a caballo regalado no le mires el diente”. Tras dejar algunas cosas en mi habitación, sigue mostrándome el piso. La segunda puerta de la pared izquierda da a la habitación de Misato. Era un poco más pequeña que la mía y de estética similar. Una vez más pude presenciar un gran caos, todo desordenado, incluso en su habitación había platos de comida sucios. Una mujer muy guapa, pero un total desastre. Para terminar con el pasillo principal, al final, una última puerta que lleva a la habitación de Ayanami. En ella no llegué a entrar por respetar la intimidad de ella, pero supongo que sería una habitación con unas características parecidas a las dos anteriores. Ahora volvemos para la cocina, por ella, en la derecha, hay otra puerta que lleva al cuarto de estar de la casa. Un salón de forma cuadrada, muy amplio, con algunos muebles y una mesa en el centro. La típica mesa japonesa por la que es tan baja que tienes que sentarte en cojines. En los muebles había un televisor y otros aparatos. El salón también estaba bastante desordenado. Ya le vale a esta mujer. Por último, el cuarto de estar daba a una amplia terraza, la cual encaraba al vecindario. En resumen, un gran apartamento, muy cómodo y en el que no tendríamos problemas ni mucho menos de convivir. Realmente me ha gustado esta nueva vivienda, creo que no tendré problema en llegar a llamarla “mi hogar”. To be continued... |
Capítulo 3: Leisure time in Tokyo-3
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Tiempo de ocio en Tokyo-3. |
Día 7 de marzo del 2015. Hace unas escasas dos horas que estoy en mi nueva casa, en Tokyo-3. El nuevo apartamento, el cual ya os he descrito, es muy agradable, y si a eso le sumamos las dos bellezas que van a vivir conmigo, poca queja puedo tener. Ya han pasado las 20:00 PM, hace rato que ha caído la noche en la ciudad. A pesar de ello, todavía no hemos cenado y tengo bastante hambre. Pero claro, antes tenemos que organizar todo el desorden que ha provocado cierta capitana. Entre Ayanami, yo y la propia creadora del desastre recogemos todo. Lleva un rato, es normal, pero poco a poco damos orden a aquel desastre. No lo dejamos como los chorros del oro, pero al menos ya parece una casa habitable.
Vaya tarea me había dado, colocar la compra, parecía el típico niño pequeño al que le dan la tarea más fácil y rápida para que sienta que ayuda. En fin, algo es algo, tengo que disfrutar de la poca responsabilidad de hoy. De seguro que en el futuro me toca hacer muchas más tareas, con la cara que tiene Misato. Comienzo a colocar la compra; al abrir el frigorífico lo único que veo en su interior es cerveza, a cantidades industriales, y comida basura. ¿Y de esto se alimenta Misato? ¿Cómo puede tener semejante cuerpazo con una dieta como esta? Que le jodan a la lógica. Voy colocando toda la compra, la cual tenía cosas mucho más sanas y mejoraban el aspecto del frigorífico. Cuando no sabía dónde colocar algo de la compra le preguntaba a Ayanami. Mientras yo lo coloco todo, Ayanami comienza a cocinar. Ella parecía ser la cocinera de la casa, pues en realidad ella era la que compraba la comida. ¿Recuerdan la discusión en la tienda entre ella y Misato? Ayanami parecía ser la madre y Misato la hija. Teniendo a Ayanami en el apartamento me sentía más seguro por mi calidad alimenticia. La comida que estaba preparando Ayanami si era más bien basura, precalentada; era lo lógico, ya se había hecho tarde y no quedaba otra que cenar algo rápido. Hacer este tipo de comida no precisa de mucha atención, por lo que Ayanami se las pasaba hablando por su móvil, supongo que por WhatsApp. Yo acabo de colocar todo y es entonces cuando me quedo mirando a Ayanami. La verdad es que quiero hablar un poco con ella, pero está distraída y con lo tímida que es no creo que sea algo productiva la conversación. Tal vez lo mejor sea ir a organizar mis cosas en mi nueva y gigantesca habitación. En ese entonces vuelve Misato, que se asoma a la cocina.
Con Misato fuera de escena y Ayanami sonrojada, yo me quedo pensativo. ¿Shinji? ¿Acaso es el Shinji que yo conozco? Qué demonios, no pierdo nada por preguntarle a Ayanami. Así que eso mismo hago:
Shinji Ikari, hijo del comandante Gendo Ikari y la jefa de desarrollo Yui Ikari. Él fue lo más parecido a un amigo en mis años de entrenamiento en Estados Unidos. Siempre que Gendo Ikari me visitaba venía su hijo, Shinji, con el que estreché una pequeña amistad. Así se lo expliqué a Ayanami. Luego por lo que ella me mencionó, al parecer Shinji era un amigo de la infancia o algo así. Llevo años sin verle... Bueno, dejo a Ayanami en la cocina y me voy a mi habitación. Nada más poner un pie en ella vuelvo a pensar lo mismo: es demasiado grande para mí solo. A pesar de la cama, el escritorio, la estantería y la mesita al lado de la cama, sobraba espacio en la habitación. Podía incluirse otro escritorio más y una cama japonesa, ya sabéis, esa que es a ras de suelo. Con Misato de fondo cantando en la bañera, me dispongo a sacar mis pertenencias. No son muchas, solo he traído lo más necesario. Mis ropas, mi pc portátil y algún que otro libro. Mis demás pertenencias, libros, consolas o videojuegos se han quedado en mi antigua vivienda en Estados Unidos. Tarde o temprano mi sensei me las enviará. La ropa al armario empotrado, mi pc sobre el escritorio y los pocos libros a la estantería. En eso que aparece Misato por la puerta de la habitación, recién duchada.
No soy capaz de terminar la frase cuando me volteo y veo a Misato. Aún se estaba secando el pelo con una toalla, pero lo sorprendente era la ropa que llevaba. Una camisa de tirantes amarilla, con escote, sin sujetador debajo de ella, así como unos vaqueros cortos, ajustados, enseñando mucho las piernas. Desde el punto de vista de una chica esa ropa es muy cómoda, ideal para andar por casa. Desde el punto de vista de un chico...
Que suerte, se lo ha tragado, la verdad es que me había quedado embobado con ella. Por una vez mi mente respondió de maravilla. Ahora tratando de ser más cuidadoso con mi mirada, sigo charlando con Misato. De nada importante, tonterías. Es ahí cuando echo mano a mi bolsa y veo que en ella aún quedaba un objeto, una foto. Meto la mano en la bolsa, saco la foto y me quedo mirándola. La foto era de yo con cinco años y mi familia, mi padre, mi madre y mi hermana mayor; una foto tomada unos meses antes del Segundo Impacto. Mi rostro cambia a serio y nostálgico a la vez, cosa que Misato percibe. Mientras sigo mirando la foto me siento en la cama. Misato no lo duda y se sienta a mi lado, mirando la foto, con curiosidad.
No diría que me ponía triste ver aquella foto, pero si me hacía preguntarme como hubiera sido mi vida de no haber perdido a mi familia. Nostalgia, eso es lo que siento, no tristeza, no confundan. Esa foto era como mi tesoro, no me importaba perder algún objeto, excepto esa foto. Misato se queda a mi lado, pensando, mirándome. Es cuando me sorprende, y con su mano agarra mi mano, la que no estaba sujetando la foto. Me sorprendió su movimiento, pero era muy agradable sentir el suave y cálido tacto de mi capitana.
Vaya con Misato... Ahora entiendo porque ella es la capitana. Hay algo que acompaña a la nostalgia y que negaba aceptar: un sentimiento de soledad. Al parecer Misato sabe también lo que es sentirse solo, por ello actuó de esa manera. Apagó el sentimiento de soledad que me estaba atrapando con solo el sentir su tacto cálido y sus palabras tranquilizadoras...
No se hable más, todos para la cocina. Antes de poner un pie en ella ya puedo oler la comida recién hecha. ¡El hambre ha desarrollado mi olfato! Los tres nos sentamos en la mesa cuadrada de la cocina, la cual está repleta de un montón de comida, aunque como ya os he dicho es comida precocinada. En el lado izquierdo de la mesa se sienta Ayanami, yo me siento a la derecha de ella, y Misato a la izquierda, es decir, Misato y yo quedamos frente a frente. Sobraba una cuarta silla, en el lado derecho de la mesa. Una vez sentados comenzamos a comer. Antes de probar bocado, Misato agarra una lata de cerveza, la abre y con muchas ganas le da un largo trago. Después del trago suelta un grito de gusto por la cerveza.
Misato es tan apasionada que tras golpear la mesa se levanta de su asiento, y apoyando las manos en la mesa, se inclina hacia delante, poniendo su rostro frente al mío, cabreada. Misato me sigue gritando: “¡Qué clase de hombre eres tú!”, pero yo la ignoro. ¿Por qué la ignoro? Bueno, cuando ella se inclina su ligera camisa de tirantes, sumada a sus pechos, hace que mi mirada se desvíe. Misato me sigue mirando cabreada por unos momentos y luego se retira para volver a sentarse. Creo que no se ha percatado sobre lo que estaba mirando, creo.
Después del incidente de la cerveza pasamos a cenar con tranquilidad. Misato se comporta como una cría, se sienta mal y juega con la comida. Aunque sea una chica guapa es difícil perdonarle algo así. Ayanami por su parte está callada, supongo que por mi presencia, que tímida. Tras un rato de estar observando a Ayanami, me doy cuenta de que ella no come nada de carne, que raro.
Así va pasando la cena, todo muy agradable. Una vez más Misato lleva el peso de la conversación. Mayormente me pregunta cosas sobre mi pasado, para conocerme mejor. Que me parece algo estúpido, porque ella ha tenido que leer muchos informes sobre mí y seguro que se sabe mi pasado de memoria. Yo también pregunto algo de vez en cuando. A lo largo de la conversación Ayanami se va soltando un poco, pero no mucho, aunque es un avance. Cuando terminamos de comer permanecemos unos minutos en la mesa, siguiendo la conversación. Finalmente hay que levantarse, y Ayanami se dispone a recoger la mesa. Aunque yo intento ayudarla e incluso reemplazarla para que pueda descansar, ella se niega. Es amabilidad extrema esa chica. Como me quedo con cara de tonto sin saber qué hacer, Misato me sugiere que vaya a ducharme. La verdad es que es mejor que estar mirando sin hacer nada. Así que eso hago, voy a ducharme. Por su parte, en la cocina, permanecen las dos chicas de la casa, Ayanami y Misato. Ayanami tras haber recogido la mesa se dedica a lavar los platos, mientras que la capitana, sin dar un palo al agua, se queda sentada, jugando con las latas vacías. Tras unos segundos de silencio, Misato pasa a hablar.
Antes de que Ayanami pudiera contestar al comentario de Misato, se oye un grito, proveniente del cuarto de baño. Tras escucharse como se abre la puerta del baño, alborotado, aparece Xavi, completamente desnudo.
Justo cuando Xavi termina de gritar aquello, un pingüino de ojos verdes y con pelo rojo, aparece pasando al lado de él. Xavi se queda mirando al pingüino, al parecer eso era lo “extraño” en el baño. Misato se queda mirando impasible a un Xavi desnudo. Ayanami, sin embargo, se voltea tras dejar un plato, sin saber que Xavi estaba desnudo.
Cuando Ayanami se voltea del todo y se da cuenta de que Xavi está desnudo, queda enmudecida. Tras unos segundos observando a Xavi, Ayanami se pone roja como un tomate y alterada aparta la vista bruscamente. El gesto brusco de Ayanami extraña a Xavi, que sigue sin percatarse de su desnudez por culpa del susto de Pen-Pen, la mascota.
En ese preciso instante, Xavi se mira a sí mismo para darse cuenta de que estaba desnudo. Con mucha brusquedad y avergonzado, Xavi vuelve hacia el baño, bajo la risa de Misato. Ayanami por su parte sigue muy sonrojada. Con Xavi de nuevo en el baño, Misato deja de reírse y pasa a hablarle a la sonrojada Ayanami.
¡Maldito pingüino! ¡Por su culpa acabo de hacer el ridículo delante de Misato y Ayanami! Dios, que mal ha empezado la convivencia con las dos bellezas. A saber que les voy a decir después de mi “exhibición”. ¿A quién se le ocurre tener un pingüino como mascota? Mierda, maldito animal, estoy tan avergonzado que solo puedo pedir una cosa, ¡tierra trágame! A partir de hoy tengo un nuevo animal menos favorito, los pingüinos. Mientras que me muero de vergüenza, me ducho, y una vez he terminado salgo del baño ya vestido con unas ropas más cómodas; un pantalón corto y una camisa también corta. Hace calor, y eso que estamos en marzo. No olviden que es por culpa del cambio climático que tuvo origen en el Segundo Impacto. Siempre es verano, da igual la época del año. Ahora más relajado gracias a la ducha me voy a mi cuarto. Realmente no tengo nada que hacer allí, pero no me atrevo a ir con Misato después de mi espectáculo. Mientras busco un libro que leer en mi estante, veo pasar Ayanami por el pasillo, supongo que va a ducharse. Ahora que lo pienso, con lo tímida que es Ayanami, al añadir el hecho de mi numerito se me va hacer imposible tener una buena relación con ella. Seguro que piensa que soy un pervertido. Maldita sea. Para no pensar en ello más, tomo uno de mis libros y comienzo a leer. Así me distraigo un poco y me relajo. Tras un rato leyendo, cuando estoy concentrado en la lectura, la voz de Ayanami desde la puerta de mi habitación me saca de ella.
Siguiendo la petición de Ayanami voy a donde esta Misato, es decir, el cuarto de estar, que está a la derecha de la cocina. Ayanami llega antes que yo, como es lógico, yo gasté tiempo en dejar mi libro. Una vez allí, nada más entrar, veo como Misato está sentada en la mesa del salón, una mesa de baja medida, por lo que te tienes que sentar en cojines. Misato está acariciando a mi “amigo”, el pingüino Pen-Pen. Mientras me siento en uno de los cojines, Misato comienza lanzando una broma.
Maldita Misato, estoy empezando a arrepentirme de vivir con ella. En eso me explica que Pen-Pen es su mascota, un nuevo tipo de pingüino, de aguas termales. Sí, a mí también me parece lo más raro del mundo. Finalmente, junto con Ayanami, Misato saca una hoja en la que hay pintada una tabla con los días de la semana y las labores de la casa. Por cada cuadrado de la tabla hay un hueco. Misato explica que esa tabla es para organizar las tareas de la casa. Así empezamos a debatir entre Misato, Ayanami y yo quien se hará cargo de las tareas de la casa. Hay todo tipo de tareas, desde cocinar hasta sacar la basura o hacer la colada. Tras más de una hora discutiendo, la tabla queda confeccionada. La clara beneficiada por la tabla, Misato, que cara tiene. Los claros perjudicados, Ayanami y yo. Bueno, tal vez Ayanami tenga más tareas que yo. Con todo organizado, pasamos a relajarnos un poco. Con la televisión de fondo, y los tres sentados, o en el caso de Misato, tirada por el suelo, hablamos de estupideces una vez más. Poco a poco la conversación llega hasta una pregunta, ¿qué podemos hacer al día siguiente? Mañana es domingo, aunque ya queda poco para la hora 00:00, pero todavía es “mañana”. Como es domingo, Ayanami y yo como pilotos estamos libres; mientras que Misato también tiene el día libre. Misato y Ayanami discuten que hacer, entonces piensan en dedicar el domingo a mostrarme como es la ciudad de Tokyo-3. ¡Domingo de ocio en Tokyo-3! No sé yo si con alguien como Misato puede ser una buena idea. Según ellas, lo que haremos mañana será levantarnos tranquilamente, sin prisas, para luego salir a comer a algún restaurante y posteriormente pasar la tarde paseando por Tokyo-3. No sé porque, pero me figuro que lo de “pasear” se refiere a visitar tiendas. Siendo ellas las que eligen, seguro que serán tiendas de ropa y siguiendo la cuenta todo va a acabar conmigo como perchero. De repente se me han ido las ganas de pasear por Tokyo-3... Como ya es tarde y todo está aclarado, marchamos a dormir. Cada uno a su respectiva habitación, como es de lógica. Después de lavarme los dientes, me tumbo en mi nueva cama. Como hace calor dejo la puerta abierta y abro la ventana de par en par, para que corra el aire. Con todo listo me tumbo sobre la cama y me quedo mirando al techo, pensativo, hasta que el sueño me consuma. ¿Sobre qué cosas pienso? Tonterías, como que la cama es realmente cómoda. Así finaliza mi primer día en mi nuevo hogar, así comienza mi nueva vida. De momento todo me parece muy agradable, he tenido un día bastante divertido y lleno de nuevas sensaciones. A pesar de mi espectáculo, realmente me gusta esta nueva vida. Es mucho mejor que la monotonía con la que vivía en EE.UU., dedicado exclusivamente al entrenamiento. Mucho entrenar, pero si no haces prácticas con el Evangelion de poco te sirve todo ese entrenamiento. Un ejemplo de ello es mi lucha con el séptimo Ángel. Pensando en esto caigo dormido... Despierto al día siguiente, domingo 8 de marzo. Nada más levantar lo primero que hago es mirar el despertador sobre la mesita; marca las 10:30 AM. Ya es bien tarde, he dormido demasiado. Les recuerdo que en Japón amanece sobre las 06:00 AM y se come a las 12:00 AM, por eso levantarse a esa hora se considera tarde. Me levanto de la cama, con un Sol cegador que entra por mi ventana. Me duele un poco la cabeza, pero nada serio. Con gestos risueños salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina. Nada más poner un pie en la cocina me encuentro en ella a Ayanami. Con mucha alegría me saluda, a diferencia de mí se la ve muy fresca. Antes de que pueda siquiera amagar con hacerme el desayuno, Ayanami me lo sirve en la mesa, dejándome sorprendido. Mientras tomo asiento me quedo mirando a Ayanami.
Ayanami se tranquiliza, sonríe y me suelta un “no hay de qué”. Mientras yo me tomo las tostadas que ha preparado para mí, Ayanami sigue haciendo sus cosas en la cocina. Ella es la que maneja todo en este cuarto, o eso hemos acordado. He de decir que lleva un bonito vestido azul, está realmente guapa. Me siento con suerte por vivir con una chica como ella hasta que veo pasar a Pen-Pen por la cocina y recuerdo el incidente de ayer. Maldito pingüino. Sigo desayunando y es entonces cuando Misato aparece, entrando en la cocina. Ella también se había arreglado para salir; llevaba una provocativa camisa blanca y una falda insinuante. Viéndola así se me olvida lo vergonzoso que es su estilo de vida. Y yo todavía con mis ropas de dormir...
Misato me explica que ha reservado mesa en un restaurante para las 12:30, por lo que tengo que estar listo para las 11:30. ¿Qué ha sido de lo de la mañana tranquila? No me queda más remedio que desayunar e inmediatamente empezar a prepararme. Con Misato metiéndome prisa me aseo, me visto y para las 11:50 ya estoy listo. Soy eficiente, ¿no creen? Una vez listo me presento ante Misato, como si se tratara de un desfile militar. Misato se me queda mirando, analizando mi ropa. No era nada del otro mundo, como suelo vestir normalmente, una camisa negra con algún símbolo de algún grupo de música, unos pantalones vaqueros, cortos por la calor; y unas zapatillas negras bastante sencillas. La mirada de Misato era de desaprobación.
En un instante Ayanami aparece ante la llamada de Misato, y una vez a su lado, pregunta: “¿Qué quieres Misato?”. Nuestra capitana agarra de la mano a Ayanami, la pone en línea con ella y luego pasa a señalar el bonito vestido que Ayanami llevaba. Después de señalar el vestido de Ayanami, pasa a señalar su propia vestimenta.
A pesar de que no tengo ninguna camisa de botones, tal como me pedía Misato para ir algo más elegante, ella no se dio por vencida. Tras mirar mi talla de camisa, salió de nuestro apartamento para tocar al del vecino. Ya os he dicho antes que en nuestro edificio todos los inquilinos son miembros de NERV. Pegando a nuestra puerta estaba el apartamento de Makoto Hiyuga, uno de los tipos que controlaban los ordenadores en la sala de mando. Era uno de los que monitoreaba la batalla entre el séptimo Ángel y yo. Misato le pide prestada una camisa blanca, y con ella, vuelve a nuestro apartamento y me la obliga poner. Con ella ya puesta en vez de mi camisa favorita, que representa el disco de “American Idiot” de Green Day, Misato vuelve a analizarme con la mirada.
Y así nos pusimos en marcha. En el auto de Misato, que ya estaba reparado después de los daños que sufrió a mi llegada, nos movemos por Tokyo-3. Como era domingo miraras a donde miraras veías gente. Todo el mundo sale el domingo, es el día de ocio. No ocurrió nada interesante durante el trayecto, solo me dedicaba a mirar la inmensidad de Tokyo-3. Finalmente llegamos al restaurante. Un local bastante agradable, me gustó bastante; yo esperaba algo mucho más refinado, pero era un local bastante normal. Nos sentamos en una mesa para cuatro, aunque éramos tres. Tras mirar la carta cada uno pidió lo suyo y después comenzó la charla. Una vez más el peso de la conversación lo lleva Misato, aunque yo en esta ocasión participo activamente. Ayanami poco a poco se va soltando. En un principio hablamos sobre lo que haremos a la tarde. Es ahí cuando Misato propone algo que no me hace gracia. “Xavi-kun, como tu fondo de armario es algo limitado, ¿qué tal si vamos de compras esta tarde?” [...] ¿Recuerdan lo que les dije antes? ¡¡Lo sabía!! Mis peores miedos se confirmaban, iba a pasar una tarde de ocio en Tokyo-3 comprando ropa. Mientras me lamento por la decisión de Misato y ella junto a Ayanami se ríen, la conversación cambia de rumbo de nuevo. No empezamos a hablar de nada serio, tonterías y hablar un poco sobre cómo serán los próximos días. Después de unas dos horas y comer tranquilamente, que por cierto era una comida deliciosa, dejamos el restaurante. Misato me sorprende cuando nos invita a Ayanami y a mí. Que maja... Aunque conociéndola puede que sea una trampa... Tras dejar el restaurante, tal y como había predicado, empezamos a movernos por Tokyo-3. En un principio la cosa tranquila, nos tomamos un helado y tras andar un poco empezamos a entrar en tiendas de moda. Todo muy aburrido, poco que contar. De forma resumida, yo era una mezcla de maniquí y perchero, toda la ropa que me obligaban a poner luego debía de llevarla yo mismo. A eso sumarle la ropa que ellas se compraban. Nota mental, no volver a salir con ellas dos una tarde por Tokyo-3. Después de la paliza de tiendas, vuelta al coche y para casa. Ya estaba atardeciendo, hace unos minutos que habían pasado las 18:00 PM. A pesar de lo estresante que había sido ir de compras, en cierto punto fue divertido hacer algo diferente. Dentro del auto, cansado, ya pensando en llegar a casa y descansar, me doy cuenta de que Misato ha tomado otro camino. No nos dirigimos al apartamento. Cuando le pregunto a donde vamos, ella me responde: “Ahora lo verás”. Así llegamos a un mirador, con una preciosa vista de la ciudad de Tokyo-3. Al ser el atardecer, con el anaranjado Sol cayendo hacia el horizonte a la par que reflejándose sobre el agua del cercano Lago Ashi. Nada más bajar del coche y contemplar aquello, sin pensarlo, suelto un “increíble”. Ayanami y Misato me acompañan contemplando la vista, durante unos minutos, disfrutando, sin decir nada. Al cabo de unos minutos de silencio, Misato mira su reloj y comenta: “Ya es la hora”. En cuanto Misato pronuncia sus palabras, unas sirenas comienzan a sonar a lo largo de Tokyo-3. Las sirenas indican que los edificios que se esconden en el techo del Geo-Front se preparan para salir a la superficie. Con el sonido de las sirenas de fondo y los grandes carteles rojos que indican peligro por elevación, uno tras otro comienzan a emerger de la tierra los diferentes edificios de Tokyo-3. De este modo se elevan hasta 15 edificios que estaban ocultos. El atardecer, sumado al hecho de unos edificios que brotan del suelo, hace una vista increíble e indescriptible. Mientras yo y Ayanami disfrutamos por la vista, sin palabras, Misato se mete entre medio de los dos, rodeando el cuello de cada uno con uno de sus brazos, de forma cariñosa. Con la cabeza metida entre Ayanami y yo, Misato nos susurra:
Las palabras de Misato me llenan de orgullo por ser piloto de la Unidad Evangelion 01. Tal y como decía Misato, yo había luchado por esa ciudad contra el séptimo Ángel, mientras que Ayanami lo había hecho contra el sexto Ángel. “Sois héroes”, terminó diciendo Misato, soltándonos. Nuestra capitana quería levantarnos la moral, hacernos ver que nuestro sufrimiento a bordo de los Evangelion había servido para algo. Y vaya que si lo ha conseguido... Ya con la noche sobre Tokyo-3 volvemos al apartamento. Estamos muy cansados, así que lo que hacemos nada más llegar es ir cada uno a su habitación y desplomarnos sobre nuestras respectivas camas. Después de ponernos cómodos, toca hacer un poco de labor del hogar. Ayanami se pone a cocinar la cena, mientras que yo soy encargado con sacar la basura y preparar el baño. Misato por su parte coloca la ropa comprada, ya sea mía, de Ayanami o suya propia. Después de un baño relajante, sin ser intimidado por mi amigo el pingüino, toca ir a cenar. Por cierto, ese pingüino es demasiado inteligente, solo se mete en el baño cuando lo hacen Misato y Ayanami. Maldito pingüino salido. En fin, comenzamos a cenar. Esta vez no es comida precocinada, todo lo ha preparado Ayanami. Sentado en la mesa y mirando la comida, que tenía muy buena pinta, Ayanami me dice:
Tras el clásico “itadakimashu” de los japoneses, que viene a ser como nuestro “buen provecho”, comenzamos a cenar. La verdad es que todo estaba realmente delicioso, era la primera vez que probaba una comida casera tan deliciosa. No paraba de repetírselo en toda a la cena a Ayanami: “Cocinas de fábula, ¡esta todo delicioso!”. Ayanami se reía y de forma humilde me respondía: “No es para tanto”. Por otro lado tampoco faltó el numerito de Misato con la cerveza y sus malas formas para comer. Una vez hemos terminado de cenar, Misato, tomando su papel de capitana, se pone seria. Mañana sería lunes, 9 de marzo del 2015. Mañana tocaba volver al trabajo, a nuestra labor en NERV. Tras revelar que ella tiene mucho trabajo pendiente, pasa a hablar sobre las actividades de los pilotos. En primer lugar se dirige a Ayanami:
Ya lo habéis visto, mañana empieza el trabajo de verdad. Después de recibir las indicaciones de Misato, ella nos manda a dormir. “Más vale que para mañana estéis descansados”, nos decía Misato mientras señala el camino hacia nuestros cuartos. Como es evidente, la capitana también marcha a descansar. Mañana empieza mi verdadera etapa como piloto de Evangelion. Voy a empezar a ver y sentir todo sobre lo que me han hablado durante mi entrenamiento en los Estados Unidos. Tengo ganas de visitar de nuevo los cuarteles de NERV y el Geo-Front; de ver cómo funciona todo allí, hacer las prácticas con el Evangelion y empezar a actuar de una vez como lo que realmente soy, un piloto de Evangelion. To be continued... |
Capítulo 4: NERV headquarters
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Cuarteles Generales de NERV |
“Buenos días Xavi-san, ¡es hora de levantarse!” Abrir los ojos, golpear el despertador para que se calle y suspirar. Tiene razón, hora de levantarse, hora de dar la bienvenida a mi nueva rutina. Día 9 de marzo del 2015, son las 7:00 AM. El Sol cegador ya entra por mi ventana y me obliga a cerrar los ojos. Con pesadez y rascándome la cabeza me levanto. Tras estirarme miro el espejo de mi habitación: “Vaya pelos”, es lo que pienso. Los gestos risueños y los bostezos no me impiden oír como Misato también se acaba de levantar, o como Ayanami ha empezado ya a preparar el desayuno. Joer con Ayanami, ni que fuese una madre preocupada porque sus niños desayunen bien.
Después de pasar por el lavabo, lavarme la cara y despertarme del todo, vuelvo a mi habitación para vestirme. Al salir del baño entra Misato, con ojeras, claro signo de tener sueño. Está tan dormida que no se da cuenta de que su ligera ropa muestra más de lo que debería. Bonita forma de alegrar las mañanas. Ya en mi habitación me cambio, tomo mi ropa normal, ya saben: vaqueros cortos, una camisa de algún grupo y mis deportivas. Justo cuando termino de vestirme y estoy listo aparece Misato en mi habitación.
