- Se supone que has obtenido las ropas que solo ven los honestos, pero... Mm... Vaya si son ligeras...
- — Descripción de The Wind Waker.
Los nuevos ropajes (Hero's New Clothes en inglés), también llamados ropas que solo ven los honestos en The Wind Waker, es un objeto que aparece en dos juegos de la Saga The Legend of Zelda. Son unas ropas invisibles para el jugador que solo pueden ver las personas de corazón puro.
Apariciones[]
The Legend of Zelda: The Wind Waker[]
Aparecen solo en la segunda búsqueda del juego. Link los recibe de su abuela como parte de una tradición de Isla Initia, por la cual al llegar a cierta edad los varones vestirían estos ropajes. Al ser invisibles, hacen que Link se vea con su pijama azul durante el resto del juego.
Algunos personajes ven estas ropas (según la descripción del objeto, solo las ven los honestos) y le comentan a Link sobre ellas, por ejemplo, el Gran Árbol Deku, quien dice que esas ropas son las del héroe elegido.
The Legend of Zelda: Phantom Hourglass[]
En este juego los nuevos ropajes forman parte de la secuencia de comercio. Son el primer objeto de la secuencia y las posee el hombre de las sonrisas. La primera vez que Link vaya a su barco y elimine a los monstruos, el hombre le preguntará si quiere un regalo normal o misterioso. Al responder "misterioso", Link recibe estas ropas. Sin embargo, si pide algo "normal", obtendrá un mapa del tesoro, aunque finalmente en ambos casos el hombre de las sonrisas dirá que se siente generoso y dará al joven héroe los dos regalos. Link debe entregarle los nuevos ropajes a Nyeve, ya que según él, son las ropas perfectas de un héroe. A cambio, Link recibe un caleidoscopio.
Curiosidades[]
- En The Wind Waker, el gorro de estas ropas puede verse a veces, por ejemplo al usar el aura mágica o en la secuencia final del juego.
- Este objeto es una referencia a "La ropa del emperador", un cuento en el que un emperador vanidoso quiere ropa nueva y unos sastres le timan. A cambio de mucho dinero, le regalan unas ropas invisibles al emperador que en realidad no existen, con la excusa de que son ropas mágicas que solo ve la gente inteligente. El emperador desfila con estas "ropas", aunque en realidad va desnudo, ya que no quería reconocer que no las veía por miedo a que la gente creyera que no es inteligente. Del mismo modo, sus súbditos fingen ver su ropa por la misma razón, hasta que un inocente niño acaba desengañando a todos ellos.