Ahí va mi capitana. Una mujer explosiva con un uniforme de trabajo que le favorece bastante. ¿Recuerdan cómo era? Un vestido de color rojo oscuro, sin mangas, ajustado y que termina en una falda corta, mostrando piernas. A eso hay que sumarle una chaqueta roja de cremallera, con el cuello alto y abierto, con algunos símbolos de NERV e indicaciones de su rango militar: capitán. Muy guapa, pero un desastre. Antes de ponerme el uniforme lo examino detenidamente. Se trata de una camisa negra, con el símbolo de NERV en el pecho; unos pantalones largos, pero muy cómodos, de color azul oscuro; por último una chaqueta parecida a la de Misato, de cremallera y cuello alto abierto, solo que el color era azul oscuro como los pantalones. Mi chaqueta tenía un símbolo diferente al de Misato, al parecer era el símbolo de los pilotos. Tras ponerme mis zapatillas ya estoy listo. Me siento militarizado con este uniforme. Cabe destacar que la ropa era de manga larga porque en el Geo-Front la temperatura es más baja que en la superficie. Preparado voy para a la cocina, donde ya están las chicas del apartamento, desayunando. En mi sitio de la mesa, al lado derecho de Ayanami y enfrente de Misato, está esperando mi desayuno. Al sentarme le doy las gracias a Ayanami, a lo que ella me responde con una sonrisa. Mientras disfruto de los dotes cocineras de Ayanami, me quedo mirándola. Ella iba vestida con mi mismo uniforme, aunque el suyo estaba más configurado para una mujer. Su camisa negra era de tirantes y sus pantalones más ajustados. La verdad es que le queda de fábula, hace juego con sus ojos rojos y su pelo azul claro. Desayunamos sin hablar mucho y con el sonido de la radio de fondo. No es que no tuviéramos ganas de hablar, simplemente estábamos pensando en nuestras cosas e incluso andábamos algo dormidos todavía. Una vez hemos terminado yo ayudo a Ayanami a recoger, mientras que Misato se escabulle con una excusa barata. Tras unos minutos más, sobre las 8:00 AM, salimos del apartamento rumbo a los cuarteles de NERV, en el Geo-Front bajo la ciudad de Tokyo-3. Por el camino pregunto a Misato sobre que me espera allá abajo, pero ella no suelta nada. “Ya lo verás”, eso me dice. Finalmente llegamos al acceso principal al Geo-Front desde la superficie de Tokyo-3. Misato deja su deportivo en unos grandes aparcamientos (ella tenía su propia plaza) y luego accedemos a un edificio que era considerado como las oficinas de NERV en la superficie. Es un gran edificio, con el símbolo de NERV en su fachada, con varias oficinas destinadas a la atención de los ciudadanos u otro tipo de aspectos que difieren del objetivo verdadero de NERV. En la parte central del edificio había unas grandes puertas de metal, diseñadas con alta seguridad. Esas puertas eran el acceso al Geo-Front. Para abrirlas debías de usar una tarjeta que te identificara como empleado de NERV. La tarjeta tenía que pasarse por una máquina con un dispositivo de lectura, que estaba junto a cada puerta. Misato y Ayanami pasan sus respectivas tarjetas y las puertas se abren. Yo no tenía tarjeta, pero gracias a que entré con Misato no la necesitaba. Nada más entrar pasas a unas largas escaleras mecánicas, que a su vez te llevan a un ascensor. Hacer todo ese recorrido, escaleras más ascensor, lleva de unos seis minutos a nueve minutos. Así llegamos por fin a los cuarteles de NERV, la sede principal de la organización paramilitar encargada de proteger a la humanidad. Con la ayuda de un mapa empezamos a movernos por aquel lugar. Les recordaré las características del cuartel: una red de salas y pasillos, casi laberíntica, de aspecto muy futurista, con paredes, suelos y techos metálicos, alumbrados por luces fluorescentes. Al llegar a un punto determinado Ayanami se separa de nosotros. Su rutina en un principio difiere bastante de la mía. Misato y yo caminamos un poco más hasta llegar a un ascensor. Lo tomamos y nos lleva a la última planta de los cuarteles, donde solo hay una sala, la oficina del comandante Gendo Ikari. En la puerta de la misma oficina Misato se despide de mí y me dice que me verá más tarde. Tras que ella se vaya, entro en la oficina del comandante, que al parecer me estaba esperando. La oficina del comandante Ikari era enorme. La sala tenía forma ovalada, con unos grandes ventanales a lo largo de ella por el que entraba bastante luz. Además los ventanales daban una gran vista del paisaje del Geo-Front, el cual emula la superficie. Tanto el techo como el suelo eran de una tonalidad oscura, pero de una superficie pulida. En ambos se podía ver ilustrado el “árbol de la vida o Sefirot”. En el otro extremo de la sala había un escritorio, sobre el que se apoyaba la figura del comandante Gendo Ikari, en su clásica pose de tener la cara apoyada en las manos cruzadas. Junto a él estaba la mano derecha del comandante, el profesor Kozo Fuyutsuki, aquel hombre de avanzada edad que también estaba con el comandante durante mi batalla con el séptimo ángel.
Y así lo hice, crucé la gran oficina y llegué hasta el escritorio. Al hacerlo el comandante se levantó y se acercó a mí. También se acercó el profesor Fuyutsuki. Ikari me puso su mano en mi hombro y luego me dijo:
No terminaba de entender muy bien lo que decían, pero según creo, me estaban diciendo que era un piloto diferente incluso a los demás. Al parecer había conseguido sincronizarme con el Evangelion de tal forma que había desatado parte de su verdadero poder. El comandante y el profesor me felicitaban por ello, aunque realmente yo no era consciente de lo que había hecho.
Alto, alto, alto... ¿Alma? Pero si el Evangelion es como un humano artificial, está vacío, eso es lo que he estudiado. Entre tanta confusión decido exponer mis dudas a ambos. Los dos dibujan una sonrisa, confundiéndome más. Es ahí cuando el profesor me dice:
¡La voz! ¿¡Cómo lo saben!? Mierda, cada vez me siento más confuso. Cuando estaba dentro del Evangelion y tuve ese rato loco, escuché una voz, la cual me decía algo así como: “No tengas miedo”. Estaba tan confundido que pedí una explicación a mis dos superiores. Así me empezaron a explicar la verdadera naturaleza de los Evangelion. Un Evangelion es un ser biomecánico, el cual ha sido desarrollado a partir de la anatomía de los Ángeles. Es una especie de mezcla entre la humanidad y los Ángeles. En otras palabras, es un Ángel con conciencia humana. Cuando se desarrollaron a los Evangelions, para evitar que se estuviera creando una réplica exacta de Ángeles que el día de mañana pudieran volverse contra la humanidad, algunos científicos en el proyecto de desarrollo de los Evangelions se sacrificaron. Ellos fundieron sus mentes y su humanidad en el núcleo del Evangelion, dotaron al EVA de una humanidad. Esto es un hecho que no se estudia, porque no era ético decir que unos humanos pusieron su alma en el arma de la humanidad. Ambos concluyeron diciéndome que esta verdad solo sería dada a los pilotos cuando alcanzaran el modo Berserk. No sé cómo estaréis vosotros de confundidos, pero yo lo estoy bastante. Resumiendo, el Evangelion es un Ángel artificial con alma humana, que tiene vida propia, pero suspendida. Cuando más te sincronizas más accedes a la parte humana del EVA. Dios, me va a explotar la cabeza, necesito tomar algo de aire. Al verme tan confundido, el comandante Ikari y el profesor Fuyutsuki deciden cambiar de tema, pues ya me habían explicado suficiente. Tras volver a felicitarme por mi victoria ante el séptimo Ángel, Sachiel, el comandante y yo pasamos a hablar sobre mi contrato. Yo a mis 20 años ya me considero un adulto, pero de alguna forma, al hablar sobre un contrato de trabajo me sentí aún más viejo. No sé cómo serán los contratos de otros pilotos, pero yo no exigía mucho. Un sueldo normal, un poco por encima de la media de salarios de NERV. ¿Por qué iba a querer ganar pasta a espuertas? Realmente no tengo muchos gastos, mi vivienda me la da NERV, y los gastos de agua, luz o demás lo pagaba junto a Ayanami y Misato. Con todo en orden, el comandante me da varios objetos que iba a necesitar en el día a día en NERV. Primero una tarjeta de identificación, que por supuesto también me serviría para acceder al Geo-Front y moverme por él. Un móvil, que aunque era de la organización, podía usarlo como el mío personal. Eso me vino bien, yo no tenía móvil. Por último me dio un mapa del Geo-Front, lo iba a necesitar, si alguien que lleva mucho tiempo como Misato se pierde, yo claro que también iba a perderme. Aunque claro, Misato es muy despistada... Una vez todo esta aclarado, solo queda conocer un poco los cuarteles y posteriormente pasar a mi rutina de entrenamiento. Para mi sorpresa el propio comandante, Gendo Ikari, se ofrece a mostrarme los cuarteles. Mientras tanto deja al corriente al profesor Fuyutsuki. Así comenzamos con el “tour” por los cuarteles de la sede de NERV. En un principio, mientras caminamos por el gigantesco lugar, el comandante me explica sobre NERV. NERV proviene del alemán, y significa “nervio”. Según me explica, NERV es el nervio de la humanidad y la encargada de protegerla, a ella y a lo que le da equilibrio, las tres esferas. Está regulada por la ONU, la cual le da presupuesto y a la par vigila sus actos. Esto es una medida de prevención, pero en realidad el presidente de la ONU tiene una ciega confianza en Gendo Ikari. En otras palabras, NERV es la esperanza de la humanidad y su protectora, por ello en su símbolo se puede apreciar una hoja de higuera. La hoja de higuera son con lo que en la Biblia, Adán y Eva, tapaban sus miembros sexuales. Adán y Eva simbolizan el comienzo de la humanidad, y la hoja que llevaban en el símbolo de NERV representa que la humanidad prevalecerá. Bonita explicación. En nuestro “tour” por los cuarteles en primer lugar vamos a la sala donde guardan a los Evangelion. Es una gigantesca sala en la que hay tres “jaulas”, cada una correspondiente a un EVA. Las jaulas son como cajones donde descansan los EVA. En este momento solo está el Evangelion 01, mi unidad, en su respectiva jaula. La Unidad 00 estaba siendo reparada, mientras que la Unidad 02 aún tenía que llegar desde Europa. El comandante me explica cómo cada jaula tiene un complejo sistema de sujeción para los Evangelion. Después caminamos un poco y llegamos a lo que llaman “zona de ensayo o simulación”. Hay varias zonas, pero todas se componen básicamente de una primera habitación de gran tamaño, donde maniobrar con los EVA o sus complementos; y una segunda habitación para controlar la simulación, equipada con alta tecnología. En mi visita pude ver como Ayanami hacía un test de sincronización. Les explico: en la primera habitación de la zona había tres Entry plug, la cápsula por la que se inserta al piloto en el EVA. Dentro de uno de los Entry plug estaba Ayanami. Por medio de los potentes ordenadores, se simulaba una conexión a la Unidad 00. El objetivo de la prueba es garantizar que el piloto y el EVA se complementan bien, así como hacer un seguimiento a la forma del piloto. Luego pasamos a la sala de mantenimiento de los Evangelion. Otra gigantesca sala donde tenían al Evangelion 00 tumbado y atado, con numerosos operarios trabajando en la reparación de dicha unidad. Era la primera vez que veo a la Unidad 00, era bastante diferente a la mía, sobre todo en la cara con un único ojo y el color que era mayormente amarillo con partes blancas o grises. (1) Mientras el comandante Ikari y yo observamos de cerca a la tumbada unidad, se nos acerca una voz femenina.
El comandante y yo nos volteamos para ver a Yui Ikari, la jefa del departamento de investigación y desarrollo, así como la esposa del comandante. Una mujer de estatura mediana, pelo castaño, ojos oscuros y una sonrisa por característica. Viste con una bata blanca de la que debajo lleva una camisa rosa y una falda azul marino, sin medias. En sus manos llevaba una carpeta.
Antes de que seguir con la conversación, una nueva cara se suma a la escena. Se acerca un chico sin ser consciente de que Yui estaba hablando conmigo. Es un chico de estatura media, pelo castaño y corto, ojos oscuros, viste con una camisa de botones blanca, pantalones negros largos y lleva una bata blanca al igual que Yui. En su mano también lleva una carpeta.
Para cuando aquel chico levanta la vista y su mirada choca con la mía, ambos nos quedamos enmudecidos. ¡No me lo puedo creer! ¡Es Shinji! ¡Shinji Ikari, lo más parecido que tuve a un amigo en mis años de entrenamiento! Cuando ambos nos reconocemos, Shinji susurra:
Al reconocernos, Shinji y yo sonreímos de inmediato y nos saludamos con un fuerte apretón de manos. Dios, que nostalgia, hacia cinco años que no le veía. Nuestra euforia en el saludo es interrumpido por Yui, la madre de Shinji.
Así Shinji se marcha. Ha sido corto, pero me alegro de volver a verle. Además, luego almorzaré con él, así que no hay prisa. Antes de que el comandante Ikari pueda decir algo, recibe una llamada del profesor Fuyutsuki. Tras unos segundos, el comandante me informa de que no puede seguir mostrándome el cuartel, pues ha surgido un imprevisto.
El comandante Ikari se marcha a atender quien sabe que asuntos y yo me quedo con su esposa, Yui Ikari. A la madre de Shinji ya la conocía de alguna visita que me hizo durante mi entrenamiento. Gendo Ikari siempre me visitaba acompañado, ya fuese por su esposa, hijo o el profesor Fuyutsuki. Volviendo al presente, Yui me muestra un poco como es el trabajo de reparación de un Evangelion. Les explicaría sobre el proceso, pero ni yo mismo lo logré entender, así que poco puedo explicar. Una vez dejamos la zona de mantenimiento, pasamos a dar unas cuantas vueltas por el cuartel. Visitamos las zonas de “recreo”, donde los empleados pueden descansar y almorzar, así como las zonas de asistencia médica. Tras un rato andando llegamos a la sala de mando, a la que llaman Dogma Central. Es de las salas más grandes, muy espaciosa, de forma rectangular. Cuenta con una gran pantalla en la pared desde la que se siguen las operaciones en el exterior, como por ejemplo mi lucha contra el Ángel. En la sala están los tres potentes ordenadores conocidos como MAGI. Un nivel por encima se encuentra la cadena de mando. Allí es donde se posiciona Misato durante las operaciones, así como otros empleados encargados de asesorar a los pilotos. Por último, detrás de la cadena de mando, más elevado para tener una buena vista de todo, hay una mesa en la que se coloca el comandante. Yo había entrado al nivel de la cadena de mando. Justo al borde del nivel, encarando el gigantesco monitor, había tres paneles conectados a unos ordenadores que a su vez tenían acceso a toda la red de información del cuartel general. Desde estos paneles se puede estar al tanto absolutamente de todo, e incluso mandar órdenes directas, por algo estamos en la sala de mando. Los paneles eran controlados por tres empleados, la chica y los dos chicos que trabajaban durante mi batalla contra el Ángel. Por supuesto, estos tres empleados dependen de las órdenes de Misato, la doctora Akagi, el profesor Fuyutsuki, Yui o el comandante Ikari. A mi llegada, junto a estos paneles, están los tres chicos, trabajando bajo la supervisión de la doctora Akagi. En cuanto me ven llegar me saludan, podían permitírselo, no están muy ocupados que digamos. Yui me va presentando uno a uno.
La doctora Akagi, aquella mujer rubia con la que nos encontramos Misato y yo en el día que llegué aquí. Les recordaré sobre ella: pelo corto rubio, su cabello no baja más de su cuello. Tiene los ojos marrones, cejas de color negro indicando que llevaba un tiñe de pelo, una peca debajo del ojo izquierdo y los labios pintados de rojo. Va vestida con una bata blanca, y debajo de ella lleva una camisa de botones azul claro, una falda negra y medias oscuras.
Yui pasa a presentarme a los tres de los ordenadores. Primero a la chica: Maya Ibuki, 24 años. Una chica de estatura baja, pelo corto y castaño, ojos oscuros, piel blanca y siempre con una sonrisa. Maya parece tener un vínculo especial hacia la doctora Akagi, creo que es su alumna o algo así. Se le ve muy simpática aunque algo insegura. Luego Makoto Hyuga, de 25 años. Tiene el pelo corto y de color castaño, el flequillo se lo peina hacia arriba. Piel blanca, ojos oscuros y lleva gafas. De los tres parece el más cerebrito. Él fue el que me prestó la camisa de botones en mi salida con Misato y Ayanami por Tokyo-3. Es más bajo que yo, pero aun así su ropa me iba bien... Por último Shigeru Aoba, de 26 años. Tiene cara de pocos amigos y me pareció el menos amigable. Tiene el pelo largo y de color castaño. Sus ojos también son oscuros, mientras que su piel es algo más oscura que la de Maya y Makoto. En cuanto a su vestimenta, los tres tenían el mismo uniforme: una chaqueta de color beis, de cremallera y cuello normal, con unas franjas naranjas en los hombros. Debajo de la chaqueta una camisa blanca. Los pantalones eran del mismo color para los chicos, sin embargo la chica llevaba unos blancos, elásticos y algo ajustados. Su calzado era un zapato marrón, aunque Maya parecía llevar botines. Todos ellos me felicitan por mi trabajo contra el Ángel. También me ofrecen todo su apoyo cuando tenga que volver a combatir. Muy majos. Es entonces cuando la doctora Akagi toma la palabra. Ella empieza a explicarme un poco como funciona todo, y yo me sigo sin enterar muy bien. Supongo que es normal, ellos son unos genios. Sin embargo hubo una explicación de la doctora Akagi que vale la pena destacar. Se trata sobre MAGI, tres ordenadores tan importantes para NERV como lo son los Evangelion. La doctora Ritsuko Akagi es su encargada y fueron creados por su madre, la doctora Naoko Akagi. Según me explica, MAGI consiste en tres supercomputadoras intraconectadas bautizadas con los nombres de los magos que visitaron a Jesús en su nacimiento, Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos ordenadores son similares a los humanos tanto en el sentido que reproduce los dilemas inherentes al ser humano como en el de que utiliza un sistema operativo de personalidad trasplantada, es decir, cuenta con un patrón de razonamiento lógico de los humanos. Las supercomputadoras MAGI son usadas para operar la base de NERV y gobernar sobre Tokyo-3. Los tres subsistemas votan entre ellos mismos para determinar las acciones a tomar en la ciudad, la cual requiere en algunos casos la unanimidad como por ejemplo la auto-destrucción. Si dos de estos sistemas están de acuerdo y uno no, el personal de NERV decidirá qué hacer. Resumiendo, MAGI es un gobernador artificial, tres ordenadores con voluntad y personalidad propia, capaz de gobernar sobre Tokyo-3. El presidente de la ciudad, así como el sistema electoral son pura fachada, todas las acciones recaen sobre Melchor, Gaspar y Baltasar. Sencillamente alucinante. El MAGI en la sede de Japón es el original, pero también existen copias en las otras sedes del mundo, tanto Estados Unidos como Alemania. Voy a acabar mareado con tanta información en mi cabeza... Después de la explicación charlamos un poco más. Finalmente, Yui y yo dejamos el Dogma Central. Yui me dice que el “tour” está a punto de terminar, que solo falta visitar un último lugar. Con la curiosidad de saber cuál es ese último lugar la sigo. Avanzamos hasta llegar a una zona reservada a personal autorizado. Según me explica Yui, ni siquiera los pilotos podemos entrar en esta zona con nuestras tarjetas. Llegamos a un ascensor, junto al que estaba esperando el comandante Ikari, que se nos vuelve a unir al “tour”. El matrimonio Ikari y yo entramos al ascensor, el cual comienza a descender. Según me explican, estamos llegando a una zona incluso más importante que el Dogma Central: el Dogma Terminal. Se trata del lugar más profundo del Geo-Front, donde se guarda uno de los preciados tesoros de la humanidad, la Luna Blanca. Por eso tanta seguridad. Después de unos minutos de bajada llegamos al Dogma Terminal. Su aspecto es muy frío, todo lleno de complejos sistemas de cableado, apenas sin luz, todo iluminado por unas pobres luces rojas. Supongo que es normal el panorama, no es una zona que se suela transitar y los cables se deben a que de ahí sale parte de la energía mundial. Tras andar un poco llegamos a una gran puerta. El comandante Ikari pasa una tarjeta por un lector, y luego se quita sus lentes para poner los ojos sobre el lector. El sistema lo reconoce como Gendo Ikari y la puerta se abre. La puerta abierta muestra una gran sala de forma circular. En el centro de ella, sobre un pilar rodeado de cristal reforzado, está la famosa Luna Blanca. El sistema de cableado inicia desde el pilar donde está situada la esfera. La belleza de la esfera me cautiva y me deja sin palabras. Aquel artefacto por el que la humanidad llegó a la mayor catástrofe de su historia estaba ante mis ojos. Era como una reluciente perla, totalmente blanca, rodeada de un flujo extraño. A juzgar por su tamaño yo diría que cabe en la palma de la mano.
Realmente yo no era consciente del papel que tengo como piloto de Evangelion o del papel que tiene cualquier empleado de NERV contra los Ángeles. Nosotros estamos dispuestos a sacrificarnos por la humanidad si llegara a ser necesario. Es egoísta pensar que los pilotos peleamos solos, que llevamos solos la carga de proteger a la humanidad. Por ello me han hecho ver este lugar, para que lo comprenda. Después de comprender y dar las gracias, nos marchamos del Dogma Terminal. No creo que vuelva a pisarlo, no soy el más indicado para estar allí. Una vez ya en la zona común de los cuarteles de NERV, me despido del comandante y de Yui, dándole las gracias por el “tour”. Ya son las 13:00 PM pasadas, hace rato que es hora de almorzar. Aun así, voy hacia la zona de descanso con la ayuda de mi mapa. Por el camino no puedo evitar pensar en todo lo que había visto. Realmente tengo mucha más responsabilidad de la que pensaba. Aunque me alivia un poco el pensar que tengo tanto respaldo y que no estoy luchando solo. Luna Blanca, NERV, Ángeles y Evangelion... No sé si realmente soy consciente de todo cuanto me rodea. Supongo que debo limitarme a pilotar el Evangelion y luchar por la humanidad. Supongo... Llego a la zona de descanso. Hay muchas mesas, algunas vacías y otras con personal de NERV que está descansando y/o almorzando. Sondeo con la mirada las mesas en busca de Shinji. Ya es un poco tarde, es probable que ya haya almorzado y marchado. Durante unos segundos sigo mirando, perdiendo poco a poco las esperanzas de dar con mi amigo. Es entonces cuando escucho a alguien gritar mi nombre e inmediato miro hacia donde me habían llamado. Era Shinji, en una mesa, junto a Ayanami. Qué alivio, aún no se ha ido. Voy junto a ellos y saludo a ambos. Antes de que diga que voy a por algo de comer al comedor, Ayanami saca una cajita de comida. ¡Me había preparado el almuerzo! Jo con Ayanami, está en todo. Tras darle las gracias me siento y empiezo a comer junto a ellos. Yo era el único que comía, pues ellos hace rato que habían almorzado. Shinji me explica que había ido a buscarme, pero al no encontrarme ni a mí, ni a sus padres, imaginó que estaba ocupado con ellos. Vaya, ha dado en el clavo. Aun así tenía la esperanza de que apareciera en la zona de descanso por mi cuenta. Una vez todo queda aclarado, el ambiente se vuelve algo frío. Mientras yo como Ayanami y Shinji apenas hablan, pero no se quitaban el ojo de encima. Es como si estuvieran cortados por mi presencia. Vaya, ¿acaso estos dos son pareja y les interrumpí? Bueno, el otro día Ayanami estaba hablando con él por su móvil, puede que si tengan alguna relación. Sin más demora, tras tragar un poco de arroz, les pregunto a ambos.
Intento sacar conversación, pero realmente me cuesta. Ayanami está enmudecida, no dice nada, y Shinji solo habla cuando yo le pregunto. Por ello la conversación se recude a como Shinji me cuenta su graduación en la universidad y como luego pasó a trabajar en NERV como genio ingeniero. No me sorprendió, Shinji siempre fue muy listo. Yo también le hablo un poco de mi aburrida vida en Estados Unidos. Una vez termino de comer, le doy las gracias a Ayanami, en un intento de meterla en la conversación.
Ante los comentarios míos y de Shinji alabando a Ayanami, provocamos que se sonroje. Pobrecilla, con lo tímida que es y nosotros dos exagerando solo para ver cómo se sonroja. Aun así ellos dos no me han dejado claro si son o no pareja...
Ante mi comentario los dos se alarman más. La verdad es que me divierte mucho hacer ese tipo de cosas. Al ver como Ayanami y Shinji trataban de darme explicaciones estúpidas y repetitivas, muy nerviosos, me sacaba mucha risa. Esos dos idiotas se gustan, por mucho que digan. Se les ve a la legua. Después de un rato de tomarles el pelo a Shinji y Ayanami, llegan las 14:30 PM, hora de volver al trabajo. Bueno, en mi caso empezarlo. Yo debía de ir junto con Ayanami a la zona de simulación o ensayo, donde estaría Misato esperando. Al parecer mi entrenamiento iba a ser algo parecido al de Ayanami. Así nos despedimos de Shinji, quien vuelve a su trabajo para reparar la Unidad 00, y ponemos rumbo hacia la zona de ensayo. Como les dije antes, las zonas de ensayo tienen dos habitaciones: una primera donde se practica la acción y una segunda donde la supervisan. Nosotros llegamos a la segunda zona. Allí están Misato, la doctora Akagi, Maya y Makoto. Nada más llegar Misato y Akagi empiezan a explicarme cual será mi entrenamiento, una rutina que seguiré hasta acostumbrarme al EVA. Primero haré una prueba de sincronización, aquel test que le vi hacer a Ayanami en la mañana. Luego pasaré a hacer prácticas con un simulador del Evangelion 01. Sin más explicaciones, me dan un traje que hasta ahora no había visto, pero si había estudiado sobre él: el Plug suit. Es el traje especial adaptado al cuerpo del piloto que se utiliza para ayudar a la sincronización con el EVA. Contiene instrumentos internos de monitoreo de la condición de salud del piloto, así como de ayuda médica para generar desfibrilación o reanimación cardiopulmonar. El Plug suit es único para cada usuario: cada traje contiene una designación numérica de su correspondiente EVA situada en el pecho y en la espalda; mientras que el color varía según el usuario. Tengo que ponerme uno para poder empezar con las prácticas. Ayanami también usa el suyo propio. Sin más remedio, tanto ella como yo vamos a unos vestuarios para cambiarnos y ponernos dicha ropa. Me sorprende, pero ambos usamos el mismo vestuario. Una vez en él, a Ayanami y a mí nos separa una cortina, para respetar intimidad. Al parecer, para ponernos el Plug suit tenemos que desnudarnos al completo. Qué bien... Mientras me desnudo, no puedo evitar mirar hacia la silueta de Ayanami en la cortina. Realmente no la estoy viendo, pero si veo todo lo que hace. Como se quita la camisa de tirantas, el pantalón, su ropa interior... Hasta quedarse completamente desnuda... ¿¡Pero en que mierda estás pensando!? Concéntrate en colocarte tu Plug suit o pensará que eres un pervertido. Me coloco el traje, como si te estuvieras poniendo un traje de neopreno. La talla del Plug suit es bastante grande, pero se adapta al cuerpo mediante un mecanismo ubicado en las muñecas. Al pulsar el mecanismo en la muñeca, el traje se adhiere totalmente a mí. Luego también tenemos que colocar en nuestras cabezas los clips nerviosos 10, pequeños aparatos usados por los pilotos para ayudar a una buena sincronización con el EVA. Consisten en una delgada cinta con dos pequeños aparatos a sus extremos, que se ubican sobre las sienes del piloto. ¡Ya estamos listos para las pruebas! Hay que decir que mi aspecto actual será el que lleve durante mis entrenamientos y batallas contra los Ángeles. Mi Plug suit era de color negro en la parte inferior, mientras que la parte alta del torso era morada, del mismo color que mi unidad y las mangas del color verde también de mi unidad. Mis clips nerviosos 10 también son de color morado. En el pecho y en la espalda tenía el número “01”, haciendo referencia a que mi unidad era el Evangelion 01. Por su parte, el Plug suit de Ayanami es mayormente blanco, con parches naranjas en los hombros. Sus clips también eran de color blanco. Si en mi pecho y espalda se ve el 01, en el de Ayanami, al ser piloto del EVA 00, se puede ver un 00. El Plug suit blanco le queda de fábula a Ayanami, realmente esta guapa e incluso sexy por aquello de que se le moldea al cuerpo... Una vez listos empezamos con la primera prueba, un test de sincronización. Ayanami y yo nos introducimos en unos Entry plug que simulan una conexión con nuestros respectivos EVA. Debemos simular una sincronización, la cual será medida por los ordenadores y determinará nuestra forma y estado para pilotar un Evangelion. Misato y la doctora Akagi están al cargo de la prueba. Dentro de la cabina, del Entry plug, rodeado de LCL, me concentro en hacer la mejor sincronización posible. Realmente no sé en qué pensar. No sé qué debo pensar para sincronizarme mejor o peor. Soy capaz de sentir como me sincronizo, pero soy incapaz de saber si lo hago bien o no. No puedo explicar cómo lo hago, simplemente me sale así. Tras un rato, a Ayanami y a mí nos informan de que el test ha finalizado. Nos bajamos de los Entry plug y vamos a la sala con los demás. Allí la doctora Akagi nos felicita por los buenos resultados del test. Sobre todo me felicitan a mí, estaban muy satisfechos por mis resultados. Una sincronización del 61.25 %, al parecer una tasa muy alta como para ser la segunda vez que hago una sincronización. Ayanami llevaba casi siete meses como piloto, y su sincronización era del 74.56 %. Realmente no estaba muy lejos de ella. Para mi sorpresa, a Ayanami le agrada mucho el que tenga ese nivel, incluso aunque es muy probable que la supere pronto. Me alegro de tener una compañera así, sin rivalidades. A mí me no me molesta en absoluto que ella esté por encima de mí, me alegro por ella. Además, eso hace darme cuenta de que tengo que esforzarme más. Una vez hemos finalizado con los test, pasamos al siguiente entrenamiento. En esta ocasión, Ayanami y yo nos separamos, no practicaremos el mismo ejercicio. Yo voy a otra zona de ensayo, donde tienen preparado nada más y nada menos que un simulador del Evangelion. Tengo que subirme a otro Entry plug, el cual está insertado en una réplica de la cabeza de mi unidad. La cabeza está cubierta por un montón de dispositivos que inundan su sentir, vista u oído con una simulación. Por supuesto, las sensaciones van a parar a mí, al piloto. Una vez se inicia la simulación tengo la real sensación de estar dentro del Evangelion 01. El primer ejercicio consiste en hacer una serie de movimientos para acostumbrarme a moverme con el Evangelion. Una vez terminamos con eso, pasamos a una segunda fase donde se simula una lucha con un Ángel. He de decir que aunque parece que estás dentro del EVA, no parece que tuvieras realmente a un Ángel delante. El ejercicio se resume en un fin: acabar con el Ángel. Para ello me muestran las distintas maneras que tengo de hacerlo. A medida que me muestran las formas de acabar con el Ángel, aprendo a manejar el armamento con el que cuenta el Evangelion. La batalla se simula en una réplica exacta de Tokyo-3, por lo que también voy memorizando cuales de los edificios falsos contienen armamento. Hay dos armas que destacan por encima de todas: el cuchillo progresivo para la lucha cuerpo a cuerpo, y el rifle de paleta para disparar al objetivo. Como era mi primer día, era bastante torpe, y me costaba mucho acabar con el Ángel. Realmente es difícil. Tras tres horas de entrenamiento, me toca retirarme y recibir un más que merecido descanso. Antes de marcharme a casa con Misato y Ayanami, la doctora Akagi me deja ver que el entrenamiento de hoy será mi rutina durante los próximos días. El objetivo es acostumbrarme al Evangelion 01 y convertirme en un piloto de verdad. Así vuelvo al apartamento junto a mis dos compañeras. Los tres estamos tan cansados que sin mucha actividad cenamos, nos duchamos y luego vamos a dormir. Ha sido un día realmente agotador, pero estoy satisfecho, pues pronto podré llamarme a mí mismo piloto de Evangelion y cumplir mi único propósito en la vida... To be continued... |
Capítulo 5: Team of crazies
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Equipo de locos |
Día 13 de marzo del 2015. Es viernes por la noche, concretamente son las 22:37 PM. La jornada de hoy ha terminado. Tras volver a casa, cenar y ducharnos, los tres estamos relajados en el salón. Yo estoy tirado en el suelo mientras que juego con mi 3DS. Misato y Ayanami están viendo no sé qué programa, creo que es una serie romántica o algo así. Mujeres... Vaya, ha sido una semana muy dura, ¡pero ya está completa! Ya puedo decir que ha terminado mi primera semana como miembro de NERV. Ahora toca descansar, tengo todo un fin de semana para ello.
En toda la semana no he parado. Después de que el lunes me mostraran las instalaciones y me dieran la bienvenida a NERV, todo ha sido trabajar y trabajar con el Evangelion. Ya saben, se lo expliqué anteriormente, todo son pruebas de sincronización y test virtuales para acostumbrarme a manejar el Evangelion. Tras una semana haciendo pruebas ya empiezo a acostumbrarme, aunque aún tengo mucho que mejorar. Los test más entretenidos son cuando tengo que luchar contra una simulación de Ángel. Al principio a duras penas ganaba, pero cada vez lo hago mejor. Las simulaciones también consisten en aprender sobre Tokyo-3 y la cobertura que ofrece a los Evangelion. Tengo que memorizar puntos de acceso para los EVA, así como qué edificios falsos contienen munición, armamento, suministros de energía o simplemente pueden ser usados como escudos. Ciertamente, es un coñazo memorizar todo eso, pero no me queda otra. ¿Quién dijo que pilotar Evangelion solo era dar palos y disparos sin ton ni son? La doctora Akagi, Misato, Yui y el comandante Ikari, todos ellos están muy satisfechos con mis entrenamientos. Dicen que he mejorado mucho en tan solo cinco días. Yo si les soy sincero creo que exageran, tampoco hago nada del otro mundo. Aunque puede que solo lo hagan para alentarme. En fin, no negaré que es agradable recibir esos elogios, pero no me gusta que se exagere. Además, según me ha dado a entender Misato, me he vuelto “famoso” en NERV, parece ser que hablan de mí hasta en la sede de América y Europa. Todo por el hecho de que activé un Evangelion sin entrenamiento previo. Exagerados, ¿realmente es cómo para tenerme en boca de todos? Que innecesario... Por lo demás la semana ha sido bastante tranquila. Lo más agradable ha sido ver como Ayanami poco a poco ha empezado tomarme confianza y dejar de lado la vergüenza. Ella es muy agradable y cálida, tengo suerte de tener una compañera así. Al principio le costaba hablarme, e incluso lo hacía de forma entre cortada, pero eso ya va a menos. Ahora habla más tranquila, e incluso es capaz de mantenerme la mirada. Sin embargo nuestras conversaciones son generalmente sobre el trabajo. Poco a poco la cosa mejora. Ayanami también ha tenido una semana de lo más ajetreada. Su entrenamiento era parecido al mío, aunque el de ella no ha sido tan intensivo. Ella dispone de muchos más descansos. Cuando no está entrenando siempre la puedes encontrar en el mismo sitio: el lugar donde esté Shinji. Vaya par de dos, solo les hace falta la música romántica de fondo y los planos a cámara lenta. Como dice la canción: “Love is in the air”. Estos días siempre he estado almorzando con la parejita. En cierto modo, Shinji ha ayudado a que Ayanami pierda la vergüenza ante mí. Al principio comer con ellos era algo aburrido, pero conseguí encontrar un pasatiempo: gastarles bromas sobre que son novios. Es muy divertido ver como los dos tratan de evadir la gran evidencia. Como se alteran y me discuten diciendo cosas sin sentido. Me encanta tomarles el pelo. No obstante, he notado ciertos detalles en los días que he almorzado con ellos. Muchas veces Shinji hace algunos comentarios raros, como dándome a entender que sobro, como si me echara. Es decir, quiere quedarse a solas con Ayanami. Bueno, a mí no me molesta, lo entiendo, quiere estar a solas con ella... Pero no sé, somos amigos, que menos que me lo diga directamente. He intentado dejarlos a solas, pero Ayanami siempre aparece para decirme que vaya con ellos. ¿Quién en su sano juicio le diría no a una chica tan dulce como ella? No puedo, me es imposible, en mi ADN está escrito aceptar las ofertas de las chicas guapas y dulces. Lo siento mucho por Shinji, pero con Ayanami en ese plan me es imposible dejarles a solas. Al menos cuando almorzamos... Es más, creo que Ayanami me usa para romper la tensión. Tal vez tenga miedo a quedarse a solas con Shinji y no saber que decir... ¡Por Dios! Estar enamorado es una inutilidad. Si ellos dos se gustan que se lo digan de una maldita vez. ¡No es tan difícil! No me importa si se lo dicen mutuamente o uno de los dos toma la iniciativa, la cosa es que dejen de complicarse. Estar enamorado es un verdadero dolor de cabeza, me alegro de que yo nunca me haya enamorado. Es toda una pérdida de tiempo, sufrir por tonterías. Solo actúas de forma estúpida y dices tonterías que normalmente no dirías. Es más, hay quien cambia su forma de ser para gustarle a la otra persona. ¿Enamorarse? No gracias. Es increíble todo lo que pienso mientras juego a un videojuego, ¿Eh? Bueno, supongo que por tanto pensar es porqué aún no he completado este templo y me han quitado unos seis corazones. Cuando por fin vuelvo a centrarme en el juego, una señorita a la que tengo por capitana me saca de mis pensamientos.
Al ver que me negaba, Misato, muy pícara ella, se desliza por el suelo hasta llegar donde estoy yo. Con sus brazos me rodea el cuello, abrazándome, apoyando sus dotados pechos en mi espalda. Sin embargo, lo que más me inquieta es sentir su aliento en mi nuca. Sabiendo que me incomodaba, me dice al oído con una voz dulce:
Al oír aquello me pongo muy, pero que muy nervioso y totalmente sonrojado doy un bote, escapándome del abrazo de Misato y tirando mi 3DS por los aires. El corazón me late muy deprisa y estoy comenzando a transpirar. Joder con Misato, como me ha dejado con unas pocas palabras y un par de gestos, ella sí que sabe cómo desbocar a un hombre.
Ya claro, soy un cielo para lo que te interesa. Maldita manipuladora de hombres. Con las risas de las chicas de fondo y yo avergonzado, me dirijo a la cocina, que está justo al lado del salón. Abro la nevera, tomo una de las muchas latas de cerveza, vuelvo sobre mis pasos y se la entrego a Misato. Bueno, antes se me ocurre una pequeña venganza, dejar deslizar la fría cerveza por el acalorado cuello de mi capitana...
Maldita Misato, tiene estilo hasta para estremecerse... Tras darle la lata, vuelvo a mi sitio y me tumbo boca-abajo, sujetando mi 3DS y dándole la espalda a Misato. Pobre de mí, y yo que pensaba que el conflicto había terminado... Sin imaginármelo, Misato agarra una baso que estaba en la mesa del salón, en cuyo fondo había unos cubitos de hielo. Con toda la mala idea, toma los cubitos, se acerca a mí con cuidado y en una maniobra rápida y concisa, levanta mi camisa para poner los hielos en mi espalda. La sensación repentina de frío provoca que me altere y comienzo a dar vueltas por el suelo mientras grito por el frío. Misato y Ayanami se ríen ante la escena, pero más se ríen cuando en uno de mis giros por el suelo choco con mi cabeza en la mesa del salón. Al chocar me quedo totalmente K.O., mientras las chicas se siguen riendo. Después me reincorporo, doliéndome por el golpe, echando mano a la cabeza. Entre lágrimas y pequeñas risas, Ayanami se me acerca, sentándose a mi lado.
En ese momento, ante la pregunta de Misato, Ayanami y yo nos miramos. Durante unos segundos, por medio de nuestras miradas, compartimos el mismo pensamiento: “No tenemos ningún plan”. Al ser conscientes del panorama, los dos colocamos rostros resignados. Al vernos así, Misato entiende la situación.
Es divertido tomar el pelo a los demás con relaciones inexistentes, pero cuando lo hacen sobre mí no tiene ninguna gracia... Además, a mí no me gusta Ayanami, sí es muy guapa, pero no me interesa... De verdad, no me interesa... En ese momento suena un móvil, una notificación.
Aquel show poco más iba a durar. Después de un rato más de tomaduras de pelo, bromas y risas, cada uno se retira a su habitación a descansar. Es verdad que Ayanami o yo podíamos estar despiertos hasta tarde, pues al día siguiente lo teníamos libre, pero estábamos tan cansados por el entrenamiento que descansar era necesario. Después de lavarme los dientes y dar el típico oyasuminasai (buenas noches), entro en mi habitación y me desplomo sobre mi cama. Dejo la puerta y la ventana de mi habitación abiertas, para que corra el aire. Aquella noche no hacía mucho calor, pero siempre es agradable dormir con una ligera brisa. Mientras que el sueño me atrapa, como de costumbre, pienso en mí día a día, aunque hoy lo dedico más a pensar que haré mañana. Supongo que vaguear en extremo, jugar a videojuegos, leer algo... Finalmente caigo dormido. Despierto a la mañana siguiente, con el Sol ya entrando por mi ventana. Con gestos risueños y bostezos miro el despertador sobre mi mesita. Las 10:01 AM... Creo que he dormido demasiado... Lo primero que hago es ir al lavado y tras asearme me dirijo a la cocina. Al poner un pie en la cocina, oliendo el desayuno que Ayanami siempre prepara, espero encontrarla a ella también. Para mi sorpresa, no está. Al ver el desayuno allí y no a ella comienzo a buscarla por la casa, pero nada, no la veo. “Qué remedio, desayunaré y punto”, término diciéndome a mí mismo. Justo cuando me siento veo una nota al lado de mi plato. La nota es de Ayanami y dice: “He salido a hacer unos recados. Volveré pronto. ¡Qué te aproveche el desayuno! ^^” Al terminar de leer se me dibuja una sonrisa en la cara. Sí, ella es realmente maja, está pendiente a todo. No obstante, me percato de que la nota aún no ha terminado: “PD: He invitado a Shinji a comer con nosotros.” ¿Shinji, eh? Supongo que él también libra hoy. Otro día más que deberé almorzar con “la parejita”. La verdad, no me desagrada la idea de estar con Shinji una vez más, me cae muy bien. No obstante, hay veces en las que hace algunos comentarios un tanto molestos. No son nada como para ofenderse, pero no sé, da mal rollo ¿Recuerdan lo que les dije? A veces parece que me echa. ¡Pero no debo pensar en eso! Tal vez sean imaginaciones mías. Tengo que ser positivo, que Shinji es mi amigo. Si tuviera un lugar a donde ir o amigos, me iría y les dejaría solos a los dos. Pero como no es el caso, pues... Una vez termino de desayunar, relamiéndome, recojo la mesa. Después marcho a mi habitación y comienzo a ordenarla un poco. Yo soy muy desastre, siempre lo tengo todo por medio: ropa en la cama o el suelo, incluso en la silla del escritorio; el escritorio con algún plato y baso, libros o algún juego por medio, folios con cosas apuntadas sin ningún orden... Sí, así soy yo. De todas formas, siempre que tengo un rato aburrido me dedico a recogerlo todo. Luego lo vuelvo a dejar todo por medio, lo recojo... Es un círculo vicioso. Soy raro. Con todo un poco más en orden, paso a colocar algunas de mis pertenencias que aún estaban en su caja. Cuando llegué a Tokyo-3 solo traje conmigo lo más importante. Esta semana mi sensei me ha enviado el resto de mis cosas. No son muchas, básicamente libros y alguna que otra consola con sus juegos. Ni siquiera lleno la estantería de la habitación. Bueno, es que esa estantería es muy grande, es como para dos personas... Una vez acaba mi versión ordenada, enciendo el pc. Lo mejor para matar el tiempo es navegar por Internet o jugar a algún juego. Pasa el rato mientras estoy en el pc, hasta que escucho como abre la puerta del apartamento. Tras unos segundos puedo escuchar a Ayanami exclamar: “Ya estoy en casa”. Inmediatamente dejo el pc y acudo a la llegada de Ayanami. Seguramente venga cargada con bolsas y necesite de mi ayuda. Así salgo al pasillo a su encuentro, pero para mi sorpresa, no necesita mi ayuda, ya ha encontrado a otro...
Vaya, eso sí que era inesperado, fue con Shinji a comprar. Como ya Shinji le ayudaba con las bolsas, solo me limito a acompañarlos hasta la cocina. Al parecer Ayanami lo había llamado para que la acompañara. Les recuerdo que en mi bloque de apartamentos vivimos muchos miembros de NERV, entre ellos la familia Ikari, es decir, el comandante Gendo, la jefa de tecnología Yui y su hijo, el ingeniero Shinji. Viven en el nivel por debajo nuestro. La parejita queda hasta para ir a comprar, cada vez me ponen los chistes más a huevo.
“¡No somos pareja!”, me gritan. No, no lo sois, pero porque os gusta complicaros. Está más claro que el agua, vais juntos a todos lados y venga a babosear el uno por el otro. A mi realmente me parece todo innecesario, por eso digo que el amor es una tontería. En fin, mientras más lo nieguen, más me divertiré yo. Con mis risas de fondo, Shinji y Ayanami comienzan a preparar la comida. Ya son las 11:39 AM, se acerca la hora de comer. Aquí es donde Shinji me sorprende una vez más, resulta que él también es un cocinitas. En un principio pensé que haría algo así como ser el ayudante de Ayanami, pero no, es al revés, quien ayuda es Ayanami. ¿Pero qué demonios? ¡Ayanami es la reina de la cocina! ¿Cómo puede ser la ayudante de Shinji?
Madre de Dios, ¿hay una cocina mejor que la de Ayanami? Es imposible, es como decir que hay un juego mejor que Ocarina of Time, no me cabe en la cabeza. Mientras pienso en esto, siento como algo me golpea la pierna. Entonces miro a mi derecha, para ver a Pen-Pen, la mascota de la casa, ya saben, el pingüino. Estaba todo empapado de refresco, al parecer lo había duchado anteriormente. Su rostro era de enojado.
Pen-Pen suelta un grito y me muerde la pierna, provocando que yo grite de dolor y salte de la silla. Luego empiezo a rodar por el suelo, con Pen-Pen aún enganchado a mi pierna. El giro por el suelo termina cuando mi cabeza golpea contra la mesa de la cocina, quedando totalmente K.O. Entonces, Pen-Pen me suelta y se marcha.
Shinji y Ayanami se ríen ante la escena. Supongo que me lo merezco, por meterme tanto con ellos. No obstante, Ayanami deja lo que está haciendo y se me acerca. Yo sigo en el suelo, por lo que ella se agacha. Yo me reincorporo, quedando sentado en el suelo, mientras que ella pone su mano en mi espalda.
Mi comentario provoca la risa de Ayanami, una carcajada, bajo la mirada de Shinji que comienza a ponerse un pelín celoso. Ayanami bromea un poco más conmigo, y la sigo haciendo reír, aumentando los celos de Shinji por la escena. Es entonces cuando el cocinero es vencido por sus celos e intenta acabar con el momento mío y de Ayanami.
Ayanami vuelve junto a Shinji, cortando el rollo al instante. Ahí lo tenéis, típicos detalles de mi buen amigo Shinji que no me gustan nada. Vamos, solo la estaba pasando bien con ella, diciendo tonterías sobre pingüinos y mesas que me odian, no te alarmes por eso. En fin, que le vamos a hacer, los sentimientos son traicioneros. Mientras la pareja vuelve a cocinar, yo decido volver a mi pc, para pasar el rato. Vaya que si pasa el rato, pronto llegan las 12:24 y con ella la comida ya está hecha. Siguiendo la llamada de Ayanami llego a la cocina. Al poner un pie en ella puedo ver la comida sobre la mesa, no parece gran cosa, pero huele demasiado bien. Me siento en mi sitio, a la derecha de Ayanami, mientras que Shinji se sienta en su izquierda, es decir, el sitio de Misato. Damos el típico itadakimasu (buen provecho/gracias por la comida) y me dispongo a probar la cocina de Shinji. Nunca olvidaré ese instante, ese preciso momento en el que probé la cocina del mejor cocinero que he probado en mi vida. Es imposible explicar el sabor tan bueno que tiene la comida de Shinji. Cuando la comes tienes la sensación de que ha matado a un ser celestial, lo ha pasado por la picadora y te lo ha servido. Sabe demasiado bien.
Así va transcurriendo la comida. Shinji y Ayanami siguen con sus monerías mientras yo por mi parte disfruto de esa comida hasta el punto de lamer el plato. De vez en cuando dejo caer alguna broma, solo por oírles. Cuando terminamos de comer, entre todos recogemos la mesa. Después de eso, yo voy al salón, donde me tumbo con la tele de fondo, totalmente inflado por la comida. Shinji y Ayanami se quedan en la cocina lavando los platos. Tenemos lava-platos, pero ellos aun así prefieren hacerlo manualmente. Pasa el rato y cuando terminan de lavar los platos van al salón para hacerme compañía. Allí se sientan conmigo y pasamos de mirar la tele a hablar un poco. Nada más que ellos llegan, les suelto otras de mis perlas.
Mi comentario al momento altera a ambos. He visto a esos dos sonrojados por muchos de mis comentarios, pero esa vez ha sido la que más. Incluso diría que comenzaron a sudar solo de pensar en ellos dos en una habitación a solas. Solo les faltaba que saliera humo por sus orejas.
Pasa el rato con bromas y risas, hablando tranquilamente con la tele de fondo y la corredera de la terraza abierta. Mientras hablamos, en un momento dado, el móvil de Shinji suena: una notificación. La conversación se ve interrumpida mientras Shinji mira el mensaje.
Al parecer Fénix y Javi eran dos muy buenos amigos de Shinji y Ayanami. Los conocían desde pequeños, se ve que siempre fueron como una especie de grupo. La idea era quedar con ellos en una parte de la ciudad y pasar la tarde, quién sabe si hasta la noche. Ayanami y Shinji me invitan a ir con ellos, muy amables. En un principio me da cosa, pero ante su insistencia acepto.
Antes de que Shinji pueda responderme, Ayanami, molesta, toma una de las bebidas en la mesa y con mucho, pero que mucho disimulo, la vierte sobre mi espalda. Yo como es natural, doy un bote por la sorpresa y comienzo a maldecir a Ayanami. Ella y Shinji se ríen, mientras que yo juro venganza.
Muy buen rollo el que hay, ¿verdad? Hoy sin duda ha sido el día en el que he visto a Ayanami más relajada conmigo. ¿Quién iba a decir que fuese capaz de derramar un refresco sobre mi espalda? Toda una sorpresa y muy divertido además. Aunque creo que a Shinji no le hace tanta gracia... Bueno, va siendo hora de prepararnos para salir. Son ya casi las 14:30 PM, y han quedado para las 16:00, por lo menos tenemos tiempo. Shinji se marcha hacia su apartamento para prepararse, así que nos quedamos Ayanami y yo en el piso. Ayanami comienza a dar vueltas por la casa, de su habitación al lavabo y del lavabo a su habitación. Mujeres, hacen de arreglarse para salir casi como una batalla. Yo por mi parte estoy mucho más tranquilo, de todas formas lo único que tengo que hacer es vestirme y poco más. Van pasando los minutos y yo estoy más que preparado. Solo me hace falta esperar a Ayanami. Yo voy vestido con una camisa negra en la que se puede ver uno de los símbolos de Green Day, el clásico símbolo del disco Warning. Luego unos vaqueros cortos y unas zapatillas también negras. Sencillo, pero con estilo, así me gusta vestir a mí. Sigo esperando un rato a que Ayanami termine, y me la paso mirando mi pc. Finalmente Ayanami termina. Para entonces entra por la puerta de mi habitación diciendo:
Ella llevaba un precioso vestido corto, al nivel de las rodillas, de color azul cielo; una banda blanca que le rodeaba la cintura; un collar cristalino de un ser alado; y por último varias pulseras. La respuesta es más que obvia.
Los dos estamos listos así que salimos del apartamento para ir a parar al apartamento de Shinji. Tocamos a la puerta y él mismo nos abre. Nos hace pasar dentro unos minutos, ya que estaba haciendo no sé qué cosa. El apartamento tiene una composición muy parecida al nuestro, aunque no es tan largo y tiene una habitación menos. Es una casa para cuatro personas. Tras unos minutos salimos del apartamento de la familia Ikari y ponemos rumbo a la parte “divertida” de Tokyo-3. Hace un día totalmente soleado, a pesar de que estamos en marzo hace muy buen tiempo. Es verdad que siempre se siente como en verano, pero aun así sigue habiendo temporadas de lluvia o donde la temperatura no es muy alta. Digamos que ahora mismo hace tiempo pre-verano. Después de un rato de caminar llegamos al punto acordado, un parque, a unos 15 minutos andando desde de la zona donde vivimos. Al llegar al parque inmediatamente divisamos a los amigos de Shinji y Ayanami. Éstos, que eran tres, se acercan a nosotros con energía. Javi y Fénix se van directos a Shinji, saludándolo con algo de brusquedad. Kaname se va directa a Ayanami, abrazándola con ternura. Ahí empiezan decirse lo típico: “Hace mucho que no nos veíamos”, “¿Cómo estás?” y blablablá. Es entonces cuando Ayanami, la que siempre está atenta, se percata de lo marginado que estoy en estos primeros momentos. Yo no me siento así, lo veo normal, es más, ni estoy nervioso, todo lo contrario, estoy muy tranquilo. Aun así Ayanami hace por meterme en el grupo.
Mientras uno me zarandea la mano y el otro me ofrece lacasitos en dudoso estado al sacarlos del pantalón, aparece la tercera que faltaba por presentarse, Kaname. Nada más entrar en escena golpea en la cabeza a Fénix y Javi a la vez, haciéndoles un chichón.
Al oírlo, Kaname le pisa, provocando que Javi grite como un loco: “¡¡Brutalidad policial!!” Vaya manada de locos me acaban de presentar. Aunque la verdad, Kaname es muy guapa, diría incluso más que Ayanami. Aunque claro, ese es mi gusto. Ella tiene el pelo muy largo, de color azulado. Tenía una cara muy linda, con los ojos de color marrón y la nariz acabada en punta, muy adorable. Un cuerpazo, con buena complexión, con unos pechos ni muy grandes ni muy pequeños, en la medida justa. Su piel era de color blanco, como la mía. También era bastante alta para ser una chica, diría que llega a los 1,70 metros. Iba vestida con unos pantalones cortos de tonalidad verde, mostrando piernas; así como una camisa corta de tonalidad amarilla, sin escote. Por otro lado estaba Fénix, de piel morena, cabello negro y rizado. Su estatura rondaba los 1,75 metros. Físicamente se le ve fuerte, aunque nada exagerado. Según me explican él es un apasionado de la electrónica y por lo tanto tiene mucho interés en el trabajo de NERV. De ahí a que reaccionara así al conocer a un piloto, aunque es algo exagerado, Ayanami también es piloto... Por último Javi, con una tonalidad de piel ni muy blanca ni muy morena, un punto intermedio. Un poco más alto que Fénix, de cabello oscuro con el flequillo peinado en punta. También tenía gafas y los ojos oscuros. Con el grupo presentado, pasamos a movernos. Primero deciden ir a los recreativos más populares de la ciudad. Se trata de un establecimiento enorme, con un montón de máquinas para entretenerse, concursos como tiro al blanco, u otros varios como el billar, los bolos o el futbolín. Un amplio abanico de posibilidades. Mientras nos la pasamos jugando tal y cual, poco a poco voy conociendo a mis nuevos amigos, si es que puedo llamarlo así... El primero en acercarse a mí es Fénix. Ese chico es un loco de la electrónica, pero me cae muy bien. Es agradable, e incluso gracioso hablar con él, aunque a veces se pasa haciéndome preguntas sobre NERV y el Evangelion. En una ocasión me hizo una pregunta sobre el Evangelion que ni siquiera entendí. Me preguntó que si era posible que el “motor S2” funcionara en una unidad Evangelion. “Ni puñetera idea”, eso le respondí. Luego también se me fue acercando Kaname. Es una chica muy curiosa y coqueta. A veces diría que hasta llegó a filtear conmigo. Es agradable hablar con ella, muy enérgica. Aunque claro, para enérgico estaba Javi. Ese tipo no para ni un segundo, es el alma de la fiesta. Lo mismo te está contando una historia muy rara que se ha inventado, que se pone a perseguir mariposas. En resumen, muy divertido. Después de un buen rato en los recreativos decidimos salir a hacer otra cosa. Vamos a una heladería cercana donde como es de lógica, nos tomamos un helado. Cabe destacar que Kaname y Fénix estaban a todo rato peleándose, pero no era una pelea bélica, sino una pelea más de amistad, un pique por así decirlo. Creo que esos dos se gustan o por lo menos se atraen. Maldición, para una chica guapa que conozco y ya está pillada. Bueno, así mejor, no quiero meterme en rollos amorosos, son un dolor de cabeza. Mientras Javi hace el idiota con su helado y Kaname y Fénix se pelean sobre qué sabor de helado es el mejor, Shinji y Ayanami siguen a sus cosas. Ahí están los dos, compartiendo sus respectivos helados como si fueran una pareja. Tanto amor en el aire no es bueno para mí. Antes de que yo haga algún comentario para molestarles, Fénix se adelanta.
Una vez termínanos con la heladería pasamos a otra cosa. En esta ocasión deciden ir al cine. Que así sea, al cine. Elegimos la película, compramos palomitas y a verla. Después de dos horas de film, salimos del cine, ya siendo de noche, exactamente las 20:20 PM. La quedada ya estaba llegando a su final, por lo que volvemos al parque donde habíamos quedado en el principio. Allí, Shinji, Ayanami y yo nos despedimos del resto, para luego poner rumbo hacia nuestro bloque de apartamentos. Francamente, me han caído muy bien los tres, Javi, Fénix y Kaname, vaya grupo de locos. Durante el camino de regreso Ayanami y Shinji me preguntan sobre mi impresión. Por supuesto, yo respondo que ha sido todo muy agradable y divertido. Finalmente llegamos al bloque de apartamentos. Como favor a esos dos tortolitos, hago una de las mías. Mientras subimos las escaleras, antes de llegar al piso de Shinji que era el tercero, me invento una excusa barata: “Debo de darme prisa, como Misato llegue y no tenga el baño preparado me mata.” Así salgo disparado y dejo a los dos solitos. Estoy orgulloso de esa excusa, pienso muy rápido cuando quiero. Sin embargo, aunque los he dejado a solas, no puedo evitar asomarme desde el piso de arriba para ver qué es lo que hacen sin mí. Es pura curiosidad y también quiero ver si Shinji aprovecha bien la oportunidad que le he brindado. Eso espero, a ver si se lanza. Al estar en silencio puedo escuchar perfectamente su conversación.
¿¡Pero qué demonios haces Shinji!? Si casi lo habías dicho, ¿cómo dejas que te apodere el pánico? Era un momento perfecto, Ayanami estaba desenado que saliera de tu boca. ¡Idiota! Mal, muy mal, solo espero que Ayanami se lo tome bien.
Por Dios, no puedo seguir viendo esto, me voy al apartamento. Entro en casa, me descalzo y grito el típico “ya estoy en casa”. Recibo la respuesta de Misato, quien hace poco ha llegado del trabajo. En la cocina me pongo a hablar con ella. Me pregunta dónde está Ayanami y después sobre donde estuvimos en la tarde. Tras que le haya respondido, llega a casa Ayanami. Tras descalzarse entra en la cocina, sonriente.
No puedo hacer otra cosa que mirar a Ayanami extrañado ¿A qué viene esa sonrisa estúpida? Pero si Shinji la ha cagado y bien. ¿A qué viene eso de fingir que está bien? Será idiota, seguro que ahora mismo está dolida, pero no dice nada para no preocuparnos. Para mi sorpresa, Misato se acerca a Ayanami, quedándose delante de ella. Misato la mira a los ojos, pero ella desvía la mirada, incapaz de aguantársela. Es entonces cuando Misato sonríe y la abraza con ternura.
Esa escena tan tierna e inesperada me dejó impactado. Misato abrazando fuerte a Ayanami, mientras los ojos rojos de ella se vuelven temblorosos y melancólicos. Misato no había estado en todo el día con nosotros, no había visto lo que yo, pero aun así, con ver la cara de Ayanami, supo que algo no andaba bien. Increíble, ella sí que tiene un sexto sentido para estas cosas. Con la idea de dejar a Ayanami con Misato por si quería hablar, voy a preparar el baño. A pesar de que mi plan era bastante lógico, Misato aparece, sorprendiéndome una vez más. Se apoya en la entrada del baño, suspira y comienza a hablarme.
No me convence mucho la idea, pero Misato insiste tanto que finalmente accedo a hablar con Ayanami. No obstante, antes de hacer nada, decido ducharme y luego cenar. Una vez he acabado con ello, tomo valentía y voy hacia el cuarto de Ayanami, al final del pasillo. Cuando llego ante su puerta, levanto el brazo con el puño cerrado para tocar en su puerta, pero antes de tocar, hago una pausa. Después de tomar aire y fuerza, toco a la puerta.
Suspiro y no me queda más remedio que aceptar lo que ella me pide, que me vaya. Ya suponía yo que algo así iba a pasar. Cuando me doy la vuelta y camino por el pasillo, pensativo, desde la habitación de Misato aparece ella misma, que me pone la zancadilla. Yo como voy pensando, no veo su pie y caigo besando el suelo. “¿Ya te rindes?”, me dice mientras me duelo. Trato de hacerle ver la situación, pero ella insiste.
Casi como un castigo, Misato me obliga a volver sobre mis pasos y llegar ante la puerta de Ayanami. No me cabe en la cabeza, me dice que no quiere mi atención, pero en realidad si la quiere. Mujeres... No hay quien las entienda. Sin más remedio, vuelvo a estar delante de la puerta de Ayanami, toco una vez más y en esta ocasión digo:
Lentamente abro la puerta. Mientras la abro por mi cabeza pasan numerosos finales para aquella escena, y curiosamente en ninguno de ellos salgo bien parado. Seguramente ella se cabreara y me tirara algo como una silla a la cabeza. Incluso en uno de los resultados de mi imaginación yo caía a un foso al abrir la puerta. Finalmente la abro, encontrando la habitación totalmente a oscuras. Era la primera vez que entraba en aquella habitación. Era la habitación más pequeña del apartamento, de forma rectangular. Tenía un armario empotrado en la pared derecha, a la pared izquierda había una estantería. Luego, en la pared de enfrente, una ventana, junto a la que estaba la cama y al lado de ésta el escritorio. Todo estaba a oscuras, iluminado solamente por la luz de la luna que entraba por la ventana. Sobre la cama estaba Ayanami, tumbada boca-abajo, abrazando su almohada y llorando de rabia e impotencia. Al verla así, todas las estupideces en mi cabeza desaparecieron y mi corazón se estremeció. No podía creer que la dulce y alegre Ayanami a la que me había acostumbrado estuviera llorando de esa forma, tan dolida. Trago saliva para tratar de deshacer el nudo en mi garganta, mientras busco algo apropiado que decir. Al verme entrar, Ayanami se sienta en la cama, tratando de ocultar sus lágrimas con la almohada.
No sé qué me dio, pero en cuanto vi como Ayanami me echaba cuando en realidad me necesitaba, me arme de valor y grité eso. Ayanami queda sorprendida ante mi reacción, bueno, para ser justos hasta yo mismo estoy sorprendido. Con un suspiro, cierro la puerta de la habitación y después me siento en la cama, al lado de ella.
Después de mis palabras se hace el silencio durante unos segundos. Es entonces cuando Ayanami lo rompe, riéndose. El verla reír me deja aún más confuso, realmente no entiendo nada. Ella suelta su almohada, la pone en su sitio y luego se inclina hasta apoyarse sobre mí.
Misato una vez más tenía razón, Ayanami, quiero decir, Rei solo necesitaba algo de apoyo y atención. Al parecer yo era el más indicado para dársela. Mi presencia la había calmado momentáneamente, pero les aseguro que aquella noche fue mucho más larga. Ella me habló sobre su sentir y yo la animé como pude. Fue una noche que siempre recordaré, pues a partir de entonces comencé a tener una “mejor amiga”... To be continued... |
Capítulo 6: Rei from his heart
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Rei desde su corazón |
Día 23 de marzo del 2015, lunes. Son las 06:30 AM, hora en la que el primer despertador de la casa suena. “¡Buenos días Rei-chan! ¡Arriba, ya es hora!”, golpe al despertador, silencio y por último un suspiro. Me levanto con gestos risueños y después de un ligero bostezo, salto de la cama para estirarme. Mientras miro como entra la luz de la mañana por mi ventana, me digo: “hoy va a ser un buen día”. Me encanta levantarme positiva, además, tengo que hacerle caso a Xavi, debo de ser lo más positiva que pueda.
Como hago cada mañana, reemplazo mi blusa por el uniforme de NERV y luego voy a asearme. No me gusta mucho el uniforme, me hace parecer ruda. ¿Recuerdan cómo era? Una camisa negra de tirantes, con el símbolo de NERV en el pecho; unos pantalones azul oscuro, largos y un poco ajustados; por último una chaqueta de cremallera y cuello alto abierto, de color azul oscuro como los pantalones y con el símbolo de los pilotos. No me gusta, ¿por qué no puedo llevar un uniforme como el de Misato? Después de asearme voy a la cocina, debo de hacer el desayuno para los dos desastres. Vaya un dúo de compañeros... ¿Qué harían ellos dos sin mí? Misato no sabe cocinar y Xavi es un peligro. Si les dejara obrar a ambos, la casa acabaría ardiendo. A parte de que me divierte hacer el desayuno para ellos, me alegra mucho ver como disfrutan de él. Supongo que así se debe sentir una madre que alimenta sus hijos. ¿¡Pero qué tonterías digo!? Si yo soy la más pequeña de la casa. ¿Qué hago pensando como si fuera la madre de esos dos? ¡No es el momento para pensar en eso Rei! Concéntrate en el desayuno. Creo que hoy probaré a hacer unos huevos revueltos, vamos a desayunar a lo americano... Supongo que la tontería de la madre es por el momento, de todas formas no tiene sentido que una chica como yo, de 19 años, esté pensando en esas cosas. Aunque si soy sincera en el futuro me gustaría tener mi propia familia... Formar mi propia familia... Con Shinji... ¡Los huevos, que se me queman! Ya han pasado dos semanas desde que Shinji casi se me declara. Pobrecillo, le entró pánico y salió con la excusa tonta del cumpleaños de su madre. Tengo que tener claro que no debo de obsesionarme, debo de dejarle ir a su propio ritmo... Sí, ya sé que me puse muy mal después de aquello, pero gracias a Xavi ya estoy mucho mejor. Gracias a él me pude desahogar y me apoya mucho, incluso ahora tengo más seguridad en mi misma gracias a que me alienta. Es muy majo. En estas dos semanas nos hemos hecho muy amigos. Me alegra poder actuar con él de forma normal, es lo mínimo que se espera de mí ante un compañero piloto y encima un amigo. Antes me ponía nerviosa solo con tenerle en la misma habitación, porque quería causarle una buena impresión, se le ve un chico tan majo y decidido que quería que todo fuese bien. He metido la pata alguna vez, pero con lo majo que es no hay problema y nos llevamos realmente bien. Ahora hablamos a todos ratos, nos gastamos bromas y siempre estamos riéndonos. Es muy agradable. Incluso se vengó de mí por derramarle una bebida en la espalda. ¡No me quedaba otra opción! No le basta con meterse conmigo y con Shinji, ¡también es un pervertido! Mira que preguntar sobre si Kaname estaba buena o no. Aunque ahora que lo pienso, su venganza, puede calificarse como algo mucho más pervertida que ese comentario, me mojó entera con un cubo de agua. El muy maldito lo puso sobre la puerta de mi habitación de forma que cuando la abrí me cayó el cubo encima. Se me transparentaba la ropa y pasé mucha vergüenza... Me entran ganas de vengarme solo de pensarlo... También me alegra mucho ver como Xavi se ha integrado de maravilla en nuestro grupo de amigos. El sábado pasado volvimos a salir y ha sido de las quedadas más divertidas en las que he estado. Con el que mejor se lleva es con Fénix, hablan bastante. Mejor para mí, así Fénix deja de preguntarnos tanto a Shinji o a mí sobre NERV. Ahora puedo disfrutar más de Shinji, aunque nos siguen interrumpiendo, el que más Javi con sus divertidas tonterías. Por un momento dejo de divagar por mis pensamientos, pues el desayuno ya está listo. En cuando lo sirvo en la mesa, aparecen los dos desastres, Misato y Xavi. Vaya cuadro que forman los dos, siempre aparecen con ojeras, hechos polvo, y eso que siempre duermen a pierna suelta. Son muy exagerados, parece como si no pudieran ni tirar de su propia alma, pero a mí me hace mucha gracia. No obstante, en cuanto comen mi desayuno es como si revivieran. Seré la más pequeña, pero realmente parezco la madre de ellos dos. Una vez terminamos de desayunar:
Xavi me ayuda a recogerlo todo, mientras que Misato se escabulle para maquillarse y terminar de prepararse. Esta mujer siempre hace igual, en teoría es la más responsable de la casa, pero luego resulta ser la más vaga y dejada. Tras unos minutos, ya rozando las 08:00 AM, ponemos rumbo a los cuarteles de NERV. Vuelta a la rutina tras el descanso del fin de semana. Hacemos el típico camino, en coche hasta los accesos principales del Geo-Front, puertas de seguridad, escaleras mecánicas y por último ascensor. Al poner un pie en los cuarteles, lo primero que hago es despedirme de Xavi y Misato. Xavi sigue con su entrenamiento intensivo, pobrecillo, siempre acaba muy cansado. Misato va a atender sus deberes como capitana, aunque muchas veces supervisa los entrenamientos. Antes de dirigirme a mi primera prueba del día, me gusta pasar por el departamento de tecnología para saludar a Shinji y ya de paso a su mamá, Yui. No lo hago porque esté colada por Shinji, es solo que me parece de buena educación... Vale, tal vez lo hago un poco por lo primero, pero solo un poco... Una vez los he saludado, toca empezar con mi entrenamiento. A diferencia de Xavi, mi rutina no es con el Evangelion o simulaciones, lo mío se basa en el entrenamiento físico y psíquico. Es algo que los pilotos debemos de cuidar mucho, sobre todo lo segundo. He de decirles que los pilotos estamos entrenados en artes marciales, pues la lucha más eficaz contra un Ángel es cuerpo a cuerpo. El entrenamiento en la mañana es aburrido y monótono, pero forma parte de mi trabajo. No hay nada que destacar sobre el entrenamiento. Así pasa la mañana y se acerca la hora de almorzar. Antes de que pueda dirigirme a los vestuarios para asearme y cambiarme, llega a mi lugar de entrenamiento la jefa de tecnología, Yui Ikari, mi madre adoptiva...
Con un nuevo gesto de cariño, Yui me da un golpecito suave con uno de sus nudillos en la cabeza, a la par que me dice: “Te lo tengo dicho, nada de formalismos con la familia.” Hasta para regañar es agradable esta mujer. Después de ese pequeño gesto, Yui me explica que ha venido a buscarme porque ella y el equipo de NERV tienen una noticia que dar a los pilotos, es decir, a Xavi y a mí. Por ello, debo de acompañarla antes de tomar mi descanso. Junto a ella comienzo a moverme por el cuartel, en dirección a la zona de pruebas, concretamente a una sala que suelen usar para simular arranques de unidades Evangelion. ¿Por qué vamos hacia allí? Según me explica Yui, Xavi hoy hacía una prueba de arranque de su unidad, así que se encuentra en esa zona con otros superiores.
¡Qué bien! ¡Xavi es un fenómeno! En dos semanas es capaz de manejar el Evangelion hasta el punto de aprobar con nota un arranque de unidad... Ojalá yo tuviera esa soltura... La prueba de arranque de una Unidad Evangelion se considera la prueba final en la adaptación del piloto. Esta prueba no se hace con ordenadores o simuladores del EVA, se hace directamente con la unidad, por eso es tan importante. Si el piloto es capaz de sincronizarse con total normalidad significa que está preparado para luchar contra los Ángeles. Me alegro un montón por Xavi, la verdad. Aunque me pregunto cuál será la noticia que tienen que darme... Por cierto, hay una cosa que aún no he explicado y que puede que haya llamado vuestra atención. Yui me ha llamado de “la familia”, aparte de que yo he dicho que es mi madre adoptiva. No obstante, mi apellido es Ayanami y el suyo es Ikari. Seguro que andan confundidos y puede que sea algo lioso, pero trataré de explicar: Yo nací en Japón el 30 de octubre de 1995. Mi padre se llamaba Daichi Ayanami y mi madre Aiko Ayanami*. Pocos son los recuerdos que tengo de ellos, pero todos son muy felices. Ambos eran prestigiosos científicos, con renombre incluso a nivel mundial. Viví con mis padres hasta el fatídico año 2000, donde se produjo el Segundo Impacto. Con cuatro años, durante aquel incidente y el ataque del quinto Ángel, Sitael, perdí a mis padres. Al igual que los demás pilotos, me quedé sola, sin una cara conocida.
Cuando se formó el elenco de científicos llamado Gehirn, al que se le daría la misión de evaluar las esferas y que más tarde se convertiría en NERV; se buscó a mis padres por petición del mismo Gendo Ikari. Como es de suponer, no encontraron a mis padres, pero sí me encontraron a mí. Por la fuerte relación que tenían con mis padres, Gendo y Yui sintieron que era su deber adoptarme. Ellos me acogieron, me dieron un nuevo hogar y una nueva familia. Así también fue como conocí a Shinji. La familia Ikari fue un gran apoyo para mí, me ayudaron y me siguen ayudando mucho. Les debo mucho a todos, Gendo y Yui han sido como unos padres para mí. Mientras que Shinji... Bueno, lo de Shinji es otra historia... Una vez aclarado mi relación con la familia Ikari, vuelvo a salir de mis pensamientos cuando llegamos a nuestro destino. Entramos en la sala, donde ya están esperando todos reunidos: Misato, la doctora Akagi, Xavi y Fuyutsuki. El comandante Ikari tenía asuntos más importantes que atender, lo que explica su ausencia. Al llegar los saludo a todos y luego me colocan al lado de Xavi. Entonces quedamos, los dos pilotos, enfrente de nuestros superiores, que comienzan a hablar por medio del profesor Fuyutsuki.
Con esas palabras, todos los presentes procedemos a felicitar a Xavi. Ahora, gracias a que él puede combatir con todas las garantías, seguro que en NERV volvemos a tomar confianza. Estábamos muy preocupados por la posibilidad de que apareciera un Ángel mientras que Xavi se adaptaba. Además, mi unidad está fuera de servicio...
Mi unidad volverá a estar operativa... Vaya, no sé cómo sentirme... Esto es extraño. Claro que quiero volver a subirme al EVA, luchar y defender a la humanidad, pues para algo soy una piloto, pero... No se puede decir que esté feliz por ello... No me malinterpretéis, no le tengo miedo a subir al Evangelion, solo le tengo respeto... Gracias a la batalla que tuve contra el sexto Ángel sé lo que se puede sufrir a bordo de un Evangelion...
Con el permiso de nuestros superiores, nos retiramos rumbo a los vestuarios. Ya hace rato que es nuestra hora de descanso, seguro que Shinji está preocupado porque no llego a buscarlo... Mientras andamos por los pasillos del cuartel, en un principio no hablamos, simplemente andamos mientras pensamos en nuestras cosas. Aun así, no puedo evitar mirar la cara de satisfacción de Xavi. Vaya tío, está totalmente relajado, no como yo... No sé cómo Xavi puede estar tan tranquilo, diría que incluso se le ve feliz. ¿Acaso no tiene miedo a luchar contra los Ángeles? ¿No le aterra volver a subirse al EVA? Francamente, a mí me asusta todo eso, no entiendo cómo puede estar tan relajado. Luchar contra un Ángel es sinónimo de doloroso sufrimiento, o eso me demostró mi batalla contra el sexto. Había entrenado un montón, estaba más que preparada y fui valiente, pero aun así el sexto casi acaba conmigo. Estuve ingresada casi tres semanas en el hospital por la batalla, con fracturas y dolores por todo el cuerpo, fue muy desagradable. ¿Eso es lo que me espera cada vez que tenga que luchar? No quiero volver a pasar por lo mismo...
Ante mis palabras, Xavi guarda silencio durante unos segundos. Por ello, yo paso a mirarlo y es entonces cuando me sorprende: comienza a reírse. Me quedo totalmente partida, no me esperaba esa reacción. ¿Por qué le causó gracia lo que le dije? ¿De verdad tiene tanta confianza en sí mismo como para enfrentarse a los Ángeles sin siquiera dudar? Antes de que pueda tratar de buscarle alguna lógica a aquella reacción, él me dice:
Mi reacción provoca su risa de nuevo. Idiota, ¿a qué viene eso? Totalmente fuera de contexto, ni que intentara coquetear conmigo. Encima me ha puesto nerviosa, el muy idiota. Antes de que pueda gritarle lo idiota que es, vuelve a sorprenderme con un nuevo gesto. De repente, deja de reírse, se pone serio y se coloca en frente de mí mientras pone sus manos en mis hombros. Así quedamos uno frente al otro, con sus ojos marrones-verdosos fijamente sobre los míos.
Después de esas palabras cargadas de determinación acompañadas por una tranquila sonrisa, Xavi desliza sus manos por mis brazos, bajando de los hombros hasta llegar a mis manos. Durante unos segundos, mantiene mis manos agarradas, mirándolas, mientras yo aún lo miro a la cara. Yo, sin pensar, le suelto las manos y paso a abrazarle, mientras que se me saltan las lágrimas.
Gracias Xavi, no puedo pensar en otra cosa. Parecía que se hacía el idiota, como que no entendía que me pasaba, pero realmente sí lo sabía. Y no solo eso, también me ha tranquilizado mucho con sus palabras, me ha dicho exactamente lo que quería oír, transmitiéndome seguridad... ¿De dónde ha salido este chico? Parece sacado de una película, sino vean el discurso que acaba de darme. Después del abrazo, Xavi vuelve a lanzarme una broma sobre que Shinji se pondrá celoso si nos ve. Idiota, solo lo dice para molestarme... Y también para que me ría... Realmente es un idiota... Así proseguimos hacia los vestuarios. Gracias a las palabras de Xavi estoy mucho más relajada e incluso sonriente. No sé cómo lo hace, pero el muy idiota siempre consigue animarme. Aunque hay ocasiones en la que lo mataría, sin duda puedo contar con él... Ojalá pudiera decir lo mismo de otro que yo me sé... Ya en los vestuarios nos cambiamos, como de costumbre, separados por una pantalla. Esta situación antes me incomodaba un poco, el pensar que había un chico desnudándose al otro lado de una pantalla, pudiendo ver incluso su silueta. Aunque lo que realmente me incomodaba era el hecho de que él me viera a mí. Sin embargo, ya estoy más que acostumbrada, ahora incluso hablamos mientras nos cambiamos. Además, que es una tontería, yo ya he visto a Xavi desnudo, no hay nada que descubrir [...] ¿¡Pero en qué estás pensando Rei!? ¡¡Es tu compañero, no puedes pensar de una forma tan vergonzosa de él!!
Una vez hemos terminado de cambiarnos y asearnos, como hacemos todos los días, vamos en busca de Shinji. Para ello tenemos que ir al departamento de ingeniería, o como nosotros lo llamamos: “dónde reparan a los EVAs”. Por el camino Xavi me sigue insistiendo en lo de que me quede a solas con Shinji, que esta vez será diferente. Según me dice, será diferente porque tiene planeado poner en un compromiso a Shinji mientras comemos. Luego yo, puedo indagar en ello para ver si puedo sacar algo... Miedo me da... Al llegar a “dónde reparan los EVAs”, para nuestra sorpresa, no encontramos a Shinji. ¿Se ha adelantado y se fue? Para salir de dudas preguntamos a algunos de los operarios que quedan por allí. Dos de ellos nos confirma que Shinji se nos había adelantado. Como veía que tardábamos, decidió tomar la iniciativa y evitar que nos quedáramos sin sitio. Este chico, que impaciente es, no puede esperar tranquilamente. Como si fuera posible quedarnos sin sitio en la zona recreativa, ¡si es gigantesca! Siguiendo los pasos de Shinji, vamos hacia la zona recreativa. En unos minutos estamos allí y empezamos a buscarlo. Suponemos que estará sentado en una mesa, con la comida ya preparada. Tenemos un comedor bastante bueno en la zona recreativa, pero Shinji prefiere hacer él mismo el almuerzo y compartirlo con nosotros. El mío siempre lo hace con mucho dedicación y cariño, a veces hasta me dibuja corazoncitos con la comida. ¡Es un cielo! Bueno, que me voy por las ramas. Lo siento, no puedo evitarlo cuando pienso en cosas referentes a Shinji. Tras dar un par de vistazos, encontramos la mesa donde está sentado, esperando. Inmediatamente nos acercamos. Yo me acerco corriendo un poco, saludando a Shinji y sonriendo, mientras que Xavi con suspiros se acerca desde atrás. Como es de suponer, yo llego antes a la mesa y me siento al lado de Shinji.
Y esa es nuestra rutina de todos los almuerzos. Shinji y yo tan cucos, mientras que Xavi siempre nos molesta. Le encanta molestarnos, pues somos fáciles de cabrear y sonrojar. Al principio pensaba que acabaría acostumbrándome a sus bromas, pero me es imposible. El muy condenado siempre se renueva y encuentra nuevas bromas. Al rato de estar comiendo, cada uno con su fiambrera preparada por Shinji, Xavi comienza su “plan”. En uno de los silencios de la conversación, comienza a hablar de forma muy directa.
¿¡Pero qué hace!? ¡Se está pasando! Esto ya no es la típica broma suya sobre si somos novios o no. El muy merluzo se lo está preguntando directamente, sin aspavientos. ¿Qué ha sido de aquello de “os dejo a solas a ver qué pasa”? ¿Es qué no piensa en las consecuencias? ¿¡Y si Shinji decide decir la verdad y se me declara!? ¡O peor aún! ¿¡Y si acaba revelando que realmente no le gusto!? ¡Tierra, trágame!
Espera, ¿qué? [...] ¿Qué fue eso, Shinji? ¿Te tiembla el pulso y balbuceas si te preguntan sobre si existe algo más entre nosotros, pero con toda la tranquilidad afirmas que somos amigos? Oh Dios, esto no es bueno... Nada bueno...
Alto, alto, alto... ¿Otros chicos? ¿De qué hablas Xavi? ¡Eso es un disparate! Los únicos chicos con los que me relaciono realmente sois tú y Shinji. No hay otros chicos [...] Oh, mierda... Espera, ¿está queriendo decir que él es el otro chico? [...] ¡No digas tonterías Rei! ¡Es imposible! Seguro que lo ha dicho por alguna de sus raras ideas, para intentar dar celos a Shinji por ejemplo... Sí, eso tiene más sentido.
¿Y ese interés? No me lo digas, ¡se está poniendo celoso! ¡Shinji se está poniendo celoso! ¡Eso solo puede significar que le gusto! [...] Espera, no, relájate Rei Ayanami, no puedes suponer tanto. Ya lo has hablado con Xavi, un detalle como éste siempre es positivo, pero no por ello todo está ganado.
Vale, esto se nos está yendo de las manos, la tensión está demasiado elevada. Tengo que pararlo inmediatamente, bastante nos estamos incomodando ya. Xavi ya has indagado suficiente por hoy, es hora de echarte el freno o a saber cómo podemos acabar con tus ocurrencias.
Así damos por zanjado el tan incómodo tema, ¡menos mal! Ahora entiendo a qué se refería con poner en un compromiso a Shinji. Normalmente no me importa mucho que Xavi haga de las suyas, pero esta vez ha ido demasiado lejos. Me he puesto muy nerviosa por su culpa. Tenía miedo de lo que pudiera pasar, pues todo se estaba poniendo muy raro al querer forzar. Estas cosas, es mejor dejarlas fluir y que pasen, no forzar. Si fuerzas los sentimientos todo sale mal. Sé que la intención de Xavi es ayudar, pero no tenía que ser tan brusco. Una vez hemos terminado con el temita de las narices, se hace el silencio. Gracias a la labia de Xavi, poco a poco vamos recuperando la normalidad y la soltura en la comida. Al principio es normal, cuesta, pero como somos amigos, pues acabamos terminando con la tensión. Eso es muy significativo en un grupo de amigos, como todos juntos podemos acabar con el mal rollo. Aunque si soy sincera, creo que tanto yo como Shinji aún tenemos muy presente el atrevimiento de Xavi. A medida que terminamos de comer y se acerca la hora de volver al trabajo, caigo en la cuenta de que probablemente Xavi va a dejarnos a Shinji y a mí a solas. En un principio trato de no darle importancia, pero en cuanto más se acerca el momento, más nerviosa comienzo a ponerme. No quiero quedarme a solas con Shinji, no después del espectáculo que ha armado Xavi. ¿Qué hago si Shinji quiere retomar el tema? No sabría que decirle, y más si me pide algún tipo de explicación a los comentarios de Xavi. ¿Cómo escapo yo de una situación así? Pasan los minutos y cada vez se acerca más el momento. Me estoy poniendo tan nerviosa que dejo de hablar. Solo me rio o hago algún pobre comentario, pero les dejo todo el peso de la conversación a Shinji y Xavi. Intento idear alguna manera de decirle a Xavi que no nos deje a solas. Lo único que se me ocurre es hacerle algún tipo de seña: con todo el disimulo que puedo, comienzo a llamar la atención de Xavi sin que Shinji se percate. Movimiento mis manos y señalando con la mirada, intento hacer verle que no quiero quedarme a solas con Shinji. Xavi me mira extrañado, pero al final parece comprender y asiente con la cabeza. ¡Menos mal! Creo que lo ha entendido, por lo que estoy a salvo. Normalmente buscaría cualquier pretexto para quedarme a solas con Shinji, pero después de lo de hoy, no quiero arriesgarme. Seguro que si me quedo con él algo va a salir mal. Que conste que no estoy siendo cobarde, solo aplico aquello de “más vale prevenir que curar”. No estoy huyendo de una posible confrontación de sentimientos con Shinji, ni nada por estilo... Finalmente llega la hora de volver al trabajo. Después de recogerlo todo, salimos de la zona recreativa, los tres juntos. Mientras caminamos todo está bastante tranquilo y la tensión ha desaparecido por completo. Yo estoy bastante relajada, pues sé que Xavi no nos va a dejar a solas. Es entonces cuando vamos a tomar el camino hacia “dónde reparan a los EVAs” cuando surge un imprevisto en mis planes.
Un momento... ¡Un momento! ¿¡Qué se supone que haces Xavi!? ¡Habíamos quedado en que no me dejarías a solas con Shinji! Aunque intento detenerlo/matarlo con la mirada, sale corriendo y en un instante nos deja a Shinji y a mí a solas... Como yo tanto temía... Antes de afrontar el hecho de que me había quedado con el chico que me gusta, miro hacia dónde se había ido Xavi, esperando que volviera. Es imposible que vuelva, pero consigo ver como asoma desde la esquina del pasillo. Con el pulgar hacia arriba y con un texto en el celular que se podía leer: “Tú puedes”, me desea buena suerte. Será idiota, creo que lo ha entendido todo mal. Seguramente haya confundido mis gestos durante el almuerzo y ha entendido todo lo contrario. Que mal, al final no he podido evitarlo. Espero que nada salga mal... Tú tranquila Rei, has estado muchas veces a solas con Shinji. Es estúpido ponerse nerviosa. Aunque claro, las otras veces no existía el riesgo de que se me declarara, o lo más seguro, que me confirme que no le gusto... Shinji y yo comenzamos a andar por los pasillos de NERV, tranquilamente, sin prisas. Nuestra conversación es pausada, limitándose a comentar lo despistado que es Xavi. “Siempre se le olvida algo”, me dice Shinji. Anda que si supiera que todas esas veces en las que olvidaba alguna cosa era una excusa para dejarnos a solas... A medida que andamos guardamos cada vez más silencio, lo que nos incomoda a los dos. Nerviosa, empiezo a buscar algún tema de conversación, ¡pero tengo la mente en blanco! Es entonces cuando Shinji toma la iniciativa:
Después de eso, Shinji enmudece y el silencio vuelve a invadir la conversación. Que extraño, ¿por qué anda pensando todavía en lo que le dijo Xavi? Si todavía está dándole vueltas solo puede significar algo... Que si tiene cierto sentimiento a favor de mí. Sino no tendría mucho sentido que pensara en ello. ¿De verdad hay posibilidades de que Shinji me quiera? Como un impulso, este pensamiento me coloca delante de un dilema. ¿Debo o no indagar en el tema tal y como Xavi me dijo que hiciera? Mi razón me dice que debo de hacerlo, pero mi corazón teme por la respuesta. Quiero hacerlo, pero no puedo. Y aunque no pueda, sigo queriendo hacerlo. El corazón va a darme un vuelco., me late tan deprisa que pongo mi mano izquierda en mi pecho. Sé que voy a hacerlo, aunque no quiero. Trago saliva, luego acaricio mis labios con mi lengua para mojarlos y así estar preparada para hablar. Con un último suspiro y con el corazón a mil por hora, rompo de nuevo el silencio.
Los nervios que me invadían desaparecen... El corazón deja de latirme tan rápido, es más, se me congela. Siento como se me hace un nudo en la garganta, y como las lágrimas quieren salir, pero no se lo permito. No me ha dado una respuesta clara y concisa, pero no es necesaria, está más que clara. Ya tengo la repuesta que tanto quería y a la par tanto temía... Shinji y yo nunca estaremos juntos... To be continued... |
Capítulo 7: A tough battle ahead
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Se avecina una dura batalla. |
Seguimos en el 23 de marzo, ya en la noche, sobre las 21:00 PM. Misato, Rei y yo volvemos a casa después de un duro día de trabajo. Ha sido agotador, pero muy positivo, lleno de novedades. Seguro que lo recuerdan, la gran novedad es que estoy cualificado para pilotar el Evangelion con todas las garantías. ¡Por fin soy un piloto en condiciones! Estoy muy ilusionado con ello, aunque eso no quiere decir que esté deseando subirme al Evangelion y jugarme la vida contra un Ángel. Se puede decir que estoy contento, me siento útil, y eso se me nota... Aunque no puedo decir lo mismo de Rei...
Supuestamente el día debería de haber sido un día tranquilo, de alegría y sin preocupaciones. Ahora podemos combatir a los Ángeles sin problemas, es lógico estar confiados y más tranquilos. No obstante, la tarde ha sido muy rara, incluso diría que fea. Esto se debe a Rei, ha estado cabizbaja y ausente durante toda la tarde, preocupando a los demás. De hecho, en la tarde teníamos una prueba de sincronización, yo la aprobé con buena nota, pero no pasó lo mismo con Rei. Ella, la suspendió, estrepitosamente. Algo no marcha bien, no es normal ese resultado. No soy el único que se ha dado cuenta, Misato y los demás de NERV también. Es la primera vez que suspende un test de sincronización, algo que nos ha alarmado a todos. ¿Saben que significa suspender un test de sincronización? Significa que si te subes al EVA e intentas arrancarlo al sincronizarte con él, no sucederá nada. Al parecer, cuando la mente del piloto es frágil y vulnerable es imposible conectarse al Evangelion. Por ello la salud mental del piloto es tan importante, depende de ella mover el Evangelion o no. La Unidad Evangelion 00 está reparada, pero es solo un juguete si Rei no puede pilotarla. Preocupados por los resultados de Rei, le han dado el resto de la tarde libre. Si sigue así, incluso podrían darle unos días libres. En NERV les preocupa que no pueda pilotar, pero a mí eso me importa un carajo, ¿qué le pasa a Rei? Está cabizbaja. Se la ve ausente, apagada, pensativa, sin ganas de siquiera respirar. Solo mantiene su mirada en el infinito, con un rostro triste. Yo soy su amigo, me preocupa, por lo que he intentado saber que le pasa, pero ella no quiere hablar. Misato también lo ha intentado, pero es imposible. Rei no habla, no quiere hablar, solo quiere permanecer en silencio, mientras sus ojos rojos pierden el brillo. No tengo ni idea de lo que ha pasado, pero cuando un nombre se me viene a la cabeza todo comienza a cobrar sentido. El nombre que se me viene a la cabeza es el de mi buen amigo Shinji. ¿Qué demonios le habrá dicho ese estúpido? ¿Acaso ha herido los sentimientos de Rei con alguna de sus estupideces? No creo que Shinji le haya dicho a Rei que no quiere nada con ella, es imposible, está más claro que el agua que le gusta. No puedo haberme equivocado... Puede que actuara como un cobarde y negara todo... Sí, eso tiene más sentido, es más propio de ese estúpido. Antes de comentarle algo a Rei sobre mis conclusiones, decido hablar primero con Misato. Mi capitana también cree en mi conjetura, incluso dice algo parecido a mis pensamientos: “Sí, eso tiene sentido, es más propio de ese idiota”. Maldito Shinji, ¿qué demonios has hecho? Los problemas de amor no es nada nuevo para mí, ¡pero estos dos tortolitos me están dando dolor de cabeza! Cuando insinúo a Misato si debo de hablar con Rei, ella me contesta que de momento lo deje estar, que no la presione más, no vamos a sacar nada así, nos toca ser pacientes y esperar a que ella decida hablar... Mujeres, nunca sabes si es mejor consolarlas o dejarlas a su aire... Todos estos dolores de cabeza, que ni tendría que tener, desaparecen una vez ponemos un pie en el apartamento. Primero cada uno va a su cuarto a cambiarse y ponerse cómodo, como de costumbre. Luego comienzan las labores, que si Xavi prepara el baño, que si Xavi saca la basura... Todo esto mientras Misato se queda tiraba en el suelo y mirando la tele. Todo es como de costumbre, por desgracia. Lo que se sale del guión es Rei, una vez más. Para cuando vuelvo de tirar la basura, con sorpresa, me encuentro a Misato en la cocina. Estaba cocinando, que es lo peor de todo...
Mientras pongo la mesa y luego ayudo a Misato en la cocina, seguimos hablando un poco de Rei. No mucho, pues no queremos incomodar la situación más, solo faltaría que ella nos escuchara hablar. Estamos preocupados por Rei, pero no nos queda más remedio que esperar, como he dicho antes. Tras unos minutos comenzamos a cenar, sin Rei. Como no venía, Misato se acerca a su habitación y le pregunta desde la puerta, cerrada. Después vuelve, sin Rei. Resignada, se para en la puerta de la cocina, apoyándose en el marco de ésta.
Al darme cuenta por donde iba la amenaza que incluía a mi archienemigo el pingüino, dejo lentamente el bol de arroz y los palillos en la mesa. Después, muy serio, me levanto de la silla y me pongo enfrente de Misato, mirándola a los ojos, directamente. Acto seguido me arrodillo y suplico clemencia.
Mi reacción provoca la risa de Misato. Después de una carcajada, mi capitana se pone de cuclillas, a mi nivel, quedando frente a frente de nuevo. En un gesto “cariñoso”, con su dedo índice golpea mi frente, tras lo que me dice: “Eres estúpido Xavi. Algún día esa estupidez hará muy feliz a una chica”. Después de decirme eso, se levanta y se sienta a probar su... Como decirlo apropiadamente... Su comida comestible. Sí, eso. Yo la sigo, me siento en mi sitio mientras pienso en eso que me había dicho. Desde luego, Misato sí que es impredecible. Todas las mujeres me parecen un dolor de cabeza, pero Misato la que más. Con ella sí que es imposible saber lo que está pensando o tramando. Durante la cena los dos seguimos bromeando, más que nada para soltar la tensión que habíamos acumulado durante la tarde por el estado de Rei. Una vez hemos terminado de cenar, Misato va a bañarse, mientras que yo tengo que recoger todo. Que mujer más caradura, me trata casi como un esclavo. Y siempre que voy a exigirle algo, la muy maldita comienza a coquetear conmigo solo para que pierda el norte. ¡Es una mujer odiosa! Sabe utilizar su cuerpo demasiado bien, y poner nervioso a un tipo como yo que de mujeres cero, pues es como un juego de niños. Después de recoger, sin nada que hacer salvo esperar a que Misato salga del baño, voy a mi habitación. Allí me siento en mi escritorio y prendo el ordenador. Pienso navegar un poco por Internet para matar el tiempo mientras espero a que Misato salga del baño. Los minutos pasan rápido mientras veo un poco de información deportiva sobre mi país natal y antes de que pueda darme cuenta mi capitana sale del baño. Nada más salir va a la puerta de mi habitación para decirme que el baño está libre.
La voz de mi capitana hace que vuelva mi cabeza, dejando de mirar el ordenador, pero al hacerlo lo que mis ojos ven hacen que mi boca se paralice y no pueda contestar. Allí estaba, mi explosiva capitana, en la puerta de mi habitación. Parada, cubierta nada más que por una toalla blanca, la cual tapaba desde su pecho pasando por el torso y llegando hasta por encima de las rodillas. Por su blanca piel aún se podían ver algunas gotas de agua resbalando, recorriendo un camino que a cualquier hombre le gustaría recorrer.
Misato se marcha con una ligera risa, susurrando: “idiota”. ¿Qué culpa tengo yo de que decida pasearse así por la casa? Antes de que deje el pasillo, le grito una pregunta: “¿Rei no tiene que ducharse?” A lo que Misato me responde también alzando la voz, diciéndome que Rei ya se había duchado mientras nosotros cenábamos. Pues nada, tengo vía libre. Como ya se imaginan, voy al baño, permanezco en él unos minutos mientras me ducho y una vez he terminado vuelvo a mi habitación. Ducharse con el calor del clima es lo mejor, te alivia mucho. No era muy tarde, pero como estaba cansado, marcho a dormir. Ventana abierta de par en par, igual que la puerta y me tumbo en la cama. No estamos en la época más calurosa, pero aun así duermo sin camisa. Ahí comienza lo típico, cavilando en mis pensamientos hasta que acabo dormido. De entre todos los pensamientos que se cruzan en mi mente, tres son los principales: que estoy capacitado para pilotar un EVA; el mal estar de Rei; y lo buena que está Misato. De todos ellos, en el que más me paro es en pilotar la Unidad 01. ¡Por fin! Ha llegado el momento de la verdad. Ahora podré pilotar y acabar con esos malditos Ángeles. No me importa si me juego la vida, no me importa si tengo miedo, voy a luchar y acabar con esos monstruos. No permitiré que sigan jodiendo a la humanidad. Mientras pienso esto, me quedo mirando a la ventana de mi cuarto, de lado, dando la espalda a la puerta. La brisa que entra por la ventana me hace entrecerrar los ojos, provocando que esté apunto de dormirme, pero es entonces cuando siento como una mano se apoya delicadamente en mi espalda. A medida que siento el tacto suave en mi espalda, la voz de Rei pronuncia mi nombre con la misma suavidad. Inmediatamente me volteo, para verla.
Al volverme y ver la cara de Rei, quedé más impresionado que con la “visita” de Misato en toalla. Nunca olvidaré el rostro de Rei aquella noche... Sus ojos rojos temblaban, su nariz enrojecida, su boca empequeñecida con una mueca triste, respiraba de forma entrecortada y tenía marcas debajo de sus ojos, todo claro signo de haber estado llorando. Aquella imagen me hizo comprender lo mal que lo estaba pasando Rei e hizo que mi alma se estremeciera. Aparte de su cara, debo de destacar que iba vestida con una blusa bastante ligera, a pesar de que estábamos a la luz que entraba por mi ventana, la de la luna, podía ver lo que había debajo de ella.
Nada más decir eso, me siento en mi cama, apoyando las manos mientras que estiro las piernas. A mi lado se queda Rei, de rodillas, con sus manos sobre ellas. En la mano derecha agarra un pañuelo, probablemente lo ha usado para secar sus lágrimas. Mi cama es de dos plazas, por lo que hay espacio de sobra para los dos. Yo la miro, esperando a que ella empiece a hablar. Ella, pone la mirada en sus manos, mientras juega con ellas, claro signo de que está nerviosa. Tras dudar con un par de arrancadas en falso, Rei por fin comienza a hablar.
Antes de que pueda decir algo, Rei baja de nuevo la mirada y aprieta el pañuelo que sujeta a la par que muerde sus labios, tratando de evitar llorar delante de mí. Le es imposible y mientras cierra los ojos como tratando de detener las lágrimas, comienza a llorar. Cuando las lágrimas comienzan a correr por su cara, mi acto reflejo es rodear a Rei con mi brazo izquierdo, llevarla hacia mi pecho y terminar abrazándola, mientras que se me encoje el corazón. Cuando su cara se apoya en mi pecho, Rei rompe a llorar definitivamente, soltando el llanto que tanto había retenido. Nunca olvidaré aquella sensación, triste y extraña, pero confortable. No sé cuantos minutos mantuve a Rei en mi pecho llorando, pero se me hicieron muy largos. No pensaba en nada, solo la miraba a ella. Finalmente, el llanto de Rei comienza a ir cada vez a menos. Después de unos momentos más, parece controlar sus sentimientos de nuevo y es consciente de que estaba dejándome el pecho pegajoso. Un pelín más calmada, retira la cabeza y se separa un poco, pero mi brazo sigue rodeando su espalda. Con su pañuelo se seca las lágrimas y se suena la nariz, mientras que su respiración es brusca. En medio de aquella respiración, me mira y balbucea:
Rei asiente con la cabeza y tras volver a sonarse con el pañuelo, pasa la lengua por sus secos labios y comienza a contarme lo sucedido. A medida que habla va confirmando mis sospechas sobre la estupidez de mi buen amigo Shinji. Fue un buen rato el que Rei me estuvo explicando lo sucedido, pero yo lo resumiré: Rei por impulso decidió seguir mi plan, decidió aprovechar mis comentarios para indagar en los sentimientos de Shinji y al parecer la respuesta que encontró no fue muy buena... Cuando termina de contarme lo sucedido, no me queda más remedio que suspirar y acto seguido me dejo caer sobre mi cama, pasando de estar sentado a tumbado.
Ante la pregunta de Rei, paso a volver a reincorporarme, quedando de nuevo sentado con los brazos apoyados y las piernas estiradas. Una vez sentado, me quedo mirando a Rei y ella hace lo propio conmigo. Tras unos segundos, sonrío un poco para acabar respondiendo:
Mi comentario provoca que Rei se ría un poco, por lo que yo sonrío aun más. Luego ella misma me da la razón. Poco a poco Rei va tomando la idea de que su reacción había sido exagerada, y que en realidad no estaba nada perdido. Cuando lo asimila se llama a ella misma estúpida y prosigue diciendo que tenía que haberse parado a pensar las cosas y no dejarse llevar.
Rei se ríe un poco de nuevo, lo que hace que yo sonría más. Parece que poco a poco todo vuelve a calmarse. Ambos nos quedamos callados durante unos segundos, mirándonos. Mientras mantengo mi mirada en sus preciosos ojos rojos, sonrío, por lo que tras unos segundos Rei desvía la mirada, un poco ruborizada. Al desviar la mirada, me pregunta:
Mi comentario hace que Rei se ponga roja y como consecuencia, al ver que la había puesto roja, coge mi almohada y me golpea con ella, de forma suave, mientras me llama idiota. Me alegra verla más relajada y sonreír, me dolía verla tan mal. Unos segundos después los dos volvemos a guardar silencio. Rei pasa a limpiarse los ojos con su pañuelo y luego, agradecida por haberla escuchado y animado, me da un abrazo. Yo le respondo abrazándola también, por lo que quedamos así unos segundos.
Cuando me dijo eso pensé en varias respuestas, algunas más ingeniosas que otras, pero al final opté por mantenerme callado y seguir abrazando a mi amiga... Durante los segundos que la abrazo me doy cuenta de que podemos parecer algo que no somos... Yo la estoy consolando desde la posición de amigo... Pero... Y la verdad, no sé si me agrada o me desagrada esa idea. ¿Rei y yo? Nada, mejor ni preguntárselo, es una tontería, Rei está enamorada de Shinji y va a acabar con él. Yo no tengo nada que ver. Además, sigo pensando que enamorarse de alguien es una tontería. Mejor me quedo como estoy, es más sano. Después de unos segundos Rei y yo dejamos de abrazarnos, aunque nos quedamos muy cerca, los dos sentados en mi cama. Nos quedamos mirando, guardando silencio. Yo espero a lo que viene ahora por sentido común, que Rei me diga que se marcha a su habitación para descansar. Es lo más lógico, ¿verdad? Pues les daré un consejo, la lógica no sirve con las mujeres. Rei me sorprende cuando, después de dudar y sin mirarme directamente, como avergonzada, me dice:
Mi broma provoca una carcajada de Rei, pues no se esperaba esa respuesta. A raíz de aquella broma, fuimos lanzando otras, riéndonos y tratando de olvidar un poco toda la tensión y mal estar del día. Poco a poco vamos dejando atrás a la Rei tristona e insegura y recuperamos la versión de la Rei más alegre y animada. Siempre me he considerado a mí mismo una persona capaz de alegrar a los demás con facilidad, y creo que lo de Rei hoy es una prueba de ello. Van pasando los minutos e incluso las horas, y Rei y yo permanecemos en mi habitación, los dos sobre mi cama, hablando y bromeando. No hablábamos de nada importante realmente, solo decíamos tonterías. Después de dos horas hablando, el cansancio comienza a hacer mella y eso se nos nota. En un momento dado, Rei me pregunta que si puede tumbarse, para estar más cómoda. Yo le digo que no hay problema, es más, incluso yo también me tumbo. Durante unos minutos más Rei y yo seguimos hablando, tumbados, con la fresca brisa recorriendo mi habitación desde la ventana hasta la puerta. Finalmente, sin que pueda darme cuenta, cierro los ojos y caigo dormido... Al igual que Rei... Amanece a la mañana siguiente. Suena el despertador como cada mañana, informando de la hora y el día: las 7:05 AM, martes 24 de marzo. Yo acostumbro a dormir en el lado derecho de mi cama, aunque la mesita con el despertador está al lado izquierdo. Cuando voy a apagar el despertador, moviéndome hacia el lado izquierdo como todas las mañanas, me doy cuenta de que algo pesa sobre mí, impidiendo que me mueva con libertad. Para cuando me quiero dar cuenta, veo que lo que me impide moverme es Rei, quien está dormida abrazada a mí. Al ver a Rei acurrucada a mi lado quedo boquiabierto, sin palabras y pensamientos. Luego paso a mirarme a mí mismo, para confirmar que estaba vestido y que no había pasado nada raro. Suspiro de tranquilidad... Después de mi pequeña sorpresa, me paro a pensar dos segundos, dándome cuenta de que al final ambos nos habíamos dormido en mi cama, pero que no había pasado nada raro. Es entonces cuando Rei comienza a moverse y se despierta. Risueña, se separa de mí, se frota un poco los ojos y luego se me queda mirando. Al verme, Rei entra en estado de shock. Francamente, la comprendo. Ante la sorpresa y la confusión de ambos, me doy cuenta de que debo de decir algo. No obstante, alguien se me adelanta. Desde la puerta de mi habitación, Misato, nos sorprende a ambos.
Rei pasa a explicar lo que realmente ha sucedido, como ella vino a mi habitación porque quería desahogarse, se quedó un buen rato y sin darse cuenta se durmió a mi lado. En un principio Misato no nos cree y sigue insinuando que algo pasó, aunque creo que lo hace por molestar. Finalmente convencemos a Misato de que no pasó nada de nada. Al final, ella misma nos acaba confirmando de que nos estaba tomando el pelo. “Si hubierais hecho algo lo hubiera oído, las paredes son de papel”. Gracias Misato, ese comentario nos ha incomodado más... Después de resolver, entre comillas, la incómoda situación, cada uno procede a hacer su rutina mañanera. Rei y yo lo hablamos un poco, con tranquilidad y normalidad, llegando a la conclusión de que había sido una tontería que no vale la pena comentar. La verdad, me alegro de haber pasado la noche con Rei y que no haya sucedido nada. Es un alivio, por cualquier tontería la amistad que tengo con ella podría haberse malogrado. Aunque si os soy sincero... Cuando me he visto con Rei abraza a mí me he sentido bien... Pero ese sentimiento no cambia nada de lo que pienso. Rei es de Shinji y yo estoy mejor solo. Punto y final. Como todas las mañanas, Rei es la primera en asearse y ponerse el uniforme; luego pasa a preparar el desayuno. Yo también me aseo, me pongo el uniforme y vagueo un poco. Es el único momento del día en el que me puedo permitir vaguear, pues siempre que volvemos de los cuarteles Misato me pone a trabajar. La capitana, por su parte, también se prepara, aunque ella es la que más tarda con diferencia. Cuando ya se ha preparado, se encarga de darle a Pen-Pen su comida. Finalmente todos desayunamos, disfrutando de la deliciosa cocina de Rei y luego nos marchamos del apartamento, tomamos el auto de Misato y ponemos rumbo a los cuarteles de NERV. Llegamos a los cuarteles, entramos en el edificio principal de la superficie, pasamos por las puertas gigantescas de seguridad con nuestra tarjeta, escaleras mecánicas y el ascensor. Siempre el mismo proceso. Llegamos a los cuarteles bajo Tokyo-3, en el Geo-Front. Después de pasar varios pasillos, los tres tenemos que separarnos. En un principio, Rei y yo tenemos el mismo entrenamiento así que deberíamos de ir al mismo lugar. No obstante, debido a que ayer Rei suspendió el test de sincronización, le han trazado su propio entrenamiento. Según explica Misato ese entrenamiento no durará mucho, es solo para que Rei recupere sensaciones. Así me separo de Rei y Misato, marchando a la zona de los cuarteles donde haré mi entrenamiento. La “zona de entrenamiento”, que en realidad tiene otro nombre, pero yo me quedo con ese; tiene una parte dedicada a las simulaciones y trabajo con ordenadores, mientras que hay una segunda parte con gimnasios, vestuarios e incluso baños donde puedes ducharte. Los vestuarios de esta zona son lo que usamos siempre Rei y yo para cambiarnos. De hecho, en primer lugar voy al vestuario, donde cambio mi uniforme de NERV por una ropa más cómoda para el tipo de entrenamiento que voy a hacer: entrenamiento físico. Después salgo del vestuario para ir a uno de los gimnasios donde me espera una entrenadora. Así es, tengo asignada mi propia entrenadora. Rei creo que tiene asignado un entrenador también. Con la ayuda de mi entrenadora paso toda la mañana haciendo ejercicios en el gimnasio, fortaleciendo mi físico. No confundan, no hago ejercicios para estar “cuadrado” como un actor de cine o un culturista, para nada. El objetivo de mi entrenamiento no es otro que fortalecer algunos puntos del cuerpo para que puedan soportar los golpes y las sacudidas de la lucha contra un Ángel. No vale la pena que explique mucho del entrenamiento, pues casi todo son ejercicios y repetir esos mismos ejercicios. Por ello avanzaré hasta las 11:45 AM, hora en la que acabo con mi entrenamiento de la mañana y tengo permiso para ir al vestuario, asearme, cambiarme, y por último marchar a la zona recreativa para almorzar. Así procedo a hacer lo primero de la lista, voy al vestuario para cambiarme. Hay muchos vestuarios, pero los pilotos tenemos el nuestro propio, el cual está separado por una pantalla para evitar situaciones comprometidas entre chicos y chicas. Que por ser puntillosos, creo que la pantalla no hace mucho, pues la silueta desnuda de una chica ya me parece de por sí una situación comprometida... Primero me aseo un poco y luego paso a ponerme de nuevo el uniforme de NERV. Mientras me cambio, Rei llega al vestuario. Al entrar, ella se va con discreción a su lado del vestuario, pues si fuese por mi lado la pantalla no serviría de nada. En un principio, la presencia de Rei en el vestuario me ponía nervioso. Siempre trataba de no quedarme embobado mirando la sombra de su silueta desnuda en la pantalla. Ahora ya me he acostumbrado e incluso hablo con ella mientras nos estamos cambiando. En esta ocasión, unos rato después de que entre, le pregunto que cómo le había ido la mañana. Rei me contesta que muy bien, el entrenamiento que le habían dado era muy fácil. Una vez hemos terminado de cambiarnos, salimos del vestuario. Lo normal sería ir a por Shinji los dos, pero ella me sorprende diciendo que quiere ir sola. En un principio no me agrada la idea, pues el mal rollo de ayer está muy reciente, pero Rei me acaba convenciendo. Así, ella marcha a buscar a Shinji mientras que yo pongo rumbo hacia la zona recreativa. Tras unos minutos andando llego a uno de los grandes comedores, paso a buscar asiento y quedarme ahí, a esperar. Vaya un rollo. Pasa el rato y sigo esperando, pacientemente. Llegan las 12:40 AM... Esto es raro, ya se están retrasando. Sigo esperando y dan las 13:00 PM, ni Shinji ni Rei llegan. Ya empezando a mosquearme, por fin llega alguien: Shinji. Se acerca a mí, con la misma cara de extrañado que yo. Una vez llega junto a mí, me pregunta justamente lo que yo estaba pensando:
Shinji y yo quedamos más confundidos aún, algo no encaja. Shinji al parecer se había quedado esperando en su zona de trabajo, pero como ni Rei ni yo aparecíamos, decidió venir a la zona recreativa. “Pensé que estaríais aquí”, me dice. Es entonces cuando yo le explico que Rei había ido a buscarlo a él, pidiéndome que me adelantara. Esto me da mala espina, ¿dónde se ha metido Rei? Preocupados, Shinji y yo decidimos recorrer los cuarteles para encontrar a Rei. No creo que le haya pasado nada malo, pero aun así me preocupa. Separándonos, yo buscaré por la parte este del cuartel y él por la oeste. En primer lugar decido buscar por donde suele estar Misato, la doctora Akagi o Yui Ikari. “Tal vez esté tratando algún asunto con ellas”, me digo a mí mismo. Sin embargo, no la encuentro cerca de ninguna de ellas. Decido ir a la zona de entrenamiento, pero por allí tampoco está. Se me ocurre volver a la zona recreativa, pero antes de ello paso por los vestuarios. Dudo mucho que esté ahí, pero por si las moscas decido asomarme. Entro en el vestuario y por precaución me voy a por mi parte del vestuario. En un principio no me parece ver a nadie, tal y como pensaba. Pero cuando voy a irme, escucho una voz que dice mi nombre. Era la voz de Rei, que me llamaba para confirmar si era yo o no, desde el otro lado de la pantalla. Mientras me acerco a la pantalla, sin ver la silueta de Rei, le contesto: “Sí, soy yo.” Rei vuelve a decirme algo, aunque no la entiendo muy bien. “¿Estás visible, Rei?”, le pregunto, a lo que ella responde que sí. Como no hay “peligro”, hago a un lado la pantalla y paso a su lado del vestuario. Allí estaba ella, sentada en una de las banquetas al final, muy seria.
Aquel grito de Rei me dolió a la par que me sorprendió. Era evidente que le molestaba algo, se había hecho alguna película en su cabeza una vez más. Yo quería ayudarla y me respondió con ese grito, es lógico que me sentara mal, ¿no creen? Después de aquello, me levanto del banco y dándole la espalda a Rei, notándose que estaba cabreado, le digo: “Cuando te apetezca hablar, me buscas.” Al decir eso, comienzo a andar para marcharme del vestuario, pero no llego a dar más de dos pasos, pues Rei me agarra del brazo.
Como me había agarrado del brazo derecho y se estaba disculpando, decido detenerme. Luego paso a voltearme y sentarme a su lado, sin que ella me suelte el brazo. Una vez sentado, suspiro y mirando al suelo respondo:
“Sí”, me responde, mientras sigue agarrándome por el brazo derecho con su brazo izquierdo. Un poco seria, Rei me explica que en un principio se había armado de valor para ir a buscar a Shinji sola. Para ella era como una prueba de que todo estaba bien, pero a medida que se acercaba al departamento de mantenimiento, le entró el pánico y se echó atrás. Sin saber a dónde ir, pues quería evitar a Shinji, decidió volver a los vestuarios.
Una vez me responde aquello, Rei se me queda mirando, sin dejar de abrazar mi brazo. Yo, sin entender muy bien qué impulso me llevó a hacerlo, respondo agarrando con mi mano izquierda su mano, que sujetaba mi brazo derecho. Luego, conduzco lentamente su mano, que estaba templada, hacia mi otra mano, quedando así agarrada a mi mano derecha. Después de ese gesto, paso a mirarla a los ojos, quedando los dos a un palmo de distancia. “Sabes que yo estoy aquí para ayudarte”, le digo, sin prever la situación en la que me estaba metiendo. “Gra-gracias”, me responde. Así nos quedamos los dos, a menos de un palmo, agarrados de la mano y mirándonos fijamente. En ese momento, lo más lógico era que retirara un poco la cabeza, pero no podía, era como si una fuerza me lo impidiera. Para colmo Rei tampoco se mueve, se queda enfrente de mí. Está tan cerca que puedo sentir su respiración, puedo ver con detalle como desvía su mirada ligeramente hacia mis labios, a la par que relame los suyos. En aquel momento mi pulso se acelera, como si mi corazón hubiera perdido el control, y comienzo a transpirar por los nervios. Puedo sentir también como la respiración y el pulso de Rei van en aumento. Sin que pueda controlarlo, la fuerza en mi nuca me empuja hacia Rei, mientras que ella se me aproxima también. Lentamente, poco a poco; nuestras respiraciones se sincronizan, yo inclino la cabeza y ella la levanta; todo hasta que quedamos a escasa distancia... Pero, cuando ya casi siento como rozo sus labios, un fuerte sonido anula la “magia” del ambiente y hace que inmediatamente separemos nuestras cabezas. Era el sonido de la alarma, la alarma de los cuarteles. Se trata de un fuerte sonido que recorre el cuartel para avisar a todos sus integrantes que deben de tomar sus puestos de combate. A la par del sonido de la sirena, por la megafonía se escucha un mensaje:
En ese mismo instante, a Rei y a mí nos comienza a sonar nuestros respectivos móviles. Ambos, sin dudarlo, cogemos nuestros celulares para ver una llamada entrante de la capitana Misato. Era una llamada doble. Rei y yo nos miramos y después de asentir con la cabeza, tomamos la llamada.
Raudos y veloces, Rei y yo nos ponemos en marcha. Antes de irnos, a toda prisa, nos colocamos los Plug suit. Tenemos tanta prisa que ni colocamos la pantalla que nos separa a la hora de cambiarnos. Por si no lo recuerdan, el Plug suit es el traje adaptado al cuerpo que se utiliza para ayudar a la sincronización con el EVA. Mi Plug suit es de color negro en la parte inferior, mientras que la parte alta del torso era morada, del mismo color que mi unidad. Las mangas del color verde también de mi unidad. En el pecho y en la espalda tenía el número “01”. El Plug suit de Ayanami es mayormente blanco, con parches naranjas en los hombros. En el pecho y espalda se puede ver un “00”. Salimos corriendo hacia la zona de mando, tal y como nos había pedido Misato. Por el camino, mientras corremos, nos colocamos en la cabeza los clips nerviosos A10, los cuales tienen un color a juego con el Plug suit. Tras unos minutos de carreras y movernos por el cuartel, conseguimos llegar a la sala de mando. Nada más poner un pie en ella podemos ver como todos ya están trabajando duramente. Maya, Makoto y Shigeru manejan los ordenadores, bajo la supervisión de la doctora Ritsuko Akagi, informando al instante sobre los movimientos del Ángel. Misato dirige algunas de las medidas previas que se toman antes de un combate. Por su parte, el comandante Ikari se mantiene sentado en su silla, en su pose característica de las manos cruzadas y cara apoyada en ellas. A su lado está el profesor Fuyutsuki, como siempre. En la gran pantalla de la sala proyectan la imagen del Ángel, rodeado por los aviones del ejército japonés, la JSDF. El Ángel era muy diferente al anterior: parecido a un insecto, un monstruo de una tonalidad púrpura en su mayoría, con algunas secciones rosas, que planea sobre sus enemigos. Cuenta con dos especies de brazos principales, de los que le salen unos tentáculos; mientras que debajo de su cabeza tiene el núcleo y otras ocho patas. Sobre su cabeza tiene dos puntos a modo de ojos falsos. (1) Por el proyector, se ve como los aviones de la JSDF lo atacan sin ningún resultado aparente. El Ángel ni se inmuta, es más, contraataca con sus tentáculos eliminando a los aviones, que caen como moscas.
Entre tanta confusión y ajetreo, Rei y yo nos quedamos parados, boquiabiertos mirando la proyección, siendo testigos de cómo el Ángel avanza por Tokyo-3 sin obstáculos. De ese estado nos saca Yui Ikari, quien llega por detrás de nosotros. Poniendo una mano en mi hombro y la otra en el hombro del Rei, nos comenta:
Mientras observo la confiada sonrisa de Yui Ikari, una llamada llega al teléfono que hay al lado de nada más y nada menos que del comandante Gendo Ikari. El comandante toma el teléfono, y tras unos segundos de charla, lo cuelga. Es entonces cuando Fuyutsuki le pregunta:
Trago saliva y asiento con la cabeza. Es la hora de la verdad, la hora de poner en práctica todo mi entrenamiento. Antes de que Yui me saque de la sala de mando y me lleve a la jaula donde aguarda mi Unidad Evangelion, Rei me desea suerte y me da un abrazo. Después, siguiendo a Yui, llego a la jaula donde ya están preparando a mi Evangelion. Como ya tengo el Plug suit y los clips nerviosos A10 colocados, ganamos tiempo y voy directamente a introducirme en el Entry plug. Una vez dentro de la cápsula del Entry plug, la insertan en la nuca del Evangelion. Vuelto a estar dentro de la cabina, a bordo del Evangelion 01, pero esta vez ya no me parecía un lugar desconocido. Acto seguido inyectan el LCL en la cabina, al cual estoy más que acostumbrado. Una vez el Entry plug se llena del líquido anaranjado llamado LCL, pasan a conectar el cable energía a la espalda del EVA; así como liberar los distintos anclajes que aseguran a la unidad. Luego se da paso a la sincronización con el Evangelion, la cual parece ser muy buena según las comunicaciones que escucho desde la sala de mando. “Nivel de sincronización es estable, alcanza el 72,57%”. Todo está en orden, así que se procede a desplazar al Evangelion a la plataforma de lanzamiento, mientras que desde la sala de mando se traza la ruta de salida para que coincida con el Ángel. “¡Unidad Evangelion 01 lista para el lanzamiento!”. Antes de escuchar la orden de lanzamiento, dentro del EVA, respiro profundamente y trato de no dejar que los nervios me controlen. En ese proceso, el comandante decide comunicarse conmigo.
Justo tras decir eso corta la transmisión y la pantalla delante de mí desaparece. Vuelvo a tomar aire una vez más y ahora sí, escucho como mi capitana Misato Katsuragi da la orden de despegue. Tras la orden, el EVA sale disparado, pues los anclajes tiran de la unidad siguiendo el camino designado por los túneles, hacia la superficie. Dentro del Evangelion la sensación es de pura velocidad y presión, sintiendo las vibraciones mientras la fuerza de la subida me empuja contra el asiento. Así, a plena luz del día en la ciudad de Tokyo-3, por una de las carreteras principales de la ciudad, dibujando un cuadrado, aparecen unas letras rojas en las que pone “Danger Elevator”. Como era de esperar, la carretera se separa a modo de apertura y por ella asciende el Evangelion, aún sujetado por unos anclajes, llamando la atención de Shamshel. La ciudad ya había sido evacuada y solo quedan los edificios no habitados. La batalla es inminente, quedando en un extremo de la calle el Ángel y en otro mi Unidad Evangelion. Se avecina una dura batalla... To be continued... |
Capítulo 8: Eighth Angel
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Octavo Ángel |
24 de marzo del 2015, las 17:24 PM, Tokyo-3. El radiante Sol ilumina la ciudad-fortaleza, capital de Japón. Aunque, en esta ocasión, la luz del día no se ve acompañada por el bullicioso jaleo al que la ciudad acostumbra. Después de darse la señal de emergencia toda la ciudad ha sido evacuada y entre los edificios falsos solo quedan dos gigantescos espectadores. En la zona este de la ciudad, en una de las carreteras principales de dicha zona, se avecina una batalla. A un lado, la Unidad Evangelion 01, pilotada por Xavi; justo enfrente de él espera el octavo Ángel, Shamshel.
El octavo Ángel es parecido a un insecto, un monstruo de una tonalidad púrpura en su mayoría, con algunas secciones rosas. Cuenta con dos especies de brazos principales, de los que le salen unos tentáculos; mientras que debajo de su cabeza tiene el núcleo y otras ocho patas. Sobre su cabeza tiene dos puntos a modo de ojos falsos. (1) El Ángel hasta ahora se había movido planeando sobre sus enemigos, pero esto cambia cuando percibe al EVA 01. Como si hubiera aceptado el reto que supone la Unidad 01, se frena en seco, apoya su parte trasera en el suelo y queda erguido sobre ella, levantándose. Al pararse, su pecho queda visible, resaltando en él la presencia del núcleo. Mientras tanto a la Unidad 01 se le retiran los últimos anclajes, quedando totalmente liberada. La orden de la liberación llega desde los Cuarteles de NERV, desde la sala de mando, en la “seguridad” del Geo-Front. Desde allí se sigue la acción sin perder detalle, tratando de dar cobertura al piloto y su unidad. El gran monitor de la sala muestra lo que sucede sobre Tokyo-3, mientras que los ordenadores manejan toda la información posible sobre ambos gigantes. La tensión en la sala es máxima. Misato y la doctora Ritsuko Akagi, ambas acompañadas por los tres operarios a los ordenadores: Maya, Makoto y Shigeru; estudian los análisis sobre el Ángel y tratan de decidir cuál es la mejor estrategia a favor del Evangelion.
En ese preciso momento, dentro de la cabina del Evangelion, aparece una pequeña pantalla al lado de Xavi. La pantalla retransmite a Misato, de forma que la conversación se vuelve visual. Xavi, sin perder de vista al Ángel, escucha las palabras de su capitana.
Las hostilidades están por empezar. Cerca del EVA 01, uno de los edificios falsos pasa a cumplir su función. La pared del edificio se abre, deslizándose, como si se estuviera abriendo una caja, mostrando en su interior armamento para el Evangelion. Nada más y nada menos que un gigantesco rifle, el cual conocen como “rifle de paleta”.
Inmediatamente, Xavi por medio del Evangelion 01, se mueve hacia el edificio. Nada más terminar con las órdenes, la pantalla que mostraba a Misato a bordo del EVA 01 desparece. Ahora la comunicación solo es auditiva. El EVA 01 llega en dos gigantescos pasos al edificio y agachándose, se resguarda detrás del edificio a la par que toma el rifle. Pero claro, Shamshel no se queda “de brazos cruzados”. En cuanto percibe como el EVA se desplaza, mueve sus dos brazos principales, agitando los tentáculos que cuelgan de ellos y dirigiéndolos contra la Unidad 01. En un movimiento rápido y violento, el primer tentáculo del Ángel golpea el terreno junto al edificio falso, creando una fisura en el suelo. El segundo tentáculo si alcanza el edificio, segándolo de forma limpia. El corte que produce el tentáculo sobre el edificio es similar al de una katana afilada sobre una pieza de fruta. Por suerte, el corte se produce sobre la parte superior del edificio, en horizontal, siendo esquivado por el Evangelion que estaba agachado. En la sala de mando todos respiran aliviados al ver que Xavi y su EVA estaban intactos. Tras el movimiento del Ángel, los dispositivos de NERV presentan novedades en el análisis del Ángel. Inmediatamente los responsables de los ordenadores reportan las novedades a Misato y Ritsuko Akagi.
“No solo corta, también quema. Estamos apañados”, dice Xavi, desde su unidad. El piloto aún se encuentra agachado tras el edificio. Ese edificio ya no puede ofrecer ningún tipo de cobertura, por lo que Xavi entiende que debe pasar a la ofensiva. Mientras Shamshel retira sus tentáculos, preparando un segundo ataque, Xavi sale del edificio y aún agachado, apunta con el rifle. En apenas dos segundos, el Ángel queda fijado en el objetivo del rifle y Xavi pasa a abrir fuego. El EVA 01 acomete con varios disparos al Ángel, no obstante, no tienen ningún efecto. Todas las balas del rifle de paleta son desviadas por el Campo AT del Ángel.
Acto seguido, Xavi lanza el rifle, ya vacío, para salir corriendo hacia algún edificio. Xavi, todavía falto de experiencia, corre dándole la espalda al Ángel, un movimiento muy ingenuo. Sin ningún tipo de preámbulos, el Ángel lanza sus tentáculos contra él. Xavi, a pesar de estar corriendo de espaldas, es capaz de verlo venir, por lo que reacciona ágilmente dando un salto. Al saltar encoje las rodillas en el aire, por lo que los tentáculos del Ángel pasan por debajo de sus piernas. Si no lo hubiera esquivado, el Evangelion 01 hubiera terminado partido en dos. No obstante, el Ángel si consigue cortar algo. El tentáculo alcanza el cable umbilical, es decir, el gigantesco cable enchufado a la espalda del Evangelion que se encarga de suministrarle energía. El EVA 01 pone los pies en el suelo a la par que el cable cortado choca contra el mismo. Al ver que se había quedado sin suministro de energía, Xavi se queda paralizado, boquiabierto, observando como el cable rebota sobre el suelo de Tokyo-3. En cuanto el suministro de energía continuo desaparece se activa la batería por 5 minutos de la que dispone el Evangelion. En la sala de mando cunde el pánico.
El grito de Misato llega perfectamente al piloto, que, sin dudarlo, busca con la mirada el edificio más cercano y sale disparado hacia él. No obstante, el novato vuelve a darle la espalda a su rival. Esta vez sin que pueda verlo, Shamshel lanza de nuevo uno de sus tentáculos, de forma sutil, atrapando en esta ocasión el pie izquierdo de la Unidad 01. Debido a que el EVA iba a la carrera, al ser agarrado del pie, cae estrepitosamente sobre el suelo de Tokyo-3. Al tratarse de un ser humanoide de unos 40 metros de altura, la caída provoca un gran estruendo y destrozo en el suelo de la ciudad. Lo primero que Xavi siente al ser agarrado por el pie es dolor, como si hubiese metido el pie en unas ascuas. El piloto trata de lidiar con el dolor, mientras que en la sala de mando todos observan temiendo lo peor. El EVA está totalmente indefenso, por lo que Shamshel, como si se tratara de un juguete, levanta a la unidad con su tentáculo.
A pesar de que Xavi recibe la orden y lo intenta en un principio, es incapaz de sacar el cuchillo progresivo del soporte en el hombro del Evangelion 01. Shamshel comienza a zarandear al EVA un poco, hacia delante y luego hacia atrás, para acabar ganando impulso y lanzado a la Unidad 01 contra unos edificios. Por la fuerza del lanzamiento, el EVA se estampa contra hasta tres edificios, destrozándolos en el choque. Un espectáculo doloroso, sobre todo para Xavi. El piloto, dolorido por los choques, trata de reponerse y reincorporarse. Gracias a que el Ángel ha quedado un poco retirado, el piloto tiene tiempo para hacerlo con éxito. Eso sí, el dolor es el reflejo de sus intentos por levantarse. Solo apoyándose en los escombros de los edificios consigue volver a erguir a la unidad morada. Entumecido por los golpes, Xavi puede ver como se le aproxima su enemigo una vez más, de nuevo a la carga.
Entre los escombros de los edificios, apoyado en ellos pues está falto de equilibrio, Xavi recibe las órdenes de su capitana. A pesar de haberlas escuchado claramente, el piloto se mantiene callado. El único sonido dentro del Entry Plug es el tiempo de la batería corriendo, cada vez más cerca de agotarse. Después de unos segundos en silencio, se ríe levemente.
Desconcertando a todos los presentes en la sala de mando con sus palabras, Xavi procede a estirarse un poco y crujir su cuello, para acabar sacando el chuchillo progresivo del soporte en el hombro de la unidad. Al ver dicha acción, su capitana le pregunta extrañada:
Antes de que el comandante Gendo Ikari pueda responder a la capitana, Xavi da un grito y carga contra Shamshel, que ya se había vuelto a acercar. Empuñando el cuchillo progresivo, Xavi avanza de frente, en dirección al pecho del Ángel donde se encuentra su núcleo. No obstante, como es una carga de frente, Shamshel lo tiene muy fácil y lanza sus dos tentáculos contra el Evangelion. Xavi, quien ya se esperaba un movimiento de este tipo, esquiva el tentáculo izquierdo haciéndose a un lado; mientras que con la mano izquierda, libre, agarra el tentáculo derecho del Ángel. Nada más tomarlo, al apretar para que no escape, la mano del Evangelion comienza a quemarse, sensación que se transmite a Xavi que no puede evitar soltar un grito de dolor. A pesar de todo no suelta a su rival, aunque agarrar el tentáculo del Ángel es un equivalente a agarrar una ascua recién sacada de un fuego. Apretando los dientes por el dolor, Xavi suelta un nuevo grito de rabia cuando alza el brazo derecho y con el cuchillo progresivo golpea el tentáculo de Shamshel. Contra todo pronóstico, consigue cortarlo, pero no del todo. Xavi comprende que necesita varios cortes para romper ese tentáculo, así que repite el proceso. No obstante, se ha olvidado de un pequeño detalle... El otro tentáculo de Shamshel. El Ángel, entre gritos de dolor por los cortes en su tentáculo izquierdo, lanza su otro tentáculo contra el EVA 01. El tentáculo derecho se clava en el costado de Xavi, atravesando al Evangelion. El dolor es inmediato y produce un grito de Xavi que estremece a todos los presentes en la sala de mando. Introducido por el costado derecho, entrando por la zona de las costillas, casi pegando a la espalda; con todo su calor, atraviesa el cuerpo del EVA hasta llegar a salir por la zona delantera, concretamente en la del estómago. La sensación es horrible, de cómo se revuelve dentro de las entrañas del EVA, sensación que se transmite al cuerpo de Xavi. A pesar de que el tentáculo derecho le atraviesa el costado y el tentáculo izquierdo quema su mano, el piloto no se deja amedrentar.
Con ese grito de rabia vuelve a alzar el brazo y provoca un último corte con el cuchillo progresivo. Como resultado, destroza el tentáculo de Shamshel partiéndolo en dos, a lo que el monstruo reacciona con un grito desgarrador y ensordecedor. La fuerza del grito es tal que obliga a todos los de la sala de mando a taparse los oídos, a todos menos a Gendo Ikari, que sigue en su misma pose. Con brusquedad, Xavi lanza al aire el trozo de tentáculo que ha cortado, mientras que el Ángel se revuelve de dolor. El dolor que siente es tal que retira el tentáculo que atraviesa al EVA 01. A pesar de que lo retira con brusquedad, provocando que el piloto escupa sangre, Xavi no pierde el tiempo y agarra el tentáculo antes de que se aleje de él. Tosiendo aún por la sangre que había escupido, Xavi agarra con fuerza el tentáculo izquierdo con su mano izquierda. El EVA, con una rodilla hincada en el suelo, mantiene así sujeto a su rival.
Para sorpresa de todos, en cuanto deja de toser, Xavi comienza a reírse. Esto deja extrañado hasta al mismísimo comandante de NERV. Mientras que en la sala de mando todos se miran los unos a los otros, confundidos, Xavi deja de reírse y grita.
Es entonces cuando el EVA 01 clava el cuchillo progresivo sobre el otro tentáculo del Ángel, el cual aún estaba intacto, dejando el cuchillo ahí clavado y liberando su otra mano. Ahora, con sus dos manos libres, agarra el tentáculo. Con una fuerza descomunal, posiblemente producto del momento de adrenalina, Xavi suelta un grito de fuerza y tira del tentáculo de Shamshel mientras se voltea. La fuerza es tal que, aunque al principio causa duda, comienza a levantar al Ángel. Finalmente, en un movimiento bárbaro, el EVA 01 lanza al Ángel por los aires, pasándolo por encima de él mismo y por último chocándolo con toda su fuerza contra el suelo. El choque contra el suelo del Ángel es tan fuerte que hasta retumba levemente en el interior del Geo-Front. De esta forma, el Ángel queda tumbado sobre el suelo, bocarriba e indefenso. Xavi, que aún agarra el tentáculo a dos manos, primero lo suelta con la mano derecha mientras aún lo agarra con fuerza con su mano izquierda. Con la mano libre toma el cuchillo que aún seguía clavado y luego pasa a soltar del todo el tentáculo. Ahora, con sus dos manos, agarra el cuchillo progresivo y de un salto se coloca sobre la cabeza de Shamshel, pisándola para evitar que se levante.
Con un nuevo grito de rabia, Xavi eleva sus dos manos y luego lanza una puñalada sobre el núcleo del Ángel, en su pecho. De la fuerza del impacto, el cuchillo se hunde en el núcleo, que se resquebraja como un cristal. El Ángel, en un último suspiro, suelta otro grito ensordecedor. Finalmente, Shamshel, catalogado como el octavo Ángel, es vencido.
Sobre el suelo de Tokyo-3, con la batalla ganada, Xavi suelta el cuchillo progresivo que se queda clavado sobre el núcleo del Ángel, para acabar cayendo de espaldas sobre el suelo de la ciudad. Allí, tirado en el suelo, se acaban consumiendo los últimos segundos de la batería, por lo que el EVA no se moverá más. Con la unidad mirando hacia el cielo donde brilla el Sol, el piloto respira fuertemente, cansado por su batalla. El dolor de la batalla aún está presente, pero lo ignora, pues está contento por su victoria. No obstante, toda esa felicidad se marcha cuando una Misato enojada comienza a regañarle por su conducta temeraria en la batalla. En la sala de mando todos respiran aliviados y están contentos por el resultado. Los gritos de Misato regañando a Xavi se oyen de fondo, mientras que el profesor Fuyutsuki se dirige al comandante.
Con todo en paz una vez más, NERV se prepara para movilizarse, pues deben de despejar Tokyo-3 quitando de en medio a los combatientes. El EVA 01 volverá al Geo-Front, donde tendrá una revisión para arreglar los desperfectos que le ha causado la batalla. El cuerpo del Ángel será usado en las investigaciones de la organización. Además, se envía asistencia médica, pues el piloto ha resultado herido. La segunda batalla de Xavi ha terminado con el octavo Ángel neutralizado con éxito. No obstante, esto es solo el comienzo de la guerra contra los Ángeles. Con la batalla finalizada, ahora vamos a avanzar los sucesos hacia delante en el tiempo, no muy lejos, concretamente dos días después de la batalla contra Shamshel. Día 26 de marzo del 2014, un jueves. Son las 10:41 AM, la mañana ya está bien avanzada. En el apartamento aún no hay actividad, algo raro. Finalmente, cuando los rayos del Sol que entran por su ventana le impiden dormir más, Rei acaba levantándose. Con los ojos entrecerrados, la boca seca y gestos risueños, Rei se sienta en su cama. Tras frotarse los ojos y estirarse, mira el despertador.
"¿Ya son las 10:41?", me pregunto extrañada, porque no estoy acostumbrada a dormir hasta tan tarde, y se me hace raro. Aunque, bueno, es de suponer, ayer me quedé despierta hasta muy tarde..., pero aun así, me sorprendo a mí misma. Decidida ya, totalmente como una zombie, me levanto de mi cama, estirándome una vez más. Ya han pasado dos días desde la batalla de Xavi contra Shamshel. Después de aquello las rutinas de NERV se han visto alteradas. Los altos cargos como Misato tienen el doble de trabajo; además de que deben reparar la Unidad 01 cuanto antes. Es un completo frenesí, qué calamidad. Y mientras que en NERV trabajan de forma apresurada, los pilotos tenemos unos días de descanso y con razón, porque Xavi tiene algunas heridas después de la batalla. Tanto sus brazos como el costado y su pierna izquierda están lastimados, necesita reposar. Mientras que yo... Bueno, supongo que es para hacer de enfermera del herido... Nada más salir de mi cuarto me dirijo al baño, para asearme y así despertar, quiero parecer una persona en vez de un zombie. Una vez que he terminado allí y ya estoy más despierta, voy a cambiarme a mi cuarto. Eso sí, antes echo una ojeada al cuarto de Xavi, para ver si está durmiendo todavía. Con disimulo y despacio, asomo mi cabeza a través del marco de la puerta para observarlo durmiendo a pierna suelta. Este chico no tiene remedio, duerme como un tronco incluso con tanto vendaje. Ayer se quejaba de que le dolía el costado al moverse de forma brusca, pero yo lo veo la mar de relajado ahora mismo... Hasta ronca... ¡Hora de cambiarse! Es hora de empezar a hacer tareas en la casa y no me gusta llevar mi ropa para dormir encima. El camisón para dormir, no para dar vueltas por la casa. Soy algo estricta compara Misato, ahora que lo pienso. Aunque claro, no es justo que me compare con Misato, ella ni siquiera usa algo parecido a un pijama, duerme en ropa interior... O incluso sin ella... No tiene pudor ninguno, ni se preocupa porque Xavi la vea... Pues eso... Desnuda... Aunque Xavi es tan ingenuo que ni se da cuenta de que Misato duerme así. En cierto modo es lindo que sea así de ingenuo. Bueno, que me pierdo en mis pensamientos. De a poco paso a vestirme con mi ropa de estar por casa, una cosa sencilla: una camisa de tirantes amarilla y unos pantalones cortos azules. ¡Muy cómodo! Primero desayuno y una vez he terminado, dejo todo listo para cuando Xavi se despierte. Aunque por como duerme, parece que va para largo. Una vez doy por concluido el desayuno, toca hacer tareas. Estos días estoy matada, no solo tengo que hacer mis tareas, también las de Xavi. El pobre necesita descanso, no puede ponerse por ejemplo a acarrear con bolsas pesadas de basura... Mientras comienzo a limpiar por el apartamento, tomo mi mp3 y con unos auriculares escucho algo de música mientras limpio. En este rato, realmente no pienso en nada, solo me concentro en la música. Aunque, cuando paso por la habitación de Xavi y lo veo dormir tan plácidamente... Me da risa. Comparado con el Xavi de la batalla, este parece totalmente inofensivo. Aún sigo impresionada por como luchó contra el octavo. Era como si toda la tranquilidad que transmite normalmente se hubiera ido, como si hubiese sido reemplaza por puro nervio. Sus movimientos, estrategias, incluso sus palabras... Qué envidia... Ojalá yo pudiese luchar de esa forma... Al rato de estar limpiando, ya casi rondando las 11:45 de la mañana, Xavi por fin se despierta. Curiosamente, cuando se despierta, coincide que estoy pasando por su puerta. De pie desde ella, mientras sujeto un recipiente con agua y trapos, observo su despertar. Xavi, desorientado, con cara risueña y bostezando, comienza a moverse. Lo sé, no es un despertar mi enérgico. Es entonces cuando el “bello durmiente” se estira, graso error, pues al hacerlo su herida en el costado le hace pasar factura. Tras un crujido y que Xavi ponga cara de dolor, pero sin gritar, como si hubiese perdido las fuerzas se cae de la cama de cabeza, dándose un talegazo contra el suelo. Al ver el porrazo, asustada, dejo lo que tengo en mano y salgo corriendo hacia él.
Cuando veo esa escena, no puedo evitar reírme. Puede resultar algo cruel, pero me río a carcajadas mientras Xavi sufre en el suelo. Después de unos segundos riéndome, tomo aire, me limpio las lágrimas de la risa y le digo a ese idiota: “Eres de lo que no hay.” Acto seguido, le ayudo a levantarse, de forma que los dos quedamos sentados en el piso. Dice que está bien, pero por su cara sé de sobra que el dolor lo está matando. Aunque también diría que exagera un poco.
Una vez acaba la escena “cómica” de Xavi, ambos nos levantamos del suelo. Xavi marcha a la cocina, a desayunar, mientras que yo vuelvo a coger el recipiente que había dejado para seguir limpiando. Como ya falta poco para la hora de comer, le digo a Xavi que no desayune mucho. Él, a regañadientes, me obedece. Así van pasando los minutos hasta que dan las 13:00 PM y yo termino mis labores de la mañana. Xavi intenta ayudarme, pero no le dejo, tiene que descansar. Una vez el reloj señala la hora dicha, me dispongo a hacer la comida. Normalmente comemos sobre las 12:30, pero hoy al levantarnos tarde vamos a hacer una excepción. Creo que cocinaré algo sencillo... Una sopa, arroz y algo de pescado. ¡Dicho y hecho! ¡Comienzo a cocinar! Nada más ponerme en la cocina, como de costumbre, Xavi empieza a deambular a mí alrededor, observando lo que voy a cocinar. A su vez intenta picotear algo, cogiéndolo directamente de lo que estoy cocinando. Siempre lo hace, solo porque sabe que me molesta. En esta ocasión, se coloca detrás de mí, mientras yo corto el pescado.
Al decirme eso, Xavi apoya su cabeza en mi hombro, mientras que con su mano izquierda vendada me rodea la cintura. Un movimiento que me sorprende y hace que corte el pescado con demasiada brusquedad. El sentirlo tan cerca de mí, con su cabeza al lado de la mía de forma que puedo oír su respiración, su mano agarrándome por la cintura... ¿¡Pe-pero en que piensa!? Totalmente roja y muy nerviosa por su culpa, dejo el cuchillo en la mesa y bruscamente me doy la vuelta, alejándome de él. De forma que quedamos los dos, frente a frente, yo poniendo mis manos en su pecho para alejarlo y él aun agarrándome de la cintura.
De repente, contra todo pronóstico, Xavi me suelta de la cintura y se aleja de mí. Con espacio de por medio de nuevo entre los dos, él sonríe y me contesta: “Nada.” Después se voltea y se marcha rumbo a la puerta de la cocina que da al salón. Suspiro, tomando aire para volver a controlar mis nervios. Maldito Xavi, ¿a qué habrá venido eso? Él nunca ha sido así. Ahora por su culpa me siento rara... Estúpido, será mejor volver a la cocina. Justo cuando me volteo y agarro el cuchillo, me doy cuenta de que me faltan ingredientes...
¡Maldito imbécil! ¡Ha hecho todo eso para despistarme y tomar algo de picar! ¡Mientras yo estaba pendiente a como me agarraba y lo cerca que estaba, con su mano derecha lo ha cogido sin que me dé cuenta! ¡¡¡Idiota!!! Mientras grito y le maldigo, puedo escuchar las risas de Xavi desde el salón. ¡Dios...! Aunque reconozco que me tragado toda su estrategia... ¡¡Idiota!! ¡Le odio! A medida que pasa el rato me voy calmando, aunque sigo dedicándole algún que otro insulto a ese idiota. Siguen pasando los minutos hasta que dan las 13:34 PM. Para esa hora ya tengo más que lista la comida, así que paso a servirla en la mesa. Una vez está todo listo y los platos aguardan a que cada uno tome su asiento, llamo al perfecto idiota.
Apenas pasan segundos, y mientras me siento en mi sitio, Xavi llega a la cocina dese el salón. “Huele delicioso”, dice mientras se acerca y posteriormente se sienta en la mesa. Ante sus comentarios, que normalmente me agradan, decido guardar silencio. Cuando él se sienta pasa a mirarme, pero yo, completamente seria, miro a mi plato sin inmutarme por su presencia.
Ante mis palabras se ríe y luego termina diciéndome que miento mal. Sigue insistiendo en que se ve a la legua el cabreo, pero yo ni le contesto, simplemente le saco la lengua. “Como una niña pequeña”, susurra, pero aun así le escucho. En silencio, pero sin tensión, comenzamos a comer. Como en el día anterior, ver comer a Xavi con esas vendas en las manos es todo un espectáculo. El muy bobo coge los palillos como puede y se las ingenia para tomar la comida, aunque le lleva más esfuerzo que incluso luchar contra un Ángel. Con la cara de dificultad que pone me es imposible no reírme.
Tras darle un trago a la sopa me doy cuenta de que está muy caliente, casi me achicharro la lengua. Incluso me he quemado un poco las manos al tocar el tazón... Esta vez me he pasado calentándola... Mientras dejo mi tazón en la mesa con esto en mente, veo como Xavi deja los palillos y se dispone a tomar el suyo. Son menos de dos segundos, pero consigo llegar a la conclusión de que, con lo caliente que está la sopa y lo sensibles que tiene las manos Xavi, es una mala idea que trate de coger el tazón. Justo cuando está a punto de rozarlo con sus manos, le grito:
Mientras dice aquello el movimiento de las manos continúa y acaba agarrando el tazón. Al agarrarlo, lo levanta y lo lleva hacia su boca. A los dos segundos de levantarlo, comienza a sentir el calor, el cual no le agrada mucho a sus manos. Cumpliéndose mi temor, al sentir el calor sus manos se resienten y como acto reflejo suelta la sopa, provocando que caiga sobre su cuerpo... El cuál está aún más sensible.
Por el dolor, Xavi se lanza de la silla hacia el suelo y comienza a rodar por él, gritando. Yo, muy nerviosa, me levanto con brusquedad de la silla y miro a todos lados sin saber qué hacer. ¿¡Qué hago!? ¿¡Qué hago!? ¡¡Piensa Rei Ayanami!! ¡Piensa!
¡Ya sé! ¡Debo lanzarle algo frío para contrarrestar la sensación de calor! Rápidamente me volteo hacia la nevera, la abro y tomo de ella el agua fría que solemos guardar. Sin cerrar la nevera siquiera, me vuelvo a dar la vuelta y voy hacia Xavi mientras abro la jarra de agua fría. Mientras voy hacia él, le pido que se esté quieto y por suerte me obedece. En cuanto se para en el piso, le lanzo la jarra de agua fría por encima, empapándolo. Lo mojo entero, a él y todo a su alrededor. Xavi se queda inmóvil durante unos segundos, luego escupe un poco de agua y por último se derrumba en el piso.
Una vez ha pasado la locura y los nervios del momento, ayudo a Xavi a levantarse e inmediatamente lo llevo al lavabo. Por culpa de la sopa seguro que sus heridas se han podido resentir, además de que por culpa del agua sus vendas están toda mojadas y ya no sirven. Hay que reemplazárselas. Antes de llegar al cuarto de baño, hacemos un pequeño stop en su habitación para coger algo de ropa seca, pues la que lleva está empapada. Una vez llegamos al baño, primero entra él solo para cambiarse los pantalones y demás... En eso no me necesita ¿Qué pinta una chica como yo ahí? [...] ¡No pienses en cosas indecentes Rei! Mientras espero fuera observo que mi ropa también está húmeda, sobretodo mi camisa de tirantes. Debe de ser por agarrar a Xavi que estaba empapado... Yo también debería de cambiarme, estoy algo mojada, aunque no es nada exagerado, ni siquiera se me transparenta la ropa. Durante unos segundos dudo de si ir un momento a mi cuarto y cambiarme. No obstante, antes de que pueda tomar una decisión, Xavi sale del baño ya cambiado. Aunque claro, no llevaba camisa y aún tenía sus vendas mojadas.
Así lo hacemos, ambos vamos a su cuarto. Él se sienta en la cama mientras que yo tengo que volver al baño a por las vendas. Muy bien Rei, mira que olvidarte de las vendas ¡Es más! No sé para que nos movemos del baño si está todo allí. En fin, tomo las vendas y vuelvo al cuarto. Una vez llego me encuentro a Xavi quitándose las vendas por sí mismo... ¡Pero es un desastre! Apenas puede hacer algún movimiento con las manos también vendadas y doloridas. Inmediatamente intervengo.
Una vez estamos los dos sentados en su cama, con mis manos aparto las suyas de su torso y acto seguido empiezo a quitarle el vendado. Poco a poco, sin prisa, se las voy retirando, en silencio. A medida que retiro las vendas puedo sentir como la respiración de Xavi se acelera un poco, así como sus gestos de dolor. Una vez retiro todas las vendas queda al descubierto la herida en su costado: una gran mancha morada que se extiende por debajo de su pecho hasta la cadera, en el lado derecho del torso. Los alrededores estaban un poco rojos, seguro que es por culpa de la sopa.
Diantres, no tienes que hacerte el fuerte conmigo, idiota. Una vez más vuelvo a ir al baño, está vez a por la maldita pomada. Definitivamente nos deberíamos de haber quedado allí, hubiese evitado tanta vuelta tonta. Tomo la pomada y vuelvo a la habitación, para encontrarme a Xavi mirando al techo. No quiere ni mirar su herida. Vuelvo a sentarme a su lado, abro la pomada y vierto poco en mi mano. Antes de empezar a extendérsela por la herida, le miro:
Suspiro y con cuidado pongo mi mano sobre su herida. Al sentir el tacto de mi mano, Xavi se sobresalta un poco, pero vuelve a calmarse rápidamente. Después de que respire de forma profunda, empiezo a extender la pomada. Con cuidado, tratando de no ser brusca, no quiero lastimarlo más al pobrecillo. A medida que voy extendiendo más pomada, los quejidos de Xavi disminuyen. Entiendo que le duele, pero también parece que exagera un poco... Una vez termino, el “paciente” da un largo suspiro, aliviado por haber terminado la “terapia”. Yo vuelvo a ir al baño, me lavo las manos, y de vuelta a la habitación, ahora para colocarle vendas nuevas. De nuevo a su lado, le ordeno:
Sin decir una sola palabra me obedece. Al parecer el dolor de la herida le había arrebatado todas las palabras. Desde atrás paso a vendarle la herida, dando la vuelta con la venda por su espalda. Me lleva un par de minutos, concentrada y en silencio, pero finalmente le hago una venda digna de la mejor enfermera. Una vez he terminado, pongo mis manos sobre su espalda y le digo.
Él, cansado por el proceso, se deja caer en la cama y pasa a estar tumbado, todo esto con un nuevo suspiro. Vaya un quejica y un exagerado que está hecho. Antes de que pueda abrir la boca para soltar algunos de mis pensamientos y poder molestarle, él me dice:
Al oír aquello Xavi comienza a reírse, aunque de repente su risa se corta por la herida. Cuando se ríe, mueve el abdomen y le duele. Con aquella escena la que pasa reírse soy yo. Después de reír un poco, me dejo caer en su cama, a su lado. La verdad es que es muy cómoda, más que la mía... Qué envidia... Es entonces cuando giro mi cabeza hacia Xavi que, para mi sorpresa, ya me estaba mirando. Y no solo eso, también estaba más cerca de mí de lo que pensaba, apenas a uno o dos palmos de distancia. Al ser consciente de lo cerca que estaba, instintivamente, trago saliva. Sus ojos pardos miran fijamente los míos, serio. El sentir aquella mirada, lo cerca que estaba de mí; todo aquello provoca un sentimiento cálido en mi pecho, así como que mi cuerpo se caliente... Era como si una fuerza me llevara hacia él. Sin embargo, antes de que esa “fuerza” pueda provocar algún evento inconveniente, un sonido externo rompe con la dinámica de la situación. Ese sonido era el de mi celular. ¡Me están llamando! Mi móvil estaba en la cocina, por lo que inmediatamente doy un salto de la cama y corro hacia allí. Al llegar apresurada agarro el móvil y contesto a la llamada. Era tanta la prisa que tenía que ni me había fijado en quien me hacia la llamada. Al contestar me encuentro con que es Kaname, muy buena amiga. Ella me pregunta por como estoy y por cómo está Xavi, pues está preocupada. Yo le respondo que todo está en orden y así vamos prolongando la conversación hasta llegar al punto de que acuerdo con ella que venga a la casa esta tarde. Y no solo vendrá ella, también Fénix y Javi. ¡Ya tenemos algo que hacer esta tarde! Una vez se cierra la llamada, voy del salón a la cocina. Me había movido de la cocina al salón al tomar el móvil porque en un sitio hay mejor cobertura que en el otro. Una vez pongo un pie en la cocina, me encuentro a Xavi limpiando el desastre que habíamos armado con la sopa. Nada más verlo le regaño, le quito la fregona y le insto a que se siente a terminar de comer. Por su bien, me hace caso. Luego, mientras yo limpio y él termina de comer, me pregunta sobre la llamada.
¿Shi-Shinji? [...] No había pensado en él... Pero no me refiero a este instante, sino a toda la mañana. El chico al que amo no ha aparecido en mis pensamientos durante lo que llevamos de día... En su lugar estaba [...] No, no es so, quiero decir, no pensaba en él porque Xavi me distraía. Estaba más pendiente a él porque necesita mi supervisión, es como un niño con unas tijeras [...] No es porque yo sienta cosas por Xavi o algo por el estilo... Mientras debato esto en mi mente, estoy totalmente paralizada, agarrando la fregona y mirando al suelo, sumida por completo en mis pensamientos. Mi estado de parálisis extraña a Xavi, quien no duda en tratar de que vuelva a la Tierra.
Aquella interrupción me volvió a dejar paralizada, parece como si pudiera leer mis pensamientos... Qué directo ha sido. ¡Pero en realidad no es así! Yo si quiero que Shinji venga, es más, lo extraño... Llevo unos días sin hablar con él... Es solo que tengo miedo... A pesar de que siento esto, no quiero decírselo a Xavi, no quiero que me vea dudar o lo preocuparé aún más. No quiero parecer siempre tan débil...
Una vez más a Xavi le había bastado una sola frase para dejarme totalmente en blanco, sin saber qué responderle o incluso en que pensar. Lo único que puedo hacer es tragar saliva, ponerme nerviosa y esperar a que Xavi vuelva a abrir la boca para romper el silencio que él mismo había generado. Tras unos segundos callados en tensión, bueno, aunque la única que estaba en tensión era yo, Xavi vuelve a hablar.
Maldita sea, yo que quería evitar que Xavi volviera a “rescatarme” y al final voy a acabar como siempre, siendo consolada por él. No es que esto sea malo, es más, le estoy muy agradecida por ayudarme, pero... No es justo, él siempre está ayudándome y yo por él no puedo hacer casi nada. Me siento inútil... Siguiendo la sugerencia de Xavi, me siento en mi lado de la mesa y mientras me dispongo a terminar de comer, comienzo a hablarle sobre lo que siento ahora mismo sobre Shinji. Primero le soy franca y clara: amo a Shinji. Lo quiero con toda la fuerza de mi corazón. Él para mí es un chico muy especial, lleva mucho tiempo conmigo y quiero que lo siga. Apenas puedo explicar con palabras lo que significa para mí, aunque lo voy a intentar. Ya desde que era pequeña, cuando lo conocí, sentí que él me trataba diferente. El Segundo Impacto aún estaba reciente y la memoria de mis padres aún estaba muy presente en mi mente. Fui adoptada por la familia Ikari, tuve más suerte que el resto de pilotos, pero aun así... Fue duro. Y de no haber sido por Shinji, hubiese sido mucho más duro. Solo éramos unos niños, pero él se preocupada por mí mucho, cuando apenas me conocía. Siempre estaba pendiente a mí, no quería que me sintiera sola y cuando me veía triste hacía lo imposible para que sonriera... Siempre recordaré la primera vez que me cogió de la mano. No es algo que hagamos muchas veces, pues tenemos estatus de amigos, pero... De todas las veces que le he agarrado la mano, ninguna de ellas ha sido como la primera. Cuando él me dio su mano, yo dudé, pero acabé tomándola. Al principio creía que no iba a sentir nada, pero cuando la tomé, la frialdad de mi mano pasó a ser tibia y acabé sintiendo calidez. Puede sonar cursi, pero, diría que aquella calidez que sentí incluso me caló en el corazón... En resumen, son muchos años juntos, hemos pasado momentos buenos y malos, y yo siempre me he sentido especial a su lado. Por todo ello, deseo que estemos juntos como algo más que amigos. A veces me desespero, porque creo que la cosa no avanza, pero también tengo que tener en mente que Shinji es muy tímido con estas cosas y algo cobarde a la hora de mostrar sus verdaderos sentimientos. Tengo que dejarlo de ir a poco. Pero es desesperante, llevo mucho tiempo esperando que él se me declare... A veces dudo sobre si lo hará algún día, aunque siempre mantengo la esperanza de que lo haga y de que será pronto.
Antes de que pueda responderle soy interrumpida por un sonido, el del timbre. “Qué raro que llamen a estas horas”, me digo a mi misma en primera estancia. ¡Un momento! ¿¡Acaso son Kaname y los demás!? ¿¡Pero qué hora es!? Apresurada me giro para mirar el reloj en la pared de la cocina, el cual marca las 16:30 de la tarde. ¿¡Ya es la hora!? ¡Dios! ¡Nos hemos puesto a hablar y se ha pasado volando! Inmediatamente paso a recoger la cocina mientras que Xavi marcha a la puerta para recibirlos. Yo como un huracán trato de recogerlo todo para que el apartamento esté presentable. Por suerte, Xavi es un chico listo y entretiene a la visita un poco más de lo normal en la entrada. Cuando ya lo he recogido todo doy un profundo suspiro intentando encontrar calma, pero un aviso desde lo lejos: “¡Ahí te va!”; seguido por mi mejor amiga, me impide encontrar ese momento de paz. Kaname irrumpe en la cocina gritando mi nombre y luego se abalanza sobre mí. Al abrazarme, lleva tanta velocidad, que me tira al suelo.
Al oír aquello, Kaname inmediatamente me suelta y se levanta. Luego, toma una manzana que rondaba por la cocina y se la lanza con todas sus fuerzas a Fénix. Éste último sin embargo la esquiva agachándose. La manzana pasa volando por encima de los chicos, que de ellos en particular Javi, se queda observándola boquiabierto. Tras unos segundos, se vuelve hacia nosotras y grita:
Y así comienza la tarde del grupo, como siempre muy divertida. Primero les hacemos pasar al salón. Mientras yo les sirvo algo para picar, los tres se lanzan a por Xavi. Fénix no para de preguntarle aspectos del Evangelion, aspectos que ni el propio Xavi conocía; Kaname le molesta, dando golpes suaves en sus heridas, lo justo para molestarlo; y por último Javi... Bueno, el sigue ofreciendo sus lacasitos. Ya cuando me siento con ellos la charla sigue. Hablamos un poco de cada uno, sobre las novedades, y mientras vamos bromeando. Al final todos acabamos jugando a la consola de Xavi, al Mario Kart y al Super Smash Bros. Yo soy mejor en el primero que en el segundo, aunque contra los chicos que son unos verdaderos expertos, no tengo nada que hacer. Así pasa la tarde, muy divertida, y ya sobre las 19:30, los tres alocados se marchan. Una vez se van, la tranquilidad vuelve al apartamento. Supongo que la tranquilidad durará hasta que Misato aparezca. Con esta paz momentánea limpiamos todo un poco, y después yo sola paso a preparar el baño y hacer la cena. Xavi intenta ayudarme, pero no le dejo, él tiene que estar en el máximo reposo posible. Sobre las 20:10 ya tengo lista la cena, que por suerte coincide con la llegada de Misato. Mi capitana, cansada por un día duro de trabajo, nada más llegar lo que hace es desvestirse y ponerse ropa cómoda. Tiene tan poco pudor que se quita la ropa mientras va por el pasillo, hasta quedarse en ropa interior... Le da igual si Xavi la ve... Cuando se ha cambiado, viene a la cocina, abre la nevera y toma un par de cervezas. Abre una, le da un trago largo y luego pasa a gritar: “¡Esto sí que es vida!” Aunque parezca extraño, en realidad Xavi y yo no nos inmutamos ante su comportamiento, ya nos hemos acostumbrado. Mientras cenamos Misato nos cuenta las pocas novedades de NERV y luego pasa a preguntar por cómo ha ido nuestro día. Por supuesto, empieza a insinuar que Xavi y yo hemos mantenido algún tipo de relación al estar a solas en la casa, a lo que los dos le respondemos de forma negativa. Le encanta molestarnos así. Y por último, saliéndose un poco del guión, Misato le da una novedad a Xavi:
En ese preciso momento Xavi se cae de la silla, desmayándose. Misato y yo inmediatamente, preocupadas, nos levantamos y vamos con él. Misato lo agarra e incluso lo zarandea, pero parece que la sola idea de un pinchazo en su herida lo ha dejado fuera de combate. Para mi sorpresa, Misato me pide que lo agarre yo. Luego ella va a su habitación, toma la inyección, y vuelve con nosotros. Es entonces cuando me dice: “Aprovecho y se la inyecto ahora. Será más fácil.” Esta mujer es el diablo... Mira que pensar en eso cuando el pobre Xavi está en este estado... Sin que le tiemble el pulso, Misato le da el pinchazo a Xavi en el costado, a lo que él reacciona al instante, dando un salto como si hubiese vuelto a la vida. Luego comienza a rodar por el suelo, quejándose del dolor, por supuesto. Las dos chicas nos reímos, pero dejamos de prestar atención a la escena cuando sentimos el timbre. Alguien llama. Esto sí que es raro... A estas horas no esperamos a nadie... Misato me pide que vaya yo a abrir la puerta, y así lo hago. Mientras me dirijo a ella me sigo preguntando quien podrá ser. Tal vez a alguno de los chicos se le olvidó alguna pertenencia aquí... Para salir de dudas de una vez, abro la puerta y...
Nada más verlo, mi pulso se dispara, comienzan a sudarme las manos y como una tonta empiezo a jugar con mi pelo. Aunque estoy nerviosa, cuando le miro, me sonríe, a lo que yo le respondo con otra sonrisa. En aquel momento, de alguna forma, sentía que todo volvía a estar normal. Todas las dudas que había tenido estos días se habían disipado en cuanto lo vi sonreír una vez más. Desde la cocina Misato me grita preguntando por quien es, a lo que yo le respondo para que sepa que es Shinji.
Antes de que Shinji pueda seguir hablando, yo, que lo hago sin pensar, me acerco a él y le doy un beso en la mejilla. Después de ese gesto, vuelvo a mi posición inicial. Ambos nos quedamos callados, un poco ruborizados. Fue un movimiento rápido e inesperado, tanto para él como para mí. No sé qué me empujó a hacerlo, pero sentí que quería hacerlo. De hecho, Shinji se echa mano la mejilla y sonríe. ¡Por Dios! ¡Qué mono! Por último le doy las buenas noches a Shinji y me despido. Él hace lo propio y se marcha... ¡No puedo esperar a que llegue mañana para estar con él! To be continued... |
Capítulo 9: You are (not) my lover
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Tú (no) eres mi amante |
Día 29 de marzo del 2015, domingo. La tarde llega a su fin en Tokyo-3, con el Sol poniéndose entre los edificios y las montañas que rodean la ciudad, iluminando todo con la luz anaranjada del ocaso. Vuelvo a casa después de pasar la tarde fuera, a pie, pues no me queda más remedio. Hoy hace mucho calor, y eso que estamos en marzo. Es cierto que el clima cambió por culpa del Segundo Impacto, pero aun así en marzo no suele hacer tanto calor. Para que os situéis, han pasado tres días desde que recibí aquella visita inesperada de Shinji y cinco días desde la batalla de Xavi contra el Octavo. Sí, son unos cuantos días, aunque se me han pasado volando. ¡Han sido unos días muy entretenidos! Desde el jueves he estado quedando con Shinji, con la intención de ayudarle a organizar la fiesta sorpresa para Yui-san. Ha sido genial, casi tres días completos con él, además de esta tarde, que también he estado con él.
¡Estoy muy contenta! No solo me he sentido útil al ayudarle con la fiesta, he tenido la oportunidad de pasar tiempo con él de una forma en la que hacía mucho que no estábamos. Añoraba las tardes así con Shinji. Desde que soy piloto apenas puedo quedar con él de esa forma, ya sabéis, a solas. Siempre que quedamos es con el grupo y, las pocas veces que nos hemos visto a solas, han sido muy cortas o puntuales... No es lo mismo... Me han venido muy bien esos días de descanso. Sé que me los concedieron para que vigilara a Xavi, pero gracias a la medicina de la doctora Akagi su recuperación fue mucho más rápida y no me necesitaba a su alrededor. Se puede decir que quedé totalmente libre. Además, el propio Xavi me instaba a ir con Shinji... Y por supuesto, ¡he aprovechado la oportunidad! Estoy muy satisfecha, le hemos organizado una gran sorpresa a Yui-san. Nos ha llevado bastante esfuerzo, ¡pero ha merecido la pena sin duda! Primero hicimos una lista de invitados: familia cercana, amigos, personal de NERV, etc. Una vez terminamos la lista hicimos las invitaciones, las cuales hemos repartido nosotros mismos, siendo lo más sigilosos posible. Luego organizamos la fiesta, para la cual nos hemos compinchado con Gendo-san. De él ha sido la idea de organizar la fiesta en una de las zonas recreativas de los cuarteles. ¡Es el mejor sitio! Un lugar grande con cabida para muchas personas, con una buena distribución entre el espacio y las mesas, un equipo potente de música... ¡Simplemente perfecto! Además de que será fácil inventarse una excusa para conducir allí a Yui-san. Todo gracias a Gendo. Por último, como no, ¡el regalo! Aquí ha vuelto a colaborar Gendo-san, como buen esposo. De hecho, no podríamos haber comprado semejante regalo sin su ayuda económica. El regalo es nada más y nada menos que... ¡Un collar de diamantes! Sí, puede que estéis pensando que es muy lujoso. Incluso yo llego a pensar que tal vez nos hemos pasado. Pero queremos hacerle un regalo que la deje sin palabras. Shinji y yo nos sentimos mal, nunca le hacemos regalos decentes cuando ella ha hecho mucho por nosotros. Es nuestra forma de compensar todos esos años donde no teníamos medios para hacer un regalo en condiciones. ¡Se lo merece sin duda! Es una gran persona, mujer y madre. Shinji tiene suerte de tenerla como madre. Bien es cierto que es mi madre adoptiva, también tuve suerte de tenerla, pero ella realmente no es mi madre... No es lo mismo... Por eso digo que Shinji tiene suerte. Además, lo correcto para mí es ver a Yui como mi nuera al yo salir con Shinji [...] ¿¡Pero en qué piensas Rei!? ¡No quieras adelantar acontecimientos! Todavía no sé con seguridad si Shinji quiere algún tipo de relación conmigo... Estos días han sido muy positivos en ese aspecto, he visto muchos detalles, los cuales le cuento a Xavi. Él me dice que todos esos detalles indican que le gusto, además de que repasa detalles de días anteriores para intentar convencerme. Y lo consigue, si soy sincera, siempre me da seguridad hablar con él. Hoy, de hecho, tengo algo nuevo que contarle. Es un detalle que incluso yo misma veo como toda una declaración de intenciones por parte de Shinji. Para que yo piense eso, con lo insegura que soy, queda claro que es muy positivo. Ha pasado en la tarde, mientras envolvíamos el regalo de Yui-san. La cosa es que antes de envolver la caja que contiene el collar, lo he tomado para mirarlo de cerca. Al sostenerlo delante de mí he pensado en voz alta: “¡Qué bonito! Ojalá mi futuro marido me regale un collar como éste algún día”. Al oír mis palabras, Shinji, que tampoco se ha parado a pensar, me ha contestado: “Pues yo te lo haría”. Después de eso, ambos nos hemos quedado mirando durante unos segundos, callados. Al transcurrir unos segundos en silencio, los dos nos hemos sonrojado y los nervios nos han dominado. Yo inmediatamente he mirado el collar, desviando la mirada de él, mientras que Shinji ha tratado de corregirse: “Bu-bueno, quiero decir, esto... Es decir, se-seguro que en un fu-futuro tu esposo te lo hará.” Pobrecillo, aunque ha sido muy mono al intentar justificarse. A pesar de todo, no quiero adelantar nada, primero quiero escuchar la opinión de Xavi. Aunque, de seguro que cuando se lo cuente me da el visto bueno. Y también volverá a insistir con que sea yo la que tome la iniciativa y me declare. Siempre anda diciéndome eso, no para de insistir. ¡Dios! ¡Como si fuese tan sencillo! No es nada fácil, soy incapaz de reunir el coraje suficiente para plantarme delante de Shinji y decirle lo que siento por él... El mero hecho de pensar en esa escena me pone nerviosa y acelera mi respiración. Si me siento así por solo pensarlo, no quiero ni imaginarme como estaré en una situación real. [...] Supongo que algo parecido debe de sentir Shinji cuando piensa en declarárseme [...] ¡Aun así! ¡Yo soy la chica! El chico es el que tiene que llevar la iniciativa. Es lo lógico y bonito. [...] Si Misato o Xavi me escucharan decir ésto seguro que se burlarían de mí... Finalmente, entre tanto pensamiento-dilema, la caminata se me hace corta y acabo llegando al edificio de mi apartamento. Después de entrar por la puerta principal del edificio, me dirijo al ascensor y llego a la tercera planta, donde está mi apartamento como bien se sabe. Normalmente uso las escaleras, pero en esta ocasión no me apetece, estoy muy cansada. Han sido más de tres días en los que no he parado, estoy matadísima. No tengo fuerzas para usar las escaleras. Solo tengo ganas de cenar algo, tomarme un baño y relajarme. Sobretodo deseo un baño, es lo más relajante para mí. Llego a la puerta del apartamento y la abro pasando la tarjeta por el lector de la puerta. Así es, utilizamos lectores y tarjetas en vez de cerraduras y llaves. Al entrar al recibidor la puerta se cierra automáticamente. Después camino a la izquierda, pues el recibidor está orientado de esa manera. Paso a descalzarme y al pisar el pasillo principal exclamo el clásico: “ya estoy en casa”. Luego entro en la cocina y me dirijo a la nevera, para tomar un poquito de agua fresca. ¡Por culpa del calor estoy deshidratada! Hago todo esto mientras espero la respuesta de Xavi o Misato. No obstante, mi espera es en vano pues el único ruido que escucho es el de la televisión prendida desde el salón. Tras haber saciado mi sed, extrañada, me dirijo al salón. Nada más situarme en su puerta, lo que veo, me deja sin palabras. Allí estaban, Misato y Xavi, los dos sentados en el suelo de rodillas, uno frente al otro mirándose fijamente, sosteniendo unas cartas y además... ¡Estaban ambos en ropa interior! ¿¡Pero qué diantres pasa aquí!? Nada más verles casi desnudos, giro mi cabeza bruscamente para apartar la mirada. Los nervios se apoderan de mí a la par que me ruborizo. ¿No les habré interrumpido en medio de...? Ya sabéis, alguno de esos jueguecitos cuando tienes... No creo, no veo a Xavi con Misato haciendo... Eso... No tiene mucho sentido. A pesar de lo confuso de la situación y el descaro de mis compañeros, no dudo en pedir una explicación:
¿Hola? ¿Acaso soy invisible? Ni se han inmutado ante mi presencia. Por el amor de Dios, que estáis casi desnudos, exaltaros aunque sea un poco... No os quedéis tan tranquilos. Además, ¿a qué diantres están jugando? ¿Al “strip-póker”? ¿¡Pero qué clase de entretenimiento es ese!? De alguien como Misato, que es muy desvergonzada, me lo podía esperar, pero no de Xavi, a él lo tenía por otro tipo de chico. Llamadme tradicional, pero no puedo dejar que sigan con algo así como si nada, tengo que hacer que paren. Es demasiado vergonzoso.
Por contrario de lo tensa que estoy yo, con toda la tranquilidad del mundo, Misato y Xavi al oírme decir aquello repiten la última palabra de mi frase a modo de pregunta: “¿Strip-póker?” Extrañados, una vez sus cerebros procesan a lo que me refería, ambos cruzan miradas y dos segundos después comienzan a reír a carcajadas. Su reacción me deja aún más confundida. Si digo que “lloraban de la risa” me quedo corta. ¡Jo! ¿¡Por qué se ríen ahora!? Me están haciendo sentir idiota...
Vaya, ¿con que todo era un mal entendido...? Rei, que mal pensada eres. Mira que llegar a esa conclusión a primeras de cambio. Aunque para ser justos, ellos dos me lo han puesto muy fácil. Es de sentido común llegar a pensar algo así en una situación como esta. ¿O tal vez estoy dejando que me afecte la perversión de mis compañeros? ¡Dios! ¡Como odio su descaro! ¡Será mejor que vaya a hacer la cena y me despeje! Además de que me niego a quedarme más en el salón... Solo van a meterse conmigo... Primero voy a cambiarme, quiero estar más cómoda. Una camisa ligera y unos pantalones cortos. Es lo mejor para cuando hace calor, no andar por ahí en paños menores como hacen esos dos sinvergüenzas. Ahora que estoy más fresquita, voy al baño con la idea de prepararlo, pero cuando entro en él, para mi sorpresa, ya estaba listo para ser usado. No me queda más remedio que salir del baño, extrañada, y es entonces cuando me cruzo con Xavi, que salía de su habitación. Salía de su habitación tras ponerse un pantalón y así dejar de andar en ropa interior. Parece que él al menos tiene algo de vergüenza. Menos mal...
Después de decir eso comienza a bromear pidiéndome que le dé un golpe para ponerle a prueba. Idiota, es verdad que se ha recuperado. Luego voy a la cocina, a preparar la cena. Creo que voy a preparar algo de pollo teriyaki... ¡Sí! ¡Me apetece eso! No hace falta que pregunte a los otros dos, ellos seguro que estarán de acuerdo con lo glotones que son. Tranquilamente paso a cocinar. Mientras lo hago, Xavi o Misato pasan por la cocina, del salón a sus habitaciones y viceversa. También aprovechan para ducharse, primero Misato, como no, y luego Xavi. Finalmente la comida está lista por lo que todos acudimos a la mesa. Nada más sentarme, observo que Misato ya no anda en ropa interior, ahora está vestida como yo, con ropa corta y ligera. Aunque para ser honesta, mi ropa no es ni la mitad de atrevida que la de ella. De hecho, me doy cuenta de que ni siquiera lleva sujetador... Esta mujer es descarada en todos los sentidos. Cuando vivíamos las dos solas no me extrañaba tal cosa, incluso yo lo hacía. Pero ahora que vivimos con un chico... Supongo que Xavi debe de ser el que más disfruta de todo esto... Pervertido. En un rato terminamos de cenar. Los dos alaban mi comida una vez más y, cuando Misato se escabulle como de costumbre, Xavi y yo recogemos todo. Misato se tumba en el salón a la bartola, observando el televisor. Con todo recogido, Xavi va a su habitación a sus cosas y yo voy a ducharme, ¡que lo estoy deseando! Uno de los momentos que más me gustan del día es darme un buen baño. No solo me relaja, también tengo mi rato para pensar. Es como mi momento del día, por así decirlo. Vaya, que cursi suena eso... Una vez he terminado de ducharme y ya me he puesto mi pijama: un camisón blanco muy ligero y cómodo; voy hacer una visita al cuarto de Xavi. Al llegar a su cuarto, a pesar de que la puerta está abierta de par en par, toco en el marco a modo de cortesía. De poco sirve mi cortesía, pues Xavi ni me escucha. Está tumbado en la cama, sosteniendo un manga por encima de su cara mientras que escucha música por medio de unos auriculares conectados a su celular. No queda más remedio que acercarme, aunque primero lo llamo por su nombre. Ni caso, por lo que tengo que ponerme a su lado. Solo cuando me siento en la cama, se percata de mi presencia. Al verme, inmediatamente, desvía la mirada del manga, se quita los auriculares y se sienta en la cama.
Como le gusta molestarme, siempre haciendo comentarios de ese tipo... No obstante, si soy sincera, me gusta que me moleste... Luego de unas cuantas bromas más, comienzo a contarle mi día con Shinji. Mientras hablo, Xavi y yo estamos sentados en su cama, cerca, nada fuera de lo normal. Siempre que hablo con él en su habitación, me gusta agarrar un cojín que él tiene por allí. Abrazada a ese cojín cuento lo sucedido, haciendo hincapié en el suceso del collar. Después de un rato hablando y ponerlo al día, Xavi me contesta con un “análisis” de lo que le acababa de contar. Básicamente me dice lo que esperaba, que Shinji está coladito por mí.
Este Xavi, cuanta más confianza le he tomado, menos reparo tiene en decirme las tonterías que piensa. Típico pensamiento de idiota inmaduro, aunque sé que él lo dice nada más que por ver mi reacción. Es un perfecto idiota. Sin embargo, trataré de hacerle caso a su consejo. La fiesta es un buen pretexto para arrimarme a Shinji. Quien sabe, tal vez por fin se decida a expresar sus sentimientos. La situación es muy favorable. Puede que incluso nos besemos [...] ¡No pienses en esas tonterías Rei! ¡No hay que dejar volar tanto la imaginación!
Con aquellas palabras Xavi consigue tranquilizarme y dar por finalizada la charla. No me gustaría que por un mal entendido la amistad entre ellos dos se echara a perder. Tras dar las buenas noches me voy a mi habitación. ¡Tengo que descansar bien! ¡Mañana es un día muy importante! Tengo que estar fresca, de mí depende que gran parte del plan salga bien. Todo tiene que ser perfecto, le daremos una gran sorpresa a Yui-san, no hay duda. ¡No puedo esperar! ¡Ya quiero estar mañana en la fiesta con todos...! Pero sobretodo con Shinji... Con todo esto en mente, aunque me cuesta un poco pues estoy nerviosa, consigo conciliar el sueño y descansar bien. A la mañana siguiente, por una vez, amanezco con energía. Me despierto incluso antes de que suene el despertador. Canturreando una de mis canciones favoritas, Fly me to the moon, procedo con la rutina de las mañanas de trabajo. Vestida con el uniforme y aseada, preparo el desayuno. Contrariamente a mi buen despertar, Xavi y Misato llegan a la cocina igual de faltos de vida que siempre, como zombies. Ambos se sorprenden por mi buen humor. En palabras textuales de Misato: “estás más contenta que de costumbre”. Después de eso, comienzan a hacer bromas sobre que estoy así porque estaré “noviando” con Shinji en la fiesta. No obstante, no les hago caso, no me molestarán esta vez. Como todas las mañanas de trabajo, una vez estamos listos vamos al auto de Misato, y en él a los cuarteles. Seguimos el procedimiento ordinario y llegamos al Geo-Front. Una vez bajo tierra, bajo la ciudad de Tokyo-3, los tres nos separamos yendo cada uno a cubrir sus responsabilidades. Yo debería de tener los mismos ejercicios que Xavi, pero mis superiores me han trazado un plan especial de entrenamiento. Quieren que mi conexión en la Unidad 00 mejore antes de poder hacer pruebas de arranque con ella. De hecho, mi unidad ya está lista, solo queda que yo recupere un poco la forma. Así paso la mañana, sumida en ese entrenamiento especial. Normalmente las mañanas se me hacen muy rápidas o livianas, ¡pero esta vez se me hizo eterna! Por fin llega el momento en el que clavo mi mirada en el reloj y veo la hora que tanto esperaba: la hora de almorzar. Muy motivada, dejo mi sala de entrenamiento y me despido de mi entrenador. Voy volando a los vestuarios, incluso llego antes que Xavi, y eso que él entrena más cerca que yo. Una vez me he cambiado y aseado, sustituyo mi plug-suit por una ropa más acorde a una fiesta: un precioso vestido de color celeste con detalles blancos. Una vez lista salgo del vestuario para encontrarme en la puerta a Xavi y Shinji, los dos conversando. Xavi aún vestía su plug-suit, mientras que Shinji había llegado para buscarme. Estaba tan impaciente que no podía esperarme como siempre hace. Los dos, muy emocionados por el momento, dejamos a Xavi quien dice que nos adelantemos, pues él prefiere tomárselo con calma; por lo que comenzamos con el plan. En un principio, vamos a la zona recreativa donde debe de estar ya todo organizado, que no está muy lejos. Al llegar allí, podemos ver como Gendo-san ha cultivado hasta el último detalle y que la sala está perfecta. Las mesas preparadas para la ocasión, con comida y bebida, los equipos de música listos para su uso, las paredes decoradas con típicos adornos de cumpleaños como globos, una gran pancarta donde se puede leer: “¡Felicidades Yui!”. Simplemente, perfecto. ¡Está todo a punto! Una vez tenemos el visto bueno de Gendo-san, Shinji y yo vamos a por la cumpleañera. Corriendo, pues estamos muy excitados, llegamos a la zona de NERV donde se reparan o construyen los Evangelion. Esa zona de nombre tan largo y complicado que preferimos llamarla: “zona de reparación de EVAs”. Mucho más sencillo. Allí, llegamos al despacho de Yui-san. Ella, a pesar de ser la hora del almuerzo, está trabajando en su escritorio, llenando unos informes mientras utiliza su pc. Shinji, que está demasiado centrado en darle una sorpresa a su madre, no mide bien y abre la puerta del despacho sin llamar, sorprendiendo a Yui.
Nada más ponerme detrás de él, le doy un pequeño pellizco en el brazo izquierdo mientras le susurro que se relaje. Si sigue actuando de forma tan imprudente podría provocar que Yui-san se diera cuenta de que tramamos algo.
Yui se levanta y nos da un abrazo a cada uno, agradeciendo el hecho de que nos hubiésemos molestado en visitarla. Es una mujer tan cálida y buena, sin duda se merece la fiesta que le hemos montado. Shinji y yo conversamos un poco con ella, para escurrir el bulto y así tranquilizarnos. Durante la conversación Yui destaca lo arreglados que estamos Shinji y yo. Ese comentario nos pone un poco nerviosos, pero astutamente lo usamos a nuestro favor: nos hemos vestido así porque queremos almorzar con ella, es una ocasión especial. En un principio Yui se niega por cortesía, añadiendo que a la noche preparará una cena y tenía pensado invitarnos a mí y mis compañeros de apartamento. Es lo que tiene vivir en el mismo edificio, que se puede planear cosas de ese estilo sin comunicarlas con mucha antelación. No obstante, Shinji y yo ya habíamos previsto algo así, por lo que seguimos insistiendo, rebatiendo sus razones para no venir a almorzar. Cuesta un poco, e incluso la tenemos que llevar de la mano, pero finalmente la convencemos. Con un poco de prisa, pues queríamos llevarla ante la sorpresa lo más rápido posible, conducimos a Yui-san por los pasillos de los cuarteles. Después de unos minutos andando, llegamos a la puerta de la zona recreativa. La puerta estaba cerrada, algo que normalmente no es así, detalle que Yui percibe al instante.
En cuanto Shinji abre la puerta y Yui pone un pie en la sala, es sorprendida por todos los que estaban allí esperándola, que gritan al unísono: “¡Sorpresa!” Al ver todo aquello, las personas, la decoración y el ambiente, al ver que todo era en su honor, Yui queda tan sorprendida que no sabe que decir en un principio. Está tan sorprendida que solo puede mirar a los alrededores, tratando de procesar aquella sorpresa que para nada esperaba. Solo cuando su esposo, Gendo, se acerca rompe a llorar de felicidad mientras susurra: “No teníais que haberos molestado.” Su esposo pasa a abrazarla, rodeándola con sus brazos por la espalda, mientras que ella rodea su cuello a la par que derrama lágrimas de felicidad.
Una escena muy bonita, ante la que todos los presentes reaccionamos sonriendo y aplaudiendo. Yo incluso llego a emocionarme y se me saltan las lágrimas. Es un momento demasiado bonito. Sin que nadie se dé cuenta, trato de secarme las lágrimas, pues no son muchas y no quiero que me tachen de sensiblera. Sin embargo, Shinji que está a mi lado se da cuenta. “Qué tonta eres”, me dice, tras lo que me da un pañuelo para que me seque bien. Una vez me he secado, a modo de gesto cariñoso, Shinji me da un golpecito suave en la mejilla, a lo que yo le respondo abrazándole el brazo y arrimándome a él. En ese momento, tan íntimo entre él y yo, Gendo y Yui se separan. Acto seguido, a Gendo se le ocurre señalarnos para indicar que la idea fue nuestra.
Al decirnos aquello, en la posición en la que estábamos, pues parecíamos de verdad unos novios, Shinji y yo nos separamos con brusquedad, avergonzados. A pesar de que nuestra intención es aparentar que no ha pasado nada, todos nos han visto, y nuestra reacción provoca la risa de toda la sala. Como consecuencia, Shinji y yo no podemos hacer más que sonrojarnos y sentir mucha vergüenza. ¡Jo! ¡Con lo perfecto que estaba siendo el momento con Shinji! Una vez todos paran de reírse, ¡empieza la fiesta! La música comienza a sonar y los invitados a conversar. ¡Es hora de pasarlo bien! Antes de ir saludando a los presentes, Yui se nos acerca. Reteniendo una gran sonrisa, nos da un fuerte abrazo a cada uno. Nunca olvidaré aquel abrazo, como me apretaba fuertemente contra ella, transmitiéndome todo el amor que tenía por mí. Fue algo corto, pero inolvidable. Luego pasa a mirarnos, rompiendo otra vez a llorar de felicidad. “Sois lo mejor que una madre podría desear”. Aquellas palabras me calaron hondo, de tal forma que yo, como una tonta, también empecé a llorar y volví a abrazar a Yui. Ella al ver mi reacción sonríe y me devuelve el abrazo. Después de un momento tan emotivo, Yui se separa de nosotros y va junto a su esposo, a saludar a cada uno de los invitados. Al quedarnos de nuevo solos, lo primero que Shinji hace es darme de nuevo un pañuelo mientras se ríe. No es justo que se ría, soy así de sensiblera, no puedo evitarlo. Una vez ha finalizado la escena de lloriqueo, Shinji y yo nos reímos un poco y luego pasamos a acercarnos a una de las mesas de la sala. Elegimos esa mesa en concreto porque junto a ella están Misato y los tres chicos que manejan los ordenadores de la sala de mando: Maya, Makoto y Shigeru. Nada más llegar su lado, Misato exclama: “¡Pero si son la parejita feliz!”, a lo que contestamos un tanto avergonzados: “¡¡No empieces Misato!!”. La respuesta del grupo en general es una carcajada, aunque Misato no se contenta con esa broma y sigue molestando un poco más. Finalmente, Maya y Makoto le piden a Misato que sea “buena” y deje de molestarnos. Todo siempre en un contexto de broma y amistad.
*Nota: En Japón es costumbre que no se puede beber alcohol hasta que alguien propone un “kanpai”, es decir, un brindis.
Entre risas y bromas, la mayoría de ellas con Misato como centro, va pasando el rato, ¡pero la fiesta acaba de empezar! Para la alegría de la capitana, no demora mucho más la “ley seca” pues el comandante Ikari propone el primer brindis, por supuesto en honor a Yui. Después del brindis, Gendo pasa a ofrecer el regalo a su esposa. Antes de dárselo nos pide a mí y Shinji que vayamos junto a él. “El regalo es de los tres, lo mínimo es que lo entreguemos juntos”, se justifica mi padre adoptivo. ¡Así lo hacemos! Los tres de forma simultánea damos a Yui su regalo. Ella, emocionada, lo abre con ilusión y en cuanto ve el fabuloso collar en la caja, lo primero que hace es echarse las manos a la cara, tapando su boca, expresando así su incredulidad a la par que se le vuelven a saltar las lágrimas. “Esto es demasiado. No deberíais de haberos molestado”, susurra mientras rompe a llorar de felicidad. Sus lágrimas son “tapadas” por su marido, que la vuelve a abrazar. Otro momento emotivo de la fiesta. Luego Yui pasa a darnos a mí y a su legítimo hijo otro fuerte abrazo, dándonos las gracias una y otra vez, tratando de secar las lágrimas de alegría que no paran de recorrer su rostro. Aquella cara de Yui-san se quedó grabada en mi mente, era una expresión pura de felicidad y agradecimiento. Estoy muy satisfecha de pensar que yo he hecho posible esa dicha. Te lo mereces... Mamá... Así finaliza la parte más feliz de la fiesta, la parte más formal. Lo que vendría ahora sería la “fiesta” de verdad: alcohol, baile y risas. He de mencionar que ya eran más de las 14:00 de la tarde. Todo estaba pasando muy rápido, por lo divertido y agradable que era. Quedaban poco más de 3 horas para que se hiciese de noche, todo está pasando demasiado rápido. Afortunadamente, aún queda bastante, por lo que la ilusión no desaparece. Aunque, de haber sabido el final de aquella fiesta, no hubiese estado tan ilusionada... Una vez el brindis y el posterior regalo dejan de ser el centro de la fiesta, es decir, los “eventos” de la fiesta terminan, volvemos junto a Misato y los demás. Apenas llevamos unos minutos bebiendo alcohol y la capitana ya da miedo... Como traga esta mujer. A cada copa que toma, más se suelta y más nos reímos por sus tonterías. Con el alcohol de por medio las conversación del grupo se vuelven aún más divertida. En mitad de las carcajadas, no obstante, hay algo que me comienza a inquietar. Preocupada, no dejo de mirar mi móvil para comprobar la hora, así como sondear con la mirada los alrededores de nuestra mesa. También paso mi mirada seguidamente por las entradas de la sala. ¿Por qué hago ésto? ¿Pueees...?
En cuanto mis labios dejan escapar la palabra que compone el nombre de Xavi, Shinji aparta la mirada de mí, como molesto, a la par que susurra algo. En un principio soy incapaz de entender el susurro, por lo que suelto el clásico “¿qué?” de no haber escuchado a alguien. Inmediatamente Shinji me contesta diciendo que no tenía importancia. Sin embargo, para poca fortuna de él, después de preguntar conseguí procesar sus palabras. Es algo típico, parece que no lo has entendido, pero cuando te paras a pensar, te das cuenta de sí haberlo entendido. Lo que Shinji susurró fue: “De todas las personas, tenías que ser tú la que se diera cuenta de su ausencia”. ¿¡Lo ven!? ¡A eso me refería cuando hablé con Xavi ayer! Ese comentario es como si estuviera envidioso, como si no tragara a Xavi. No quiero que Shinji se haga una idea equivocada de mi relación con él. Podría haber un mal entendido y que su amistad se malograra. Solo somos amigos, Shinji no debería preocuparse, él no me gusta ni nada de eso [...] De verdad, no me atrae, le tengo mucho cariño pero solo son sentimientos de amistad, lo normal, no siento nada por él en otro sentido [...] Lo digo en serio... Mosqueada por el comentario y por lo que podía significar decido indagar un poco en el tema, tratando de ser lo más discreta posible. Por desgracia, cuando intento entrar en acción, Gendo-san interrumpe la conversación entre su hijo y yo. Como consecuencia, Shinji acaba yendo junto a su padre, dejándome con el resto del grupo. “Ahora vuelvo”, me dice. No me queda más que sonreír y esperar pacientemente. Con un suspiro tomo mi copa y le doy un trago, sin algún tipo de alegría en mis gestos. Antes de que pueda pensar alguna cosa, siento que alguien me toca en el hombro izquierdo. Siguiendo mi instinto, miro hacia a la izquierda, pero no hay nadie. Es ahí cuando me percato de que en realidad la persona que me había tocado el hombro estaba a la derecha, por lo que miro hacia allí.
Solo a un idiota como a él se presentaría ante mí con ese truco barato de tocar por el hombro contrario. Tonto. Por aquel truco estúpido le doy un pequeño golpe en el hombro mientras me quejo y él se ríe. Después de eso, Xavi pasa a saludar a los demás, que a decir verdad estaban un poco apartados de mí. No porque me excluyeran o algo así, nada que ver, era yo la que quería estar un poco apartada mientras esperaba a Shinji. Una vez saluda a todos, Misato comienza a instar a Xavi a una competición de beber, a lo que Xavi intenta escapar, pero Misato no se rinde e insiste. Todos se ríen, aunque yo no presto mucha atención a la escena porque Shinji vuelve a mi lado. Con Shinji a mi lado de nuevo, me olvido de Xavi, y retomamos un poco la conversación. Digo un poco porque, a los pocos minutos, vuelven a llamar a Shinji, por lo que tiene que volver a irse de mi lado. Acuerdo esperarle, suspiro y termino de beberme la copa que tenía en mano. Cuando la dejo en la mesa, ya vacía salvo por el hielo en su interior, aparece una mano que coloca una nueva copa al lado, estando esta última llena. Quien me ofrece esa nueva copa es Xavi, que comienza a hacerme compañía, sujetando su propia bebida.
En cuanto ve venir a Shinji, Xavi lo saluda e inmediatamente se marcha para dejarnos intimidad. Este Xavi, a veces me da miedo, parece como si lo tuviese todo calculado. Así Shinji y yo volvemos estar juntos, retomando nuestra anterior conversación. Pero, en poco más de dos minutos, mientras le estoy hablando su madre lo llama desde la lejanía. Sin más remedio, Shinji me deja otra vez esperando. Suspiro y vuelvo a beber de mi copa. Esto empieza ya a ser un tanto molesto... Tras un par de minutos suspirando, mirando y bebiendo de mí vaso, Xavi vuelve junto a mí para sacarme de mi soledad momentánea.
Mientras me piropeaba, daba la casualidad de que estaba terminando de beber mi copa. Al oír aquello que no esperaba, no trago del todo bien y comienzo a toser un poco. En cuanto recupero el aire, nerviosa como una tonta y un pelín ruborizada, le contesto: “¿Tu-tú crees?”. A continuación, mientras yo dejo el vaso ya vacío en la mesa, pudiendo así desviar la mirada de Xavi por vergüenza, él me contesta sonriente:
Seré tonta, ¿por qué me pongo tan nerviosa? Ni siquiera he podido mirarle cuando le he dicho eso. Seré tonta, ponerme así con un amigo... Inmediatamente después de mi cumplido, Xavi me da las gracias, aprovechando un poco para bromear. Luego entablamos una conversación, yo le pregunto qué porqué había tardado tanto en llegar a la fiesta. Él me explica que antes de cambiarse, decidió volver con su entrenadora a terminar un ejercicio y luego al arreglarse para la fiesta se demoró aún más. A continuación le cuento lo que se había perdido de la fiesta por ausentarse. Él y yo seguimos hablando un rato hasta que, cuando menos lo esperaba, vuelve Shinji. En cuanto vuelve, Xavi corta la conversación conmigo, le dice una tontería a Shinji y se marcha, dejándonos otra vez a solas. Es demasiado bueno conmigo, no solo me hace compañía, no me exige nada a cambio y ni siquiera duda en dejarme a solas con Shinji cuando manteníamos una entretenida conversación. Gracias bobo. Animada, vuelvo a mi conversación con Shinji. Ahora por fin podemos pasar un rato juntos, sin interrupciones. No obstante, al principio Shinji comienza a recalcar el hecho de que estaba pasando el rato con Xavi, riéndome. A partir de ahí la charla se vuelve un tanto incómoda. Por tal de no sentir esa incomodidad mientras hablamos, decido desviar lo más posible el tema de Xavi. Sé que difiere de mi intención inicial, pero no quiero estar incómoda, quiero pasármelo bien con Shinji. Poco a poco mi idea funciona, y Shinji se relaja consiguiendo que la conversación vaya a mejor. Al rato de estar hablando, ya con la charla más animada, observamos como en la fiesta la música comienza a tomar protagonismo y muchos de los presentes comienzan a bailar. Ya son más de las 17:00 de la tarde, ya comienza a anochecer. A eso se le suma el alcohol que muchos llevan en el cuerpo, por lo que es lógico que comiencen a bailar los presentes. Shinji y yo observamos como bailan algunas parejas, como Gendo y Yui, lo cual nos provoca mucha risa. Se nos hace raro verles bailar música de nuestro tiempo. Sin embargo cuando más nos reímos es al ver como Misato comienza a molestar a Xavi para que vaya a bailar con ella. Misato sabe de sobra que la música de la fiesta, que es música entre género pop o electrónico, no es del agrado de Xavi. Para rematar la broma, le pide que baile esa música que tan poco le gusta. Él en un principio se niega, pero Misato con lo pesada y batalladora que es, al final lo arrastra, obligándole a “bailar”. La escena es divertidísima, levantando carcajadas en los que la ven. Pero cuando más me estaba riendo junto a Shinji, es cuando él decide dejarme esperando otra vez, pues ha pensado en ir a bailar un poco con su madre. Qué bien. No duda en ir a ofrecer un baile a su madre, pero yo, que llevo un rato esperándolo, no me dice nada de nada... En cuanto Shinji se va, me deja sola, pero está vez sola de verdad. Todos están por ahí desperdigados por la fiesta y Xavi está siendo retenido por Misato. Aburrida y siendo pesimista por el trato que me estaba dando Shinji, no me queda más remedio que aguardar en mi sitio a que vuelva, suspirando y... Bebiendo... No sé cuánto tiempo estuve sola y esperando, pero se me hizo eterno. Estaba apoyada en una mesa, sin nadie alrededor, bostezando de vez en cuando y mirando de un lado para otro, viendo como otros bailaban, reían y se divertían. Intentaba no culpar a Shinji, ser paciente, su conducta era normal al fin y al cabo es el cumpleaños de Yui, es normal que Shinji le preste tanta atención. Pero ese pensamiento no me dejaba satisfecha... ¿Acaso soy injusta con Shinji al pensar que no me está tratando cómo debería? ¿O simplemente soy muy posesiva con él? Tal vez sea eso, que soy demasiado egoísta y quiero que esté todo el rato pendiente a mí. Pero también es comprensivo por mi parte, claro que quiero estar el máximo de tiempo con él. Por otro lado, si realmente me quiere y desea estar conmigo, no desperdiciaría esta oportunidad para que estemos completamente a solas, aunque sea el cumpleaños de su madre [...] Seguramente no sienta nada por mí, nada más que amistad. Es lo lógico, sino no me hubiese dejado tan sola. Cuanto más me sumergía en mis pensamientos, peor me sentía, más vulnerable y pesimista me volvía. Al darle tantas vueltas al asunto, dejo de controlar cuantas copas me estoy tomando. Es más, llega un momento en el que me empiezo a sentir un tanto tambaleada, como que todo empiezo a verlo a cámara lenta, en plan borroso, y los reflejos me fallan. A pesar de todo ello, no me siento mal ni mucho menos, todo lo contrario. De hecho sin que me dé cuenta me vengo arriba y empiezo a abandonar mis pensamientos negativos sustituyéndolos por un simple: “haz lo que te venga en gana, Shinji”. Ya era de noche, rozando las 20:00, llevaba demasiado rato esperándole por lo que me di por vencida. En mi estado de “contentilla” me dispongo a servirme otra copa, pero antes de que pueda coger la botella de alcohol, una mano ajena se me adelanta. La mano es de Xavi, que por fin se había escapado de Misato. Estaba sudando un poco, por culpa de los bailes del baile obligado al que había sido sometido. Un tanto ahogado, cogió la botella con la intención de servirse y calmar su sed. Una vez se sirve, amaga con rellenar mi copa. Sin embargo, se me queda mirando, dándose cuenta a primeras de cambio de que ya llevaba unas cuantas copas encima. Por ello decide no servirme nada. Una vez deja la botella en la mesa, intento cogerla, pero me agarra del brazo para evitar que lo haga.
Yo, atontada por mi estado, me quedo mirando mi brazo, observando cómo me lo agarraba para evitar que tomara la botella. Después de unos segundos observando, consigo procesar las palabras de Xavi y lo miro. Durante unos segundos mantengo mi mirada en él, atontada. Soy tan lenta que Xavi, preocupado, dice mi nombre a modo de pregunta para buscar alguna reacción mía. Y lo consigue:
Tras decir aquello, sin pensar, decido empezar a caminar. No sabía por qué, ni siquiera sabía a donde iba a ir, pero sentí el impulso de caminar. Al hacerlo, después de dos pasos, soy incapaz de sincronizar bien el movimiento de mis piernas por culpa de los zapatos que llevaba y me tropiezo. No obstante, no me caigo, pues Xavi está ahí para agarrarme. Todo queda en un pequeño tropiezo que se resuelve agarrándome a él.
Al ver mi estado Xavi determinó que lo mejor sería apartarme un rato de la fiesta y que me recuperara un poco. Todo ello para que no metiera la pata con Shinji o algo así. Sus intenciones eran buenas, aunque el resultado de dichas acciones no llegarían a entrar dentro de lo previsto [...] Xavi me pide que me espere un poco, pues tiene que tomar su chaqueta. En el Geo-Front de noche baja bastante la temperatura, por lo que se la pone antes de salir. Sin demorarnos mucho salimos de la fiesta. Ambos abandonamos la zona recreativa, y no muy lejos, salimos a uno de los miradores que tenía aquel piso del cuartel. Se salía a él por una puerta de cristal, la cual atravesamos para salir. El lugar resulta ser bastante amplio, con vistas a la caverna del Geo-Front. Desde allí se podía ver el bosque y los campos, así como el lago que recreaba el exterior. Como ya he dicho, era de noche, por lo que el paisaje no era muy visible, pero eso no quiere decir que la vista no sea digna de observar. Gracias a las gigantescas cristaleras en el techo de la caverna, entraba la luz de la luna desde el exterior, la cual se reflejaba en el lago. Gracias a ello la luz se reflejaba en el agua del lago, creando un efecto precioso. No dudo en correr hacia el murillo de la terraza y apoyarme en él mientras exclamo ilusionada como una niña: “¡Qué bonito!” A la par que me apoyo en el muro, como cual niña pequeña llena de ilusión, Xavi se acerca a mi lado, riéndose por mi actitud. Él de forma contraria a mí, da la espalda a la vista y se apoya en el murillo, ignorando la vista del lago. Para terminar eleva la mirada hacia el techo de la caverna. Por mi lado, como una boba, observo boquiabierta a Xavi y, tras los segundos necesarios para darme cuenta de lo que estaba haciendo, decido imitarlo. Parezco idiota, en serio, toda atontada por la bebida. Los dos permanecemos en silencio un poco, observando el techo, hasta que yo decido susurrar:
Mientras que Xavi contesta sin dejar de mirar el techo, yo bajo la vista sintiendo como mi piel se erizaba al sentir el frío que la rozaba. Como acto reflejo comienzo a frotar mis manos sobre mis brazos, tratando de calentarme un poco. “Hace frío”, susurro. La sensación de frío se había vuelto extraña para mí, e incluso para cualquier persona que viviera con el actual clima en Japón. Un verano continuo, con más o menos golpes de calor dependiendo de la parte del año. El frío era extrañamente desconocido. Nada más dar a entender que tenía frío, Xavi me sorprende quitándose su chaqueta y poniéndomela por encima de los hombros. “Gra-gracias”, contesto, sorprendida y un tanto sonrojada [...] Está caliente y... Huele a él [...] Al quedarme ensimismada provoco la risa de Xavi. Como no me entero de nada le pregunto por qué se ríe, pero solo sirve para que me tome más el pelo. Se aprovecha del hecho de que soy lenta a la hora de reaccionar por el alcohol para lanzar, además de que soy un tanto ingenua. Aunque, en cierto modo, me gusta sentirme así cuando estoy con él... Me gusta ser molestada por él y no sentirme sola... Es algo raro, me siento atraída hacia él. Pero quiero a Shinji...
Esas palabras eran el preludio de mi ruptura emocional. En cuanto las pronuncio la rabia y la impotencia me inundan. Rabia e impotencia de querer estar con la persona a la que amo y no poder. Rabia de ver como Shinji se traba una y otra vez, como no me deja nunca del todo claro lo que siente por mí. Impotencia por solo poder esperar, y no ser lo suficientemente valiente para decirle lo que yo siento. Tornando mi rostro en tristeza, bajo la cabeza y la escondo entre mis brazos, apoyados en el muro. Xavi solo observa.
Mis palabras, sumadas a la rabia e impotencia que sentía, me provocan un nudo en la garganta y un dolor en el pecho. Por consecuencia, comienzo a llorar, a llorar de rabia. Hoy estaba siendo un día perfecto, pero todo se ha torcido al final. Pensaba que hoy por fin iba a ser el día en el que Shinji y yo seríamos algo más que amigos. ¡Qué tonta he sido de pensar eso! No sirve de nada hacerse ilusiones, ¡de nada! Solo sirve para hacerte más daño cuando chocas contra la realidad. Y ahora aquí estoy, llorando de forma patética, sola [...] O tal vez no lo estoy...
Cuando me quise dar cuenta, Xavi me había rodeado con sus brazos abrazándome, intentando consolarme, llevando mi cara a su pecho. No es la primera vez que hace algo así, ni tampoco la primera vez que lloro en su pecho. De alguna manera consiguió calmarme un poco, el sentirme rodeada por él, me sentía segura. No podía dejar de llorar, pero al menos no me sentía sola. En mitad de mi llanto, abrazada totalmente a él, levanto la mirada para ver su rostro. Diantres, ¿por qué es así? Estaba totalmente serio sujetándome, pero cuando vio que le miraba no dudó en dedicarme una sonrisa. Durante unos segundos permanezco mirándolo, entre sollozos, tratando de detener mis lágrimas. Él en un gesto de cariño, pone su mano derecha en mi cara. Con su tacto cálido, pasa su dedo pulgar por debajo de mi ojo izquierdo, limpiando así las lágrimas.
Ju, ahora lo entiendo. Seré estúpida. Me ha costado mucho darme cuenta, pero ya lo veo, ya sé por qué me siento tan bien cuando estoy junto a él. Es una sencilla razón: me hace olvidar a Shinji [...] No sé si fue por el alcohol o si realmente actué así porque lo quería, pero lo hice. Mientras la mano derecha de Xavi se queda en mi rostro y la izquierda me rodea la cintura, yo lo suelto a él, dejando de abrazarle. Lentamente levanto mis manos para acabar poniéndolas en su cara. Durante unos segundos mis manos permanecen en sus mejillas, mientras lo miro fijamente. Él no entendía por qué hacía eso, por lo que estaba algo sorprendido. No obstante, más sorpresa se llevaría cuando me inclino hacia delante, elevándome lo justo para llevar mis labios hacia los suyos y... Fue una sensación cálida y excitante, una sensación que me recorrió todo el cuerpo pero que a la par se concentraba en mis labios. Fueron unos segundos en los que el tiempo pareció detenerse y que me supieron a poco. Fue un beso que nunca olvidaré. Segundos después, lentamente, separo mis labios de los suyos, retirando mi cabeza un poco, rodeando con mis brazos su cuello. No quería soltarle. Yo no pensaba en nada, solo quería volver a besarlo, era un deseo que me recorría todo el cuerpo. Xavi sin embargo estaba muy sorprendido, aunque no diría que disgustado, todo lo contrario.
Soy incapaz de saber lo que yo estaba pensando en ese momento, y con más razón, soy incapaz de saber lo que pensaba Xavi. A pesar de ello, afirmaría sin dudar que los dos queríamos seguir el mismo impulso: besarnos de nuevo. De hecho, intenté sucumbir de nuevo a ese deseo, pero fui incapaz de llevarlo a cabo... Nos interrumpieron.
Tenemos la mala suerte de que Xavi se equivoca pocas veces, y en esta ocasión, no fue una excepción. Alguien pronunció mi nombre desde la puerta de la terraza, provocando que Xavi y yo dirigiéramos la mirada hacia allí. Sí, tenía razón, Shinji había venido a buscarme. Como predijo el chico al que agarraba aún por el cuello, notó en seguida que había abandonado la fiesta y vino a buscarme. La sorpresa, la tristeza y la rabia se fundieron en la cara de Shinji, que nos observaba a punto de darnos un segundo beso.
Al ver el grito de su amigo, a Xavi le invade el pánico y me suelta inmediatamente. Lástima que yo no me acaba de enterar de la situación, seguía atontada por el alcohol, por lo que no soltaba a Xavi. Por ello, cuando dijo el típico: “¡No es lo que parece, Shinji! ¡Te lo puedo explicar!”, no quedó nada creíble y solo sirvió para enervar más a Shinji.
El cabreo de Shinji era tan palpable en la atmósfera que pude salir de mi estado de atolondrada y volver a ser más como la Rei sin una gota de alcohol. Por supuesto no digo que los efectos desaparecieran, solo que pude recuperar un poco de capacidad de acción. Intentando calmar los ánimos, Xavi se separa totalmente de mí y trata de acercarse a Shinji mientras le repite que todo es un mal entendido y que tiene fácil explicación. De poco sirve, el daño ya está hecho.
Ahora que empiezo a darme cuenta de lo que ha pasado, me siento realmente mal. ¡Joder, Rei! ¿¡Qué demonios has hecho!? ¡Ha pasado exactamente lo que quería evitar! ¡Una pelea entre ellos dos! ¡Todo por mi culpa! Por Dios, ¿ahora cómo demonios hago para que apacigüen las aguas agitadas? Tengo que detener esto como sea o la cosa podría ser peor. Pero... ¿¡Qué digo o hago!?
Pude verlo todo a cámara lenta. Cuando las palabras de Shinji llegaron a Xavi, la cara de éste pasó en pocos segundos de sorpresa a rabia. Mirando levemente hacia a un lado, Xavi agrandó los ojos y frunció el ceño a la par que apretaba los dientes, todo en una expresión de ira. Luego apretó con fuerza su puño derecho, miró a Shinji y le soltó un puñetazo en toda la cara, derrumbándolo de espaldas contra el suelo. Yo lo único que pude hacer fue llevarme las manos a la boca para intentar tapar el grito que se me escapaba, asustada. Durante unos segundos todo permaneció en silencio, como si el tiempo se hubiese detenido. Cuando Xavi contempló a Shinji en el suelo, sangrando por la nariz, asustado bajó el puño y dio dos pasos hacia atrás. Dudando por el momento de confusión, finalmente opta por darse la vuelta y salir de la escena, caminando rápido, pero sin llegar a correr. Aquellas palabras debieron de hacerle mucho daño y yo lo sabía, por lo que intento pararle gritando su nombre.
Ante aquella respuesta no pude hacer más que permanecer paralizada, viendo como Xavi se marchaba del mirador. ¿Por qué? ¿Por qué ha tenido que pasar todo esto? Yo solo quería pasar un buen día celebrando el cumpleaños de mi madre adoptiva. ¿Por qué tienen que suceder cosas cómo estás? La sensación de culpabilidad me corroe y se me saltan las lágrimas. Cabreada, aunque más que conmigo misma que por otra cosa, me volteo hacia Shinji. Él, dolido, se levanta, echándose mano a la nariz, donde recibió el golpe de Xavi. En cuanto está en pie, ya sabe que acaba de cometer una gran estupidez, por lo que de primeras intenta disculparse.
Antes de que pueda decir alguna palabra más le cruzo la cara con una bofetada. Shinji se queda parado, sorprendido por mi reacción. Estaba muy cabreada, lo que había dicho era muy hiriente. Yo que he pasado por la misma infancia que Xavi puedo saberlo con certeza. La culpa, empatía con Xavi y la confusión de todo lo que había pasado en apenas unos minutos provocan que comience a llorar de nuevo. No quiero llorar delante de Shinji, no después de lo que ha pasado. Sin demorarme mucho salgo corriendo, con la única idea de quedarme completamente sola, mientras que Shinji grita mi nombre intentando detenerme... Después de todo, no ha sido tan buen día como yo esperaba... To be continued... |
